Capítulo 7.

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El viaje fue tranquilo en lo que cabe ya que el castaño se mantuvo haciendo berrinches todo el camino porque no le hacía caso y lo estaba ignorando, pero en realidad el pelirrojo por su parte también estaba bastante emocionado

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El viaje fue tranquilo en lo que cabe ya que el castaño se mantuvo haciendo berrinches todo el camino porque no le hacía caso y lo estaba ignorando, pero en realidad el pelirrojo por su parte también estaba bastante emocionado.

–Ya, cierra la boca, te daré un beso en la mejilla si te callas

Se quejó mirando al castaño que había dejado de inmediato sus berrinches.

–Acepto

Se acercó y le señaló su mejilla esperando a recibir lo acordado.

El pelirrojo se sonrojó un poco, pero al final se acercó para besar su mejilla y luego hacer un puchero.

–Ya, ahora cállate

El castaño asintió varias veces con emoción y terminó abrazando su pequeño cuerpo.

–¡Es que más lindo y no naces, me encantas!

El pelirrojo trató de alejarlo de él mientras se quejaba.

–¡Te dije que te callaras, idiota!

–Pero eran los berrinches, ahora te estoy haciendo cumplidos porque me encantas

El pelirrojo terminó rojo como tomate y se abrazó a él para esconderse en su cuello, debía de admitir que olía delicioso.

Cuando el auto se detuvo salió de entre sus brazos para ver a su alrededor y miró sorprendido el lugar.

–Oye, idiota, este lugar es demasiado fino, ¿Por qué no me dijiste? Ando en uniforme del colegio

Hizo un puchero y llevó su vista al castaño que se estaba acomodando el traje.

–Descuida, lindura, nadie dirá nada, cómo te dije soy alguien bastante conocido, nadie hablará mal de ti

Se encogió de hombros y bajó del auto para luego ayudarlo a bajar igualmente.

–Por cierto... ¿Ya me dirás tu nombre o sigue siendo prohibido? No creo que sea buena idea que te diga idiota en un restaurante como este

–Ay, que considerado

Llevó su mano a la mejilla del pelirrojo y la apretó suavemente.

–Bien, Chuuya, me presento, Dazai Osamu, dueño de varios hospitales y de varias empresas de importación y exportación

El pelirrojo se quedó en silencio bastante sorprendido.

–¿E-Eres ese Dazai Osamu?

–Sí, lindura, soy ese Dazai Osamu

Chuuya podía jurar que en cualquier momento se iba a desmayar.

–D-Dios mío... Mi daddy es Dazai Osamu

El castaño no pudo evitar sonreír al escucharlo aceptar que ya era su daddy, le gustaba como sonaba de los labios del pelirrojo.

–Lo soy y sólo tuyo para que lo sepas

Tocó suavemente su nariz y le sonrió.

–Anda, vamos al restaurante, ahorita sigues analizando las cosas

Lo tomó de la mano para jalarlo y hacerlo caminar hacia el interior del restaurante, lo que el pelirrojo no debía saber es que al igual que era el dueño de hospitales y empresas de comercio también era el líder de la Port Mafia, la mafia más temida en todo Japón y que poco a poco el mundo empezaba a temer, pero era algo de lo que él no debía de enterarse, no quería que conociera ese lado tan desagradable suyo.

En el interior del restaurante fueron guiados hasta la terraza donde sólo estarían ellos para que sea más cómodo para el pelirrojo, le jaló la silla y dejó que el pelirrojo se sentara para luego sentarse él al frente del chico.

–Bien, lindura, empecemos esta hermosa cita

Tomó su mano y la besó suavemente.

Aunque el pelirrojo seguía en shock al final terminaron hablando de varias cosas para que el menor conociera más del mayor, al final fue un día bastante interesante.

Cuando llegó la hora de irse el castaño pagó y luego volvieron al auto.

–Bien, ya empieza a ser algo tarde así que este bebé debe volver a casa

Dijo mirando al pelirrojo y luego le sonrió.

–No me digas así, no soy tan menor

–Pero eres mi bebé, ¿O me equivoco? Antes habías dicho que era tu daddy

El pelirrojo se sonrojó ante sus palabras y negó.

–¡Y-Yo no dije eso, escuchaste mal!

El mayor rió y se encogió de hombros.

–No lo sé, yo estoy seguro de que te escuché decir que era tu daddy~

El pelirrojo al final se adelantó para ignorarlo y subirse al auto cruzado de brazos.

–Idiota, idiota

El castaño subió al auto mientras seguía riendo y se acercó para abrazarlo.

–No te enojes, lindura, ya me callo, ya me callo

Al final el pelirrojo de nuevo volvió a esconderse entre sus brazos y siguió todo el viaje así, estaba cansado, quería dormir y admitía que los brazos del mayor eran cómodos.

–Precioso, ya llegamos

Susurró suavemente mientras acariciaba su cabello y miraba la casa enfrente de ellos.

El pelirrojo se removió entre los brazos del mayor y se separó.

–¿Ah...? ¿Me dormí...?

El castaño sonrió mientras le quitaba suavemente el cabello de la cara.

–Sí, pero no importa, anda ve a casa y descansa, hoy fue un día cansado para ti

El pelirrojo asintió aún algo atontado por el sueño, se acercó dejando un besito en la comisura de sus labios y luego tomó su mochila.

–Buenas noches, Dazai...

Bajó del auto y en modo automático fue hasta la puerta, la abrió y entró, tiró todo en el sofá y siguió su modo automático hasta su habitación dónde se dejó caer en la cama y se quedó dormido, luego cuando su hermana llegara se quitaba el maquillaje y se ponía la pijama, por el momento sólo quería dormir, aunque debía de admitir que trataba de dormir y sentía que era incómodo a comparación de los brazos del mayor.

Bajó del auto y en modo automático fue hasta la puerta, la abrió y entró, tiró todo en el sofá y siguió su modo automático hasta su habitación dónde se dejó caer en la cama y se quedó dormido, luego cuando su hermana llegara se quitaba el maquilla...

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Daddy ||Soukoku|| ||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora