Chuuya es acosado por un desconocido, tiene la intención de seducirlo para llevarlo a la cárcel
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Advertencias
-Chuuya tiene 16 años y Dazai 25
-Los personajes no me pertenecen, la historia si
ADVERTENCIA. ESTE CAPÍTULO CONTIENE MENCIÓN DE CICATRICES, LESIONES, INTENTOS DE SUICIDIO Y MATERIAL SENSIBLE
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Todo iba tan bien, se sentía como en un cuento de hadas, su hermana ya no peleaba tanto con Dazai, lo dejaba salir más seguido a citas con él y hasta a quedarse a dormir más seguido en su departamento, pero llegó un día en el que ni siquiera le llegó un mensaje de buenos días del castaño, le pareció extraño, pero decidió dejarlo pasar, tal vez todavía no se había despertado, algo extraño para alguien que duerme de dos a tres horas, pero no le quiso dar muchas vueltas.
Llegó al colegio y habló un rato con Atsushi, miraba su celular a cada instante, nada y nada, Dazai no le escribía.
Decidió salir al baño para poder llamar al castaño, cuando lo contestó escuchó una voz demasiado cansada, pero sabía que era su pareja.
–¿Sí?
–Dazai, soy yo, ¿Todo bien?
–Ah... Chuuya, sí, todo bien, hoy no podré ir por ti, ni hablar contigo, lo siento, te veo luego
Antes de que pudiera decir algo más la llamada se había cortado, se quejó ante el comportamiento del castaño, nunca había sido así con él, ¿Qué le pasa? Y no era sólo ese día, venían ya días en el que lo notaba distante y algo distraído, ¿Y si ya no lo quería?
Pasó con ese pensamiento en mente todas las clases, sentía que se le quebraba el corazón, ¿Y si su hermana tenía razón? ¿Y si Dazai ya se cansó de él?
Cuando llegó a su casa agradeció a todos los dioses que su hermana estuviera ahí porque no tardó en correr hasta ella para poder abrazarla.
–Anee-san... Dazai lleva distante varios días... ¿Y-Ya no le gusto?
Se separó mirando a su hermana a punto de llorar, ella frunció el ceño y trató de no explotar en contra del imbécil ese, le había dejado muy en claro que no quería ver a su hermano llorar por su culpa.
–Tranquilo, amor, no creo que sea eso, Dazai en estas épocas suele ponerse así, dale su espacio
El pelirrojo parpadeó varias veces tratando de alejar esos malos pensamientos de su mente.
–¿En estas épocas...? ¿Por qué...?
La mujer se tensó ante esa pregunta y luego hizo una leve mueca.
–Mañana es el aniversario de muerte de su mejor amigo
El pelirrojo se quedó en shock ante sus palabras, no sabía qué decir o qué hacer, ¿Por qué no le había dicho eso?
