|𝒩ℯℊℴ𝓈𝒾ℴ 𝒻𝒶𝓂𝒾𝓁𝒾𝒶𝓇 |[1/3]

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El gran sueño de Finwë era que sus hijos, (Fëanor, Fingolfin y Finarfin) continuarán con el negocio. Pues el ya estaba pensando en mudarse a Valinor junto con su esposa, pero al presenciar la gran pelea durante la cena. La idea de las vacaciones parecían más y más lejana.

Detrás del mostrador pensaba, tal vez qua aparecería Fingolfin o Finarfin, para quejarse de alguna cosa que les había hecho Fëanor, pero esa día llegó (para su sopesa) Fëanor.

──¿Feanor? ¿Qué estás haciendo aquí? ──preguntó sorprendido al verle entrar.

──Quiero que me cambies de sucursal ── respondió Fëanor.

──Y, ¿eso porque?

──Porque estoy arto de ese demonio de pelo rojo, me hace bromas todos los santos días y ya me tiene hasta el gorro.

──¿Hablas de Sauron?

──Si, el mismo.

──Eso del cambio es imposible ── habló Finwë con voz calmada ── por ahora es un no.

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Como no había conseguido que le cambiarán, estaba otra vez sentado en su escritorio. Al menos no había aparecido Sauron. Mientras le daba vueltas a un lápiz con los dedos sonó el teléfono.

──¿Asunto?

──¿Quiere venir a comer con Finarfin y Fingolfin? ── preguntó la mujer un tanto nerviosa de la respuestas.

──Yo no comparto la mesa con esos dos ni auque me pagaran. Sólo lo hago cuando mi padre me lo pide y...

──Aún si yo logrará hacer que Finwë te cambié de sucursal ── negocio Indis.

──Se te cayó la mentira ── replicó Fëanor ── pues precisamente fui ha hablar con el sobre el mismo asunto y me dijo que no. ¿Qué escusa tienes tu?

──Pues planeavamos salir a Valinor, un tiempo. Pero como tu hiciste una esena aquella noche lo pensó mejor. Si tan sólo te llevaras bien, el podria dejarte a cargo del negocio.

──¡Esto es un vil chantaje! ── grito furioso.

──Míralo como quieras yo ya te di una solución. Piénsalo. Y por si decides acompañarnos estamos en un restaurante del centro de la ciudad. Adios.

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Dos horas después de encontaba sentado junto a Finarfin, Fingolfin, su padre y Indis. El podría hacerlo unas horas no eran nada, el lo lograría.

──Me alegra que decidieras acompañarnos, hijo ── le felicito su padre.

──Si bueno tenía hombre me daba flojera ir a la cafetería y termine aquí ── movió los trozos de pepino de un lado a otro.

──¿No los vas a probar? ── preguntó Finwë.

Fëanor miro los trozos, a él nunca le gustaron los pepinos y menos bañados con quien sabe que cosa.

──No, creo que el guiso me llenó ── se excusó.

──Que no dijiste que tenías mucha hambre ── opinión Fingolfin ── a mi por mi parte el guiso no me llenó.

"Si como tu tienes cuatro estómagos no te lleno el pobre guiso" se trago su frase y se quedó cayado, en su lugar contestó: ──Además me había comido unas galletas, pero eso solo me llenó un par de horas.

Una hora después la torturada llegó a su fin. Sabía que decir algo amable sonaría raro así que como era habitual en el sólo se despidió de su padre y se fue.

 Sabía que decir algo amable sonaría raro así que como era habitual en el sólo se despidió de su padre y se fue

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