Inefable/Got

𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 11

Había pasado tanto tiempo desde que Dayana disfrutaba de la compañía de otras mujeres que casi había olvidado lo agradable que podía resultar. Aquella semana recibió la visita de Lady Dayce y otras damas. Pasaron la tarde charlando mientras tomaban vino con miel; al anochecer, todas se retiraron a sus dormitorios. Sin embargo, Dayana no logró conciliar el sueño. Se asomó a la ventana donde había visto la cometa y miró hacia abajo, donde el lobo del Rey la observaba entre las sombras. Vio también a muchos caballeros reunidos en el muelle. Decidió tomar su capa y bajar rápidamente.

En el muelle, entre la agitación de los hombres preparándose, vio a Jon y se acercó a él con una sonrisa.

—¿Veo que sigues al rey a donde quiera que vaya? —le preguntó con curiosidad.

Jon la miró con sorpresa y luego le sonrió.

—Algo así, mi Lady. ¿Qué hacéis despierta a estas horas?

—¿Os vais a presentar en la batalla? —preguntó ignorando su pregunta , visiblemente preocupada.

—Sí, cumplí diecisiete hace algunos días. Es mi hora de unirme al campo de batalla.

—¿Y Viento Gris? —inquirió Dayana.

—Con el rey —respondió Jon con calma.

—Ambos le tenéis mucho cariño —observó Dayana, con cierta melancolía en su voz.

En ese momento, un mozo se acercó a Jon y lo interrumpió.

—Alteza , su madre os espera —dijo el mozo, haciendo una reverencia.

Dayana se quedó atónita por un momento, sintiendo una ira repentina brotar en su interior.

—¿Cómo... qué alteza...—preguntó, frunciendo el ceño hacia Jon.

El mozo, confundido por la reacción de Dayana, intentó aclarar la situación.

—¿Alteza? —dijo, mirándola con desconcierto.

—Él no... —murmuró Dayana, interrumpida por el propio "Jon".

—Dijo exactamente: "Rey Robb, su madre os espera". ¿Por qué os confunde con el rey? —Jon tenia un gesto serio.

—No es lo que piensas, yo... Jon y yo... —titubeó, tratando de encontrar palabras, dejo la palabra a medio camino , el mozo se retiró ,Dayana vio las mejillas del supuesto Jon completamente rojizas

—Es exactamente lo que parece —dijo Dayana con seriedad, buscando sus ojos azules con determinación  El rey Robb Stark la miró con atención, notando la tensión en su voz y gestos.— me has mentido —dijo ella, Su tono era firme pero no exento de dolor—. Durante todo este tiempo, me hiciste creer que eras Jon Snow, un bastardo de Invernalia. Y ahora me entero de que eres el propio Rey, Robb Stark.

Robb bajó la mirada por un momento,

— Dayana, te juro que no fue mi intención herirte —dijo él finalmente, levantando la vista para encontrarse con la mirada decepcionada de ella—. Cuando nos conocimos, quería conocerte de verdad, saber quién eras más allá de cualquier título o posición. Pero comprendo que te sientas traicionada.