— Leah, ¿Qué haces? —levanté mi mirada de mis manos al oír a Chan, que se sentaba frente a mí con una sonrisa brillante— ¿Esas son para nosotros? —señaló las coronas a mi alrededor de forma inquisitiva.
Asentí devolviendo el gesto, continuando con el último de los accesorios en un momento.
Nos encontrábamos en el set de "The View"; nos habían dado unos minutos de descanso luego de filmar las escenas individuales y como fuí la primera en terminar, había decidido recorrer el campo en el que nos encontrábamos. A unos metros del equipo de producción se extendía un campo de margaritas y de vez en cuando, dientes de leones.
Luego de hacer una canasta de forma improvisada con la sudadera con la que había venido, había corrido a recolectar tantas de las flores como pudiera amontonar dentro de la abrigada tela. Y así era como había acabado confeccionando las frágiles coronas de flores para los chicos y claro, una para mí también.
Cuando acabé con la última, bajo la atenta mirada de Chan, colgué con cuidado las ocho restantes en uno de mis brazos mientras cargaba la última en mi mano. Con una sonrisa animé a mi mayor a venir conmigo a repartirlas y juntos nos dirigimos hacia el resto del grupo, que se encontraba esparcido sobre una de las mantas que me había encargado de traer.
Siete pares de ojos me miraron con la misma atención que Chan anteriormente mientras me acercaba con cuidado de no agitar demasiado las coronas. Se mantuvieron quietos en sus lugares, con grandes sonrisas adornando sus rostro, cuando llegué a ellos y comencé a tomar las coronas para colocarlas en sus cabezas con cuidado.
Quienes se encontraban recostados se sentaron para facilitarme la tarea; primero vino Lixie, a quien no pude evitar acariciar su mejilla de la ternura que su rostro sonriente y sus ojos curvados en media lunas me provocaban.
Me moví a Hyunjin, quien sonrió en forma de agradecimiento y luego a Minnie, quien observó mi rostro con una sonrisa dulce mientras acomodaba las flores sobre su cabeza.
Continué con Innie, quien me agradeció con una pequeña sonrisa y un beso en la frente, y Hannie, que sonrió con ojos brillantes y emoción antes de buscar su celular de uno de sus bolsillos para poder verse en la cámara.
Llegó el turno de Minho, quien sonrió con ternura y me agradeció cuando la corona estuvo acomodada entre sus mechones rubios. Me giré para buscar a Channie, quien se encontraba a unos metros con una cámara en mano, la que utilizábamos para grabar SKZ-Talker, apuntada en mi dirección. Me acerqué con una sonrisa divertida y deposité la corona sobre su cabello, frente a la cámara, y recibí un beso en la frente antes de buscar a la última persona.
Binnie me esperaba sentado sobre el cesped y reclinado sobre sus manos, siguiendo mis movimientos con una sonrisa brillante. Me arrodillé junto a sus piernas estiradas y dejé una de las dos coronas sobre estas, acomodando la otra sobre su cabeza. Acaricié su cabello una última vez y volví a mi lugar, llegando con mi mirada a sus ojos que no se habían despegado de mi rostro en ningún momento.
En silencio y con la sonrisa plantada en sus labios, tomó la corona que yacía en sus piernas con una mano y con la otra acomodó las ondas en mi cabello. Haciendo uso de las trenzas que comenzaban en el frente y se unían detrás como guía, colocó la diadema de tallos y flores sobre esta.
— Justo como una princesa —murmuró cuando acabó, tomando mi mentón entre su dedo índice y pulgar para acercar nuestros rostros. Besó mi nariz y mis mejillas antes de sonreirme de nuevo— Gracias bebé —besó ahora mis labios de forma corta y suave, antes de que el grupo murmurara "Aww's" y "Ugh's".
Reí levemente cuando el castaño se separó para mostrarle la lengua al resto y luego volver a dejar besos mariposa por mi rostro. De forma inesperada me tomó por la cintura y me sentó sobre su regazo, con mis piernas juntas a su costado, abrazándome sobre las caderas y acercándome a su pecho.
— Mi bebé es una artista, ¿Verdad que sí? —preguntó al resto del grupo, haciéndome gemir de forma avergonzada e inevitablemente esconder mi rostro en su cuello para huir de los asentimientos de mis mayores— A los chicos les encantaron sus regalos, no hay nada de lo que avergonzarse.
Tomó mi rostro nuevamente y me regaló una de las más bonitas sonrisas que jamás había tenido el gusto de ver. Me derretí en el calor de su cuerpo y de los rayos del sol, de la brisa de alegría y amor que cubría el ambiente y me dejé mimar por el resto, que no tardó en acercarse para acariciar mi cabello, besar mi mejilla o mostrarme lo bonitas que se les veían sus coronas.
Una sonrisa se deslizó en mis labios de forma silenciosa y no los abandonó en lo que restó de día porque, tengo que admitir, los chicos eran toda mi felicidad. Y no podía estar más tranquila con ello.
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espero que les guste y lo disfruten <3
sonrían, tomen agua y coman sus verduras,
les amo <3
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stray kids one shot's ✧︎ִֶָ ̽
Fanfictionhistorias cortas de nuestros chicos favoritos !