Arda, es un pequeño y tranquilo pueblo, pero Melkor junto con su "amigo" Sauron rompen la paz y causan estragos. Pero con su cara aparentemente inocente Sauron logra safarse de cualquier lío.
Mientras tanto Finwë trata de que sus hijos no se maten e...
Yavanna le había puesto en la recepción de la clínica de animales. Él odiaba estar ahí por varias razones. Lo único con que se entretenía era haciendo esperar de más a las personas. Ese día llegó un hombre de piel tostado y cabello negro.
──Disculpe ── dijo Fëanor con voz paciente ──Vine a recoger un gato o al menos creo que lo es.
Sauron bajo la revista que estaba leyendo y miro a Fëanor.
──Lea el letrero ── señaló Sauron.
──Pero yo quiero a mi gato o no se que cosa sea ── replicó Fëanor quien comenzando a enojarse.
──Estoy en mi descanso ── contestó Sauron volviendo a ocultarse tras la revista ── regrese en veinte Minutos.
──¿Qué?, ¡pero si he estado aquí parado hace más de media hora! ── grito Fëanor.
──Ahí está, si espero media hora. Veinte minutos más no son nada ── alegó Sauron volviendo a ocultarse tras la revista.
──No pienso esperar ni un minuto más. ¡Le exijo que me de esa cosa que se hace llamar mascota! ── le gritó Fëanor pero Sauron ni se inmutó por sus palabras.
──Lo siento pero ya termino mi tiempo ── cerró su revista y después puso pequeño cartel rectangular con letras rojas: CERRADO ── vuelve mañana, gracias por su espera ── le despidió con una sonrisa.
──¡Quiero hablar con la o el supervisor acargo de esta clínica! ── exigio ── ¡ahora mismo!
──Pues da la casualidad que yo soy el supervisor ── respondio Sauron.
──Así pues..
La paciencia de Fëanor se acabo, se lanzó sobre el escririo y lo agarró del cuello, Sauron luchaba para quitar de su cuello las manos de Fëanor. Faltaba poco para que el pelirrojo de pusiera morado cuando la puerta del consultorio se abrió y salió una mujer vestida con bata blanca y el cabello castaño recogido en una trenza.
──¡Suelte a Sauron ahora mismo! ── grito la mujer al ver la escena.
──Le soltare cuando me entreguen a un gato o es un perro. Bueno ese no es el asunto.
──¿Es de usted la mascota?
──¡Ma...má! ── protestó Sauron.
Yavanna corrió al escritorio de Sauron y comenzó a buscar entre las consultas a Fëanor o uno de sus hermanos. Cuando dio con el nombre de Finarfin corrió otra vez hasta la habitación y luego de veinte minutos regreso con una pequeña jaula.
──Toma, ahora haz el favor de irte ── pidió Yavanna tendiendo la jaula.
Fëanor cogió la jaula y salió hecho una furia, Sauron jadeaba intentando tomar aire.
──Sauron ── le dijo a su hijo ── no debiste jugar con ese hombre. Es conocido por su mal temperamento.
──No me estés regañando ── jadeo Sauron aún acostado en el piso ── no te fijaste que casi muero.
──Pues para la próxima no juegues al vivo querido ── le dijo Yavanna.
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