Cuando su tío, Lord Mace, le pidió que lo acompañara a Desembarco del Rey, no pudo contener la emoción. Claro que le quitó importancia, diciendo que ya era hora de presentarla en sociedad. Después de todo, Dayana tenía 14 años y en poco tiempo estaría en edad de casarse.
A diferencia de su tío, Loras, su querido primo, se mostró emocionado porque ella lo viera participar en las justas. Tanto así que, cuando Dayana llegó al torneo de la Mano con su nodriza Tisha, su litera estaba repleta de miles de flores a pedido de Loras.
Al otro lado de los muros de la ciudad, junto al río, se habían plantado un millar de tiendas, y el pueblo llano acudía en riadas para presenciar los juegos. Dayana se sentía emocionada por la cantidad de oro, joyas y colores que adornaban los escudos y blasones de las casas. Tisha le golpeó disimuladamente su muslo, y Dayana se levantó de inmediato. La reina Cersei estaba frente a ella. Trató de respirar, pero no pudo. La reina era una mujer de belleza abrumadora, con cabello dorado y ojos verdes, una mirada distante e intensa a la vez.
Su tío se adelantó a besar la mano de la reina y la princesa. Luego, apoyó ambas manos sobre los hombros de Dayana en señal de cariño, un cariño que nunca había demostrado por ella.
—Alteza, mi hija menor, Lady Dayana.
Dayana sonrió con cortesía, ignorando el hecho de que su tío la llamó "hija", e inclinándose en una reverencia hacia la reina y sus hijos.
—Alteza, es un honor estar ante vuestra presencia.
La reina sonrió cortésmente, tomando la mano del príncipe menor que se escondía tras su falda. El príncipe Joffrey besó su mano y susurró algo sobre su belleza. La princesa Myrcella, en cambio, miró a su madre con una sonrisa ansiosa. La reina miró a su guardia, asintiendo, y siguió su camino hacia los mejores asientos en la tarima real.
—Lord Mace, la princesa Myrcella desea que Lady Dayana le haga compañía durante las justas.
Su tío la miró con alegría; su rechoncho rostro se hizo aún más ancho.
—Será un honor, princesa.
Dijo rápidamente. La niña, casi de su edad, tomó su mano y la arrastró hacia donde estaba su madre. Su tío sonrió con cierto orgullo. Dayana también sonrió, siendo muy cortés, educada y amable con la princesa.
—Me agrada vuestro vestido, Lady Dayana.
No pudo evitar sonreír. Era el primer vestido de seda que usaba, una seda verde preciosísima, con delicadas mangas y ribetes, muy parecido a los de Margaery.
—Le agradezco su gentileza, alteza. Su vestido es exquisito, el color rosa resalta su belleza.
Myrcella y ella hablaron durante la mayor parte de las justas, sobre los blasones, los vasallos de distintas casas y algunos caballeros. Hasta tuvo el placer de conocer a Jaime Lannister, el tío de Myrcella, que se acercó a la tarima a ofrecerle una rosa roja a su sobrina.
El momento más aterrador de la jornada se produjo durante la segunda justa de Ser Gregor, cuando acertó con la lanza a un joven caballero del Valle bajo el gorjal de la armadura con tal fuerza que se le clavó en la garganta y lo mató al instante. El joven cayó, tenía la punta de la lanza de Ser Gregor clavada en el cuello, y la sangre brotaba en latidos lentos, cada uno más débil que el anterior. La armadura del joven era nueva, brillante, seguramente era su primer torneo; el acero, al reflejar la luz, mostraba destellos de fuego a lo largo del brazo extendido. En aquel momento, el sol se ocultó tras una nube, y el fuego desapareció. La capa era azul, del color del cielo, con un ribete de medialunas; pero, a medida que se empapaba de sangre, la tela se oscurecía y las lunas se fueron tornando rojas una a una.
Era la primera vez que veía morir a un hombre, y estaba segura de que no sería la última.
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El nombre Dayana se lee así: Daiana.

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Inefable/Got
FanfictionLa historia sigue a Dayana Tyrell, la más joven de la familia Tyrell, mientras es presentada en sociedad en Desembarco del Rey. A través de estos eventos, Dayana experimenta la belleza y la crueldad de la vida en la corte, aprendiendo rápidamente so...