— Necesito dormir —gimió cansado nuestro líder en cuanto pusimos un pie en el departamento.
Nuestro comeback había sido una semana atrás, en Australia. Claro que, entre ensayos, entrevistas y sesiones de fotos hemos dormido menos de lo humanamente posible y todos nos encontrabamos extremadamente cansados.
— Nunca creí que te oiría decir eso —bromeó Binnie lanzandose sobre el sofa— Ya puedo morir en paz.
— Y solo por eso, tu serás el primero en cocinar —contestó el mayor con una sonrisa burlona. Reímos mientras oiamos las quejas del menor interrumpidos por Chan— Es broma, puedes pedir comida si quieres. Pero pagas tu.
— Por mucho que me gustaría vaciarte la tarjeta, yo me voy a dormir —rió Minho arrastrando su maleta por el salón.
— La alfombra —lo regañé antes de que llegara a esta. Con un falso bufido cansado, la esquivó y pasó junto a esta para dirigirse al pasillo entre nuestras habitaciones— Gracias.
— De nada —sonrió dulcemente apretando sus ojos. Reí mientras lo observaba entrar en la habitación que compartia con Han— ¡No me extrañen, buenas noches!
— Ah, ah. Tu también vete a dormir —me interrumpió Chan cuando abrí mi boca para hablar. Lo ví confundida, oyendo la risa del resto de nuestros miembros junto a nosotros— Los chicos pueden llevar sus maletas y preparase para la cama solos, tu estas tan cansada como nosotros, ve a dormir.
— Me siento como una niña —reí suavemente acercandome al castaño. Lo abracé por la cintura mientras el enredaba sus brazos sobre mi espalda— En media hora voy a ir a tu habitación; si no estas ahi durmiendo, voy a arrastrarte hasta mi cama si es necesario Christopher.
— Creo que es el abrazo más agresivo que me han dado hasta ahora —rió el mayor cuando me separé de su cuerpo.
Reí mientras tomaba mi maleta del suelo y la llevaba a mi habitación. Encendí las luces y la deposité en el suelo junto al armario, ya me encargaría más tarde de desarmarla. Cerré la puerta con pestillo, pues iba a cambiarme por mi pijama, y me quité lo que llevaba encima.
Agradecida con el clima de Seoul, pues era una noche perfecta (ni fría ni calurosa), me puse unos pantalones negros deportivos que usaba para dormir y me cambié el sosten armado que utilizaba para salir por uno deportivo que utilizaba dentro de casa. Sin colocarme una remera encima, tomé mi botella plástica del bolso de mano y salí una ultima vez de la habitación para rellenarla y dar las buenas noches al resto del grupo, que se encontraba inusualmente callado.
Pasando frente a los miembros que aún seguían en el salón, entré a la cocina y llené la botella con agua del grifo. Luego de tomar un poco, la cerré y salí de la cocina.
— Que extraña se siente la cocina vacía —reí acompañada de los chicos dirigiéndome al sofá grande, en el que se encontraban Felix, Seungmin, Han y Chan— Y limpia.
— Tranquila, mañana será el desastre que es usualmente —rió casi con tristeza nuestro lider, recibiendo un medio abrazo del mayor junto a él— Tu quitate, eres el primero en desordenar y no limpiar.
— ¡Oye! —se quejó el susodicho, cruzandose se brazos ofendido— A veces limpio.
— No te ayudes, Hannie —reí mientras era tirada de la cintura por Felix, quien me sentó en su regazo debido a que llevaba unos segundos parada junto a el. Dejé mi botella en la mesita frente a nosotros y me giré al rubio— ¿Y tu no estás cansado?
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stray kids one shot's ✧︎ִֶָ ̽
Fanfictionhistorias cortas de nuestros chicos favoritos !