CAPITULO 11

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Ayudamos a arreglar un poco la casa y luego la hicimos darse una larga ducha, para que se le pasará un poco el efecto del alcohol.

–Gracias chicas, no sé cómo quieren ayudarme después de como las traté –

–Pierde cuidado, somos amigas y eso no va a cambiar–

Respondió Nina con una sonrisa, preparamos algo de cenar y decidimos que Nina se quedaría a dormir para no dejarla sola.
Yo regrese a mi casa a eso de las 11:00 pm y mi hermano ya estaba dormido, quise llamar a Lariza, pero no quería despertarla si ya estaba dormida, justo en ese momento de ella recibí una llamada.

–Hola mi amor, ¿ya estás en tu casa?–

–Si, bonita, justo acabo de llegar, estaba pensando en llamarte–

–Qué bueno cielo, ¿Cómo les fue?, ¿tu amiga sigue muy mal?–

–Pues más o menos, logramos hacerla calmar un poco y preparamos la cena, Nina se quedó a dormir con ella–

–Supongo que ahora estará más tranquila, tu mejor descansa, nos vemos mañana en la clínica–

–Nos vemos, te quiero–

Me duche y caí en los brazos de Morfeo apenas toque mi cama.
El martes y el miércoles repetimos la rutina con Nina de ir a ver a Becky, luego de salir del trabajo, el jueves hicimos una pijamada en mi depa, a mi hermano no le importo, de vez en cuando se asomaba a ver que hacíamos.

Era viernes y hoy pasaría la noche con Lariza, quería pasar más tiempo con ella ya que mañana llegaba el resto de mi familia, mientras yo estaba en la universidad Santiago pasaría por ellos al aeropuerto.
Ya habían rentado una casa por las dos semanas que iban a estar aquí en Brasil. Aun pensaba en cuál sería la mejor forma de decirle a mi familia sobre Lariza, de verdad esperaba que lo tomaran bien y no me quitarán el apellido por eso.

Al llegar a su casa tome una ducha mientras ella ordeno la cena a domicilio, al salir me puse un camisón de seda color verde, al bajar ya la cena había llegado y Lariza la había servido.

Cenamos en silencio y luego nos movimos al sofá de la sala, tomamos unas cuantas copas de vino y escuchamos música abrazadas en el sofá

–Quisiera saber que te tiene tan distraída–

–Mañana llega mi familia, me siento muy nerviosa no sé cómo se van a tomar la noticia de lo nuestro–

–Pase lo que pase, no te dejare sola,  eso tenlo por seguro–

Su mirada era profunda y determinante, su sonrisa tierna.

–Gracias mi amor–

Acunó mi rostro entre sus manos y me beso tiernamente.

–Te amo Tamara–

Mis ojos casi se salen de sus orbitas y sentí que el aire había dejado de entrar a mis pulmones, era la primera vez que me decía que me amaba, mi corazón empezó a latir de manera desenfrenada.

–Yoo…–

No me dejo responder ya que volvió a besarme con la misma ternura, lleno de amor, como si quisiera demostrarme su amor con el solo beso, no cabía duda de que yo también la amaba y mucho, tomo mi mano y me guio a la habitación donde poco a poco me dejo totalmente desnuda.
Me beso con pasión y me recostó suavemente en la cama mientras ella se desvestía, se puso a horcadas sobre mí y se metió uno de mis pechos a su boca, involuntariamente arquee mi espalda dándole más comodidad para entretenerse con mis senos.

Abandono mi pecho para dejar un camino de besos desde mis hombros hasta mi cuello, subió a mi boca atrapando mis labios con desespero, paso su lengua por todo mi torso hasta quedar en mi bajo vientre y luego se acomodó en medio de mis piernas mirándome pícaramente, acaricio mis
muslos con delicadeza y por dios que solo con ese roce estaba a punto de acabar, en un momento de razón pensé que siempre era ella quien llevaba el mando de nuestra intimidad así que en un movimiento rápido voltee nuestros cuerpos quedando yo en medio de sus piernas y lista para todo.
Besé la cara interna de sus muslos y solo la oía respirar pesadamente, succione un poco la parte baja de su vientre dejando pequeñas marcas que mañana serían muy notorias, baje un poco hasta llegar a su monte de venus donde una suave mordida la hizo brincar seguido de un leve gemido que era casi inaudible, acerque mi rostro a su centro y estaba tan húmedo y listo que me di un banquete pasando mi lengua por toda su extensión, saborearla era la gloria.

Succione, bese, lamí y mordí cada parte de su intimidad hasta que descargo todo su orgasmo sobre mi boca.

Cuando su respiración estaba volviendo a la normalidad intento levantarse pero no se lo permití, enterré mi cara nuevamente entre sus piernas hasta que tembló profundamente y sus gemidos
inundaron la habitación, se había corrido por segunda vez, sus ojos estaban casi cerrados y su respiración poco a poco se fue ralentizando más, era la cosa más hermosa que jamás había visto, se quedó dormida con el pelo pegado a la cara por el sudor, me recosté a su lado y me deje caer en el país de las maravillas.



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Hasta aquí el capítulo de hoy 😃

Sé que es un poco corto pero muy sustancioso, jeje

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MI INICIO Y MI FINAL (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora