Lunes por la mañana, y lo único que quiero es que deje de sonar la alarma y dormir unas horas más. Lo primero que hago es darme una ducha, al salir pongo música en mi bocina, y empiezo arreglarme.
Me pongo un pantalón de mezclilla, una de mis playeras favoritas, una sudadera negra y mis tenis blancos. Cuando estoy a punto de salir de mi habitación, me llega un mensaje de Jake:
Jake:
¡Buenos días Leo!
Leo:
¡Buenos días igual para ti Jake!
Jake:
Los veo en un rato para irnos a la escuela.
Leo:
Me parece muy bien, en un rato te vemos. ¡Excelente inicio de semana!
Jake:
¡Muchas gracias Leo! Igual para ti.
Al salir de mi habitación me dirijo a la cocina para desayunar. En la mesa estando con mi familia, empezamos a platicar:
— Les deseo que tengan un gran primer día de clases hijos —dice mi papá sonriendo.
— Sí hijos, disfruten mucho este día. Ya sé que no será fácil, pero traten de hacer amigos y pasarla bien —dice mi mamá.
— ¡Muchas gracias papás! La verdad estoy muriendo de nervios, pero al saber que Calvin y Jake estarán ahí, me tranquiliza un poco. Bueno eso creo jaja —respondo.
— Tú no te preocupes hermanito. Ya sabes que, si alguien te molesta o te hace sentir mal, se las verá conmigo —me dice mi hermano guiñando el ojo al final.
— Por cierto, Calvin, no quiero que en tu primer día nos llamen por problemas de conducta tuyos, ¿Entendido? —le dice mi mamá con tono serio.
— Jaja no les aseguro nada —responde mi hermano.
— Bueno, Calvin y yo ya nos tenemos que ir porque Jake nos espera, ¡Los quiero! —me despido dándoles un abrazo a mis papás.
— ¡Mucha suerte! —gritan mis papás.
Cuando salimos de la casa, le digo a mi hermano que no quiero que se vaya a comportar grosero con Jake.
A los pocos segundos Jake sale de su casa, nos saluda y nos dice:
— ¡Hola buenos días! ¿Ya están listos? —estrecha su mano con la mano de mi hermano, y después con la mía.
— ¡Hola Jake! Si, eso creo —respondo un poco nervioso.
— Qué onda Jake, yo estoy más que listo jaja, ¿Y tú? —responde mi hermano en tono burlista.
— Así es Calvin, yo siempre estoy listo —le responde Jake levantando su cara y tratando de retarlo con la mirada.
— Me da gusto que los dos estén más que listos chicos, pero... ¿Y si mejor ya nos vamos? —les interrumpo su plática para romper la tensión.
— Deja te abro la puerta Leo —dice Jake abriendo la puerta del copiloto de su camioneta.
— Muchas gracias, que amable Jake —le respondo con una sonrisa.
— No agradezcas Leo, ¿Quieres que te ayude a subir?
— No es necesario Jake, yo lo voy a ayudar —le responde mi hermano mirándolo un poco molesto.
— ¡Basta los dos! Muchas gracias, pero yo puedo hacerlo solo —les respondo subiendo mi tono de voz.
— Está bien Leo. Pero si ocupas ayuda en algo, no dudes en decirme —me dice Jake.
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Una historia de amor diferente
Ficção Adolescente"Mírate Leo, ni en tus más locos sueños imaginaste que esto algún día pasaría." En esta historia, Leo, un chico en silla de ruedas, empezará de cero con su hermano mayor y sus padres en nueva ciudad. Al llegar a ella, Leo conoce a Jake, él chico het...