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No quería hacer surf.
Me sorprendí a mí misma pensando eso. El surf era una de las cosas que más amaba. Me encantaba la sensación de estar en una tabla, mientras flotaba en el agua. Me siento libre cuando consigo coger la ola del día, como si no hubiera preocupaciones. Solo éramos el mar y yo.
Y hoy no me apetecía. Quería abofetearme mentalmente por haber discutido con JJ, así ahora probablemente ya estaría con la arena entre los dedos, el viento azotando mi cara, y la ola perfecta bajo mis pies.
Pero no, ahora mismo me encontraba dudando entre si sacar la tabla del maletero para ir a surfear, o para pegarme en la cabeza repetidas veces con ella.
-¡Vamos, Vero! -me apresuró Pope, detrás de mí.
Suspiré pesadamente y agarré la tabla, para después cerrar la parte trasera del coche, girándome hacia mis amigos.
Pope golpeaba el pie izquierdo con el suelo a un ritmo, impaciente, pero JJ estaba ausente. El rubio se encontraba con su tabla bajo el brazo, mirando al mar.
-Bien, vámonos -sentencié, y, con la mano libre, les indiqué a los chicos que empezaran a caminar.
Pensaba que los cinco minutos que se tardaban en llegar a la playa serían los más incómodos de mi vida, pero, sin embargo, no lo fueron. JJ y Pope hablaban normal y corriente, teniendo sus discusiones estúpidas, yo caminaba detrás de ellos sin decir una palabra. Y, aunque no estuviera metida en la conversación, me alegraba no tener que mirar al rubio a los ojos o entablar una con él.
-¡Hey! -gritó JJ nada más pisar la arena, al ver a John B y Kiara hablar sentados en sus tablas de surf-. ¡Guardadnos algunas olas!
Me deshice de la toalla de mi hombro y la tiré al suelo, ya que estaba en bikini y no necesitaba desprenderme de ninguna otra prenda de ropa, para luego correr detrás de ambos chicos. Nada más notar el frío del agua y nadar hacia mis amigos, me sentí una nueva persona.
-Oye -Kie apartó la mirada de John B y la dirigió hacia nosotros-, ¿dónde habéis estado?
-Ya sabes, Kiara. -Puse una pierna a cada lado de mi tabla y apoyé mis manos delante de mí, descansando-. Repartiendo entregas a los malcriados de los Kooks.
-Malcriados, pero te gustan. -cerré los ojos, intentando pensar que el susurro de JJ no había sido real y era inventado por mi parte.
-Ronnie, ¿qué coño le ha pasado a tu boca?
-Podrías ser más sutil, John B -le reprochó Kie, salpicándole. Me estremecí, buscando una excusa rápida.
-Me caí y me corté con algún objeto de uno de los pedidos -dije lo primero que salió de mi mente. Me arrepentí al instante, sonaba demasiado irreal.
