¿Está mal tener un harem de lindas servants? Ruta 1: Rebirth of a hero

Noche sangrienta parte 1

¿Sabías que?

Los creadores de los apóstoles muertos se les conocé como los verdaderos ancestros, fueron la primera creación de los dioses un "prototipo" de lo querían crear (los mortales tal los conocemos) pero eran tan poderosos que los mismos dioses decidieron borrarlos de toda la existencia.

Después de varios intentos, los dioses crearon las razas que conocemos en el mundo de Danmachi.
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¿?: ¡Yo Rizo-Waal Strout! ¡El sexto de los 27 qué aún sigue con vida! ¡Invocó a la Luna roja, y que con ella consuma el mundo en una eterna noche sangrienta! ¡Hasta que el sello que nos ata al calabozo se rompa y podamos obtener nuestra venganza!

A los ojos de Bell y Gray parecía el infierno mismo, no podían ver algo que no fuera una tonalidad roja o negra y lo único que podían escuchar era el estruendo de rayos que caían, el silbar del viento huracanado y la risa desquiciada de Rizo.

Aunque de un momento a otro el sexto verdadero apóstol detuvo su risa y salto lejos apenas esquivando una lanza que el par conocía muy bien.

A unos metros del par, arriba del techo de un casino estaba Scáthach, sus ojos brillando como cuando un cazador veía a su presa, sus ojos rojos miraban a los orbes sangrientos de Rizo, todo estaba listo para tener una batalla a muerte.

La batalla final había comenzado, las bestias de Rizo desataron el caos, mientras que la segunda venida del rey Arthuro juntó al descendiente del talento estaban a punto de precenciar el combate entre dos seres "inmortales" la reina de la tierra de las sombras contra el último vampiro, una batalla que decidiría la salvación o la destrucción del mundo.
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Narrador

El conjuro de Rizo no solo sumergió a la ciudad de Tanzaku Gai en una noche prematura, rápidamente la oscuridad se exparcio por todo el mundo hasta consumir el mundo en una tiniebla absoluta.

No hubo ser mortal y divino que no viera la Luna roja en su esplendor, desde una princesa de un reino que yacía cautiva en una prisión del Imperio temblaba al sentir el aire sediento de sangre, en el pequeño país de Beltane un Dios que había capturado la nación en un sueño profundo veía el cielo enegrezido con interés junto a la mujer encapuchada que lo acompañaba.

En algún lugar inospito de este continente cierta diosa de la Luna miraba con pavor el astro de la noche, preocupada por lo que significaba, la deidad junto a sus dependientes tomaron apresuradamente rumbo en dirección a las ruinas de Elsos, pidiendo que aquella bestia no hubiera despertado de su letargo.

Los monstruos de todo el mundo fueron consumidos por el ambiente belicoso y rugieron por el nuevo poder que la luz carmesí de la Luna les daba mienstras que se dejaban llevar por un instinto asesino primitivo, no obstante en la ciudad de Orario las cosas eran complicadas en la Dungeon las bestias se generaban en todos los pisos sin ningún control, cada una tenía el objetivo de salir de la Mazmorra, la Luna les exigía sangre, les exigía locura, les exigía muerte pero sobretodo les exigía sufrimiento divino y los seres de la dungeon obedecieron las órdenes incluyendo la "nueva" especie de monstruos, los aventureros más fuertes de esa cuidad se vieron obligados a luchar con lo qué parecía el principio del fin, el apocalipsis de esta era, el Ragnarok, el diluvio universal sin saber que la verdadera lucha contra el apocalipsis se estaba llevando en un lugar lejos de Orario.
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De vuelta en Tanzaku Gai

Rizo miraba con cautela a Scáthach que seguía arriba del techo de un edificio a una distancia considerable.