|¿ℳℯ 𝓅ℯ𝓇𝒹ℴ𝓃𝒶𝓈?|

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──¿Adivina quien llamó esta tarde?  pregunto Vairë a su esposo mientas removia el Calderó.

──¿Quién?, ¿Alguien que no quedó satisfecho por tu trabajo? ── bromeó Mandos.

──Pues para tu información todos quedan satisfechos con mi trabajo ──replicó Vaire molesta mientras se quitaba el delantal.

──No te pongas así era sólo una broma ──respondió Mandos──. Dime ¿Quién te llamo? ──interrogó.

──Manwë── respondio ella saliendo de la cocina.

──No quería decirte esto, pero..──titubeo en decir el resto de la oración saliendo detrás de ella.

──¿Pero qué?── pregunto ella de brazos cruzados y deteniendo su paso frente a su esposo mientra le miraba.

── Vienen a cenar ──respondió él temiendo la reacción de su esposa.

──¡¿Por qué los invitaste?!, ¡Ese demonio que tiene por hermano me hizo un montón de bromas! ──exclamó ella molesta.

──¿Cómo iba a saberlo si tú no me lo contaste? ──respondio él.

──¿Y que no me viste el día que llegue empapada de los pies a la cabeza?

Su discusión fue interrumpida cuando tocaron la puerta, Vairë rodo los ojos y Mandos se encamino para abrir la puerta. 

──Bien te dejo para que recibas a tus invitados ── subió las escaleras.

──¡Espera! ── grito ── ¡Vairë, era una broma!

Un portazo fue lo único que escucho en el segundo piso. Sin otra opción camino hasta la puerta principal.

──¡Hola!, ¿Cómo les ha ido?──saludó a la mujer de cabello negro y el hombre que la acompañaba.

──Bien ──respondio Nienna──. Solo queriamos visitarte ──contestó mientras entraba.

──¿Dónde está Vairë? ──preguntó Lórien.

──Se fue a acostar ──respondió ── dijo que estaba cansada.

Los tres caminaron hasta el comedor donde encontraron la cena, todos tomaron asiento.

──¿Te pelaste otra vez con tu esposa? ──preguntó Nienna.

──Ella se enoja sola ──respondió Mandos.

──Sí claro, cuenta, ¿Porque se pelearon esta vez? ──preguntó Lórien. 

──No les incumben los problemas que tengo von Vairë ──respondio Mandos──. Tengo suficiente con los inútiles que tengo que vigilar para aguantarlos a ustedes.

──Era sólo una pregunta no era para que te pusieras así, Mandos ──respondió Lórien──. Además deberías arreglar el problema.

──¿Y dime como si no quiere ni hablarme?

──Porque no me pides perdón por esa broma ──sugirió Nienna.

──Sí, ¿Qué es lo peor que puede pasar? ──respondió Lórien apoyando la idea de Nienna.

──¿Qué te diga que no?

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Al terminar la cena y después de que sus invitados se marcharon, subió a la habitación que compartía con Vairë, la mujer se encontraba acostada sobre la cama, apenas iluminado. Respiro hondo, se sento junto a ella.

──Vairë, ¿me perdonas?

──Con una condición.

──La que quieras.

──Toda la siguiente semana tu lavaras los platos después de la cena. ¿Aceptas?

──Por supuesto.

──Entonces, si te perdono.

──Entonces, si te perdono

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