𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸18

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Pasado

Dayana nunca se había enamorado, pero había habido caballeros que le habían llamado la atención.

Como el joven Dayne, de la casa vasalla de los Martell, un apuesto joven de piel dorada y ojos violetas que había conocido en una festividad en Altojardín. Dayana recordaba cómo había destacado entre la multitud con su porte elegante y su sonrisa encantadora. Aunque solo habían intercambiado algunas palabras, su recuerdo permanecía vívido en su mente como una promesa de lo que podría ser el amor.

Otro caballero que le había fascinado fue uno de los Lannister . Dayana no recordaba su nombre, pero sí su mirada segura y su habilidad con la espada , Era un hombre de corte galante, con modales refinados que parecían salidos de las historias que tanto disfrutaba leer.

Dayana no paraba de nombrar a ambos caballeros,  demasiado mayores para su corta edad de ocho años .

—¿Y millones de vestidos y coronas como una princesa? —preguntó Dayana una vez, mientras caminaba con su tio por los jardines de Altojardín, observando las flores en plena floración.

—¿Allí hay princesas verdad ? —continuó, fascinada por la idea de la nobleza y el prestigio que rodeaban a las casas reales.

—No solo en Desembarco del Rey hay princesas, querida —respondió su tio con una sonrisa cálida—. Los Martell también son príncipes y princesas en su propia tierra.

—Quiero ser una —dijo Dayana con determinación en sus ojos, imaginando un futuro lleno de gracia y honor, como las damas de las canciones que tanto admiraba.

—Algún día lo serás, si Margaery se convierte en reina —respondió su tio, acariciando suavemente el cabello de Dayana mientras observaban las abejas zumbando entre las flores.

Dayana suspiró, sintiendo el peso de las expectativas sobre sus hombros incluso en una edad tan temprana. Soñaba con un futuro donde podría elegir su propio destino, donde el amor y el deber se entrelazaran en una danza armoniosa. Pero por ahora, esos sueños eran solo eso: sueños, tejidos con hilos de esperanza y anhelo.

...

Lamentablemente, la estancia de Dayana se había extendido y no había posibilidad de volver a Altojardín en este momento.

Dayana no la estaba pasando bien. La nueva reina no solo había comenzado a usar su riqueza en vestidos y joyas , cosa que a Dayana no le gustaba como buena Tyrell le gustaba resaltar en al corte , sino que también se la veía todo el tiempo con Lady Catelyn, lo cual incomodaba a Dayana.

Dayana había empezado a leer los libros de la biblioteca sobre plantas. Qué aburrido era aquello, pero al menos le permitía tener una excusa para salir, buscar diferentes hojas con Nerea y volver al castillo.

—¿El rey sigue enfermo? —preguntó Dayana con cierta curiosidad, mientras hojeaba un libro sobre hierbas medicinales.

—Sí, Alteza, pero no debería preocuparse por ello. Usted sabe que no le corresponde intervenir —respondió Nerea, ocupada seleccionando algunas hojas secas para su colección.

Dayana asintió y continuó con su lectura, aunque su mente estaba en otro lugar.

—Anoche escuché que hablaban de comprometerla con un hombre de los Karstark —comentó Nerea con cautela, observando la reacción de Dayana.

Dayana frunció el ceño y dejó el libro sobre la mesa.

—No creo que sea posible. Solo uno de sus hijos sobrevivió y está muy herido —respondió, cruzándose de brazos con gesto pensativo.

Inefable/GotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora