La historia sigue a Dayana Tyrell, la más joven de la familia Tyrell, mientras es presentada en sociedad en Desembarco del Rey.
A través de estos eventos, Dayana experimenta la belleza y la crueldad de la vida en la corte, aprendiendo rápidamente so...
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Actualidad
Margaery y Dayana compartían después de la cena algunos dulces, largas charlas e incluso algunos chismes. Aquella noche, la más joven se encontraba especialmente preocupada. No era costumbre escuchar tras la puerta, pero durante la tarde había oído algo que llamó su atención, un nombre para ser exacta: Robb Stark.
—Estás silenciosa esta noche, querida prima. ¿Qué te causa molestia? —preguntó Margaery, con una mezcla de preocupación y curiosidad en su voz.
Dayana suspiró y miró a su prima, dudando por un momento si debía compartir sus inquietudes.
—Escuché a tu padre hablar de "ese compromiso con los Stark", el que hicieron hace algunos años, sobre mí y...
—Robb Stark... —completó Margaery con una sonrisa.
Dayana asintió, sintiéndose un poco más aliviada al ver la reacción relajada de su prima.
—¿No crees que es muy pronto para casarme? Tu padre dijo...
—Mi padre cumplirá la promesa que le hizo a tu madre. Le juró que te haría feliz y dichosa. —Margaery le acarició la mano con ternura—. Además, piensa en las oportunidades que esto te traerá.
—Si me envían allí, ¿vendrás a visitarme? No quiero estar sola allí. Dicen que el clima es muy frío y no crece ninguna flor en la nieve. —La preocupación en la voz de Dayana era palpable.
Margaery soltó una risita, tratando de aliviar la tensión.
—Naturalmente, solo dos veces al año, pero te mandaré pergaminos todos los meses. Y en cuanto a las flores, estoy segura de que Robb podrá plantar flores invernales para ti.
Dayana asintió lentamente, encontrando consuelo en las palabras de su prima. Margaery tomó las manos de Dayana entre las suyas.
—¿Qué te tiene preocupada? Dime qué es lo que te preocupa de verdad.
Dayana bajó la mirada, mordiéndose el labio inferior antes de responder.
—¿Y si es como se dice de los norteños? Una bestia fría y cruel...
Margaery le sonrió, golpeando ligeramente su mano con suaves toques.
—Lo que puedo decirte es que no comen carne humana, eso seguro lo inventaron.
Dayana soltó una risita ante la broma. Margaery apretó sus manos con fuerza, levantando la vista para verla.
