No se cuantos días han pasado, pero se que son muchos, no he comido casi y he perdido bastante peso, lo único en lo que puedo estar tranquila es en que no me han tocado, gracias al cielo.
La puerta se abre de golpe y entra Pabllo trayendo en sus manos una bandeja con comida, esto es una pesadilla, me puso el arma en la cabeza y me obligo a comer. Sabia que no lo estaba haciendo muy bien y me estaban obligando a comer mas últimamente, luego de comer me libera de la cadena para que tome una ducha, en ese momento entra Nina.
–Creo que ya tengo una solución a nuestra pequeña discusión–
Pabllo voltea a verla con expresión interrogante.
–¿Cuál?–
–Podremos usarla los dos, las vec s que queramos, pero tú lo harás con preservativo siempre, no quiero tener que tocar tus fluidos, la usaras cuando quieras y yo haré lo mismo-
Dios! El miedo me hizo temblar, casi sentí que mis piernas fallaban y mi corazón empezó a latir acelerado.
–Yo iré primero–
Dice ella y Pabllo antes de salir le entrega el arma.
–Hasta mañana florecita, mañana será mi turno–
No dejaba de llorar al pensar en que podrían llegar a hacerme estos dos.
–Quítate la ropa y metete a la regadera–
Ordenó Nina mientras se quitaba su ropa, ella tenia el arma así que obedecí y me metía la regadera, tarde un poco pero termine de desnudarme.
Al verme bajo la lluvia artificial se posó detrás de mí y empezó a tocar mi cuerpo por todas partes con desespero, me quemaba sentir otras manos que no fueran las de Lariza.
Poco a poco fue acercándose mas a mí centro donde introdujo sus dedos pero era incapaz de sentir placer, al cansarse me llevo a la cama y cruzo nuestras piernas para terminar lo que empezó en el baño.Esa noche no pude dormir pensando en que si esto no había sido lo suficientemente cruel hasta ahora, tendría que estar preparada para lo que sabrá dios que planeaba hacerme Pabllo.
No sabía que día era ni cuánto tiempo había pasado, solo sabia que no tenia oportunidad de escapar, había intentado encontrar algún punto débil pero no se me había presentado nada aún, llego la mañana y con ella Pabllo, al entrar en la habitación no pude evitar empezar a llorar, aunque a decir verdad, no había dejado de hacerlo en toda la noche.
–¿Aún no te he tocado y ya estás llorando? Ay mi florecita–
Esas palabras hicieron mas grande mi pánico, el mismo me desnuda, me toma del cabello y me hace ponerme de rodillas.
–Chupalo y ten mucho cuidado con los dientes, eh preciosa–
Jamás había sentido asco mas grande que este en mi vida, su miembro era grande y casi no cabía en mi boca pero a el no le importo, lo empujaba cada vez más profundo y solo fue cuando las arcadas se hicieron presentes que dejo de hacerlo, aun sujetando mi cabello saca su miembro y me empuja a la cama.
–N tienes idea lo duro que me ponía cada vez que imaginaba tenerte así–
–Te lo imploro Pabllo, no hagas esto, por favor–
Dice go entre sollozos pero lo único que recibo es una bofetada y tras esto saca un preservativo y se lo pone.
–Dios! No tienes idea de cuánto voy a disfrutarlo–
Dice con una sonrisa sádica, se posa sobre mí y trato de empujarlo pero el es mas fuerte y vuelvo a recibir otro golpe de su parte, este me deja algo mareada y pierdo la batalla, cerré mis ojos para pensar en Lariza.
Cuando me penetro de golpe, sentí un dolor agudo partirme en dos, mis gritos se ahogaron luego de varias embestidas brutales y poco a poco mis fuerzas me abandonaron hasta desmayarme.Desperté con un dolor punzante en la cara y el cuerpo entero, había una bandeja con pan y agua al lado de la cama, mi cabeza daba vueltas y mi intimidad ardía con el maldito infierno, pero no de la buena manera.
Intente levantarme pero el dolor en mi abdomen era muy fuerte, aun estaba desnuda así que reúno mis fuerzas y con cuidado me levanto de la cama.
Paso demasiado tiempo bajo la regadera, mis dedos ya están arrugados y tengo frio, al salir me pongo la ropa y como algo de lo que me dejaron, me veo al espejo y mi ojo está morado, mi labio
roto y estoy muy pálida, lo único que quiero es acabar con esto de una vez, había considerado quitarme la vida pero las armas las tienen ellos y literalmente en mi habitación solo hay una cama y en el baño solo un jabón.¿Cómo podría ver a Lariza a los ojos después de saber que dos personas me han tocado y han hecho conmigo lo que han querido?
Lo único que hago es hacerme bolita en un rincón de la habitación, no quiero tocar la cama donde Pabllo me violo, ahí lloro hasta quedarme dormida..
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.Ha pasado ya mucho tiempo, diría que semanas en las que ellos han abusado de mi más de las veces que puedo contar, mi cuerpo ya no sentía dolor ni asco, mi cuerpo ya no reaccionaba al miedo, ya me había resignado.
Pabllo llego en la mañana y me tomo como era de costumbre, brusco y salvaje pero extrañamente esta vez no uso preservativo, no me di mucha importancia en ese momento, total, siempre hacia lo que le venía en gana, al terminar salió de la habitación y después de un rato subió con comida igual que siempre, la dejo a un lado de la cama y se fue.Esa noche Nina se quedaría conmigo, ella también me tomo mas de una vez esa noche y fue cuando se me ocurrió algo que talvez podría ayudarme, aunque no estaba segura.
–Dijiste que no querías tener contacto con Pabllo de ninguna forma pero en la mañana me cogió sin preservativo–
Se detuvo y me dio un puñetazo fuerte, tenía anillos así que rompió mi pómulo enojada
–¿Y HASTA AHORA ME LO DICES?–
Grito con furia
–MALDITO, TENIAMOS UN TRATO, JURO QUE VOY A MATARLO–
Dijo, se vistió y salió de la habitación como alma que lleva el diablo dejándome encadenada.
Acababa de salir el sol cuando entro Pabllo a la habitación, desesperado y con una soga en una mano y el arma en la otra, dejo la soga en la cama y me golpeo en repetidas ocasiones, luego me
amarro y me saco de la casa.
No se si estaba delirando por los golpes pero creí oír una sirena de policía, Pabllo me subió a la camioneta negra y emprendió huida, no había sido mi imaginación, a lo lejos pude ver una patrulla de policía siguiéndonos, grite hasta que me ardió la garganta, el volvió a golpearme para que me callara y aumento la velocidad, aproveche el momento para empujarlo con mis piernas como pude y este perdió el control del auto y terminamos estrellándonos contra un árbol, las lesiones no fueron muchas por tanto Pabllo se quitó el cinturón y huyo solo del lugar rápidamente.En segundos la patrulla de policía llego hasta donde me encontraba, y lo último que veo antes de perder el conocimiento es el rostro de Lariza empapado en lágrimas.
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Queridos y estimados lectores, les recuerdo que al coco le gustan mucho los lectores fantasma así que si no votas y comentas, está noche vendrá por ti 💖
Bye
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MI INICIO Y MI FINAL (COMPLETA)
Romance¿Hasta dónde llegarías por la persona que amas? ¿Qué estás dispuesto a sacrificar por la felicidad del amor? La envidia de terceros puede intentar destruir lo que se construye con amor, pero si el amor es fuerte, los cimientos perduran. El amor de T...