|𝒢𝒶𝓁𝓁ℯ𝓉𝒶𝓈 ℯ𝓃 𝓂𝒶𝓁 ℯ𝓈𝓉𝒶𝒹ℴ|

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Grande fue la sorpresa de Melkor cuando Sauron apareció frente a su casa.

──Que estas haciendo aquí Sabandja ── preguto Melkor.

──Tu padre me llamo y me pidió que viniera.

──¿Para que?

──No lo se, sólo me dijo que viniera.

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Ambos estaban en el comedor, Ilúvatar se encontraba sentado a la cabeza de la mesa. Sauron se comportaba como siempre, alegando la comida o diciendo un comentario a la decoración de la habitación. Mientras Melkor miraba impaciente el reloj, esperando que aquella tortura terminase.

Cuando el sol se ocultó, Ilúvatar le mostró la habitación donde se quedaría Sauron, la cual era la que era la que ocupaba Manwë, cuando todavía vivía ahí. La noche transcurrió nornal hasta que el teléfono de Sauron comenzó a sonar, no tuvo que ver la pantalla para saber que eran sus paddre.

──¿Que hay?

──¿Donde te has metido sabandija pelirroja?

──Relajate estoy en Valinor.

──¿Valinor?, ¿Tu que haces en Valinor? Eso es solo para ricos tu eres pobre.

──¿Donde esta mamá?

──¿Para que quieres hablar con ella?

──Ella me regaña con mas tacto.

──Estas con ese bueno para nada de Melkor, ¿verdad?

──Si ya sabes para que preguntas.

──Escuchame bien muchachito, tienes que regresar a las diez de la mañana.

──¿Otra cosa o ya terminaste?

──Diez de la mañana.

──Ya dejame dormir.

──Sauron no te atrevas a col...

Cuando colgó la llamada, dejo el teléfono en la mesita de noche. Se acomodo para dormir pero ya no tenía sueño. Se levantó y vio el reloj, 1:00 am. Una hora después su estomago también despertó, se levantó y tomó la mochila de la silla, dentro encontró un paquete de galletas. Después de comer varias, Sauron vio la fecha de caducidad, hacia más de tres años que habían caducado. No pudo evitar devolverlas a la mochila de Melkor.

"Y yo que pensé que Manwë era aseado" pensó al recordar las galletas.

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Melkor dormía plácidamente en su cuarto cuando un horrible ruido lo despertó. Se levantó y camino a la habitación donde estaba Sauron.

──¡Guarda silencio, Sauron. Trato de dormir! ── Grito Melkor golpeando la puerta de la habitación.

──¡Cayate! y ¡Déjame empezar! ── Replico Sauron volviendo a vomitar.

──Deja de hacer ese horrible ruido ── ordeno Melkor ── despertaras a todos.

──Deja de molestar.

──Y tu deja de hacer esos horribles ruidos.

Sauron abrió la puerta y antes de que Melkor volviera a hablar, Sauron vomito a sus pies.

──¡Eres un cerdo!

──Ya me siento mucho mejor ── declaró Sauron sonriendo y cerrando la puerta en la cara de Melkor.

Melkor no tuvo más opción que limpiar el piso y obviamente su cara.

Melkor no tuvo más opción que limpiar el piso y obviamente su cara

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