Desde que despertó, se dedicó a buscar a su mascota, el recipiente estaba vacío y volcado. Ya había descartado que estuviera en su habitación ya que la puerta estaba entre abierta.
Se culpó a si mismo por no haber cerrado la pueta anoche. Cuando se vistió, bajo al primer piso, donde no había nadie, agradecido por su suerte, comenzó a buscar por toda la sala, después subió al segundo piso para buscar en las habitaciones.
Abrió la puerta del cuarto de su hermano, la puerta se abrió con con un siniestro chirrido. Sin perder tiempo comenzó su busqueda, bajo la cama, también bajo los muebles, cuando abrió el ropero ahí estaba colgado sobre el tubo donde se cuelgan los ganchos.
──Sal de ahí ── ordenó al reptil como si el animal pudiera entenderle.
──Ssssss.
──No me hables así ── le regaño, después pensó en como sacar a su mascota de ese armario, el tiempo se acababa y acaba de ver el carro de su hermano en la entrada.
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──Se escucha mucho silencio ── comentó Varda mientas caminaba hacia la sala ── ¿no crees que es sospechoso? ── preguntó a su esposo.
──Seguramente sigue durmiendo ── respondio Manwë
──Melkor no suelo despertarse temprano.
Mientras esperaban algun indicio de vida de Melkor, escucharon un grito de terror y pocos minutos después una serpiente bajo arrastrándose por las escaleras,
──Supongo que está aquí llegó la tranquilidad ── refunfuño Varda.
──¿De dónde salió esa serpiente?
──¿Te sorprende? ── se estraño Varda ── Vives con ese lunático de tu hermano.
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Melkor apenas podía moverse, una luz le encandiló, movió la cabeza ligeramente a un lado. Ahí estaba su hermano, obviamente estaba molesto.
──¿Dónde está mi mascota? ── preguntó con voz débil.
──¡Casi te mueres y lo primero en lo que piensas es en esa serpiente que casi te mata! ── grito Manwë ── eres el colmo.
Al lado de Manwë estaba Varda, quien sonreía disimuladamente.
──Mañana mismo te vas a casa de nuestro padre ── le dijo Manwë ── porque yo sinceramente ya no se que hacer contigo.
──Pero...
──Nada ── le corto Varda casi riendo ── desperdiciaste cada una de las oportunidades que Manwë te dio ahora acata las consecuencias ── le gritó Varda.
──¡A ti nadie te llamo a dar tu opinión, Bruja! ── grito Melkor.
──Hasta mañana te irás a primera hora ── sentenció Manwë.
──¿Qué pasará con mis cosas?
──Sauron se ofreció a empacar todo ── respondio Varda ── no se como un joven tan amable es tu amigo.
Melkor no pudo contener una risa sarcástica, Sauron, ¿Amable? Si como no. Ese era igual que él, pero todos lo miraban como el pequeño angelito y a él le clasificaba como la peor influencia. Cuando se traba de correr, Sauron era el primero.
──No dejaré que esa sabandja pelirroja toque nos cosas ── se quejó Melkor── la única petición que pido es que yo sea quien empaque mis cosas.
──Aceptó tus condiciones. Cuando salgas del hospital te marchas.
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Una semana después, Melkor se encontraba guardando sus cosas en unas cajas que Varda le había dado. Mientas llegaba la segunda caja, abrieron la puerta de la habitación.
──Ya te dije que ya casi termino ── gruño Melkor arrojando un par de zapatos dentro de la caja ── no creas que me llevaré tus... Ah eres tú sabandja ── dijo al ver a Sauron entrar.
──¿No te alegras de verme Melkor? ── preguntó Sauron dándole un porta retratos. Melkor le arrebató el objeto y lo arrojó a la caja.
──No tengo nada de que hablar contigo ── respondio, cogió la cinta gruesa y cello ambas tapas de la caja ── para mi es un gran alivio irme, así ya no podre verte, doblecara.
Sauron sonrió, Melkor no le hizo caso, cargo la segunda caja y la puso sobre la primera. Cuando volvió a ver a Sauron le mostró un video, meses a tras grabado, Melkor intento quitarle el aparato pero Sauron lo retiro de su alcance.
──Te dije que lo borraras ── grito Melkor histérico.
──¿Me lo dijiste? No me acuerdo ── respondio con indiferencia.
──Sabandija pelirroja. O lo borras o...
──¿O que? ── le retó Sauron sonriendo ── recuerda que yo soy el chico amable y tu eres... ── Sauron le miro de arriba a abajo ── tú.
──Acaso me estás amenazando, sabandja
──Toma lo como quieras, bago ── respondio Sauron.
Melkor y Sauron continuaron lanzándose miradas llenas de odio. El sonido de un par de zapatillas en las escaleras, le indicó a Melkor que ya tenía que bajar.
Una hora después, sus cosas empacadas en cajas, estaban en la cajuela del auto de su hermano, Manwë, Varda estaba sentada al lado de su esposo y Melkor acostado en el asiento trasero.
"Maldito seas Sauron, te asesinare en cuanto tenga oportunidad. Nunca debí grabar ese video" pensó molesto.
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Desastres y Problemas
FanficArda, es un pequeño y tranquilo pueblo, pero Melkor junto con su "amigo" Sauron rompen la paz y causan estragos. Pero con su cara aparentemente inocente Sauron logra safarse de cualquier lío. Mientras tanto Finwë trata de que sus hijos no se maten e...