Capítulo 10

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Al día siguiente, lo primero que hago al despertar es revisar mi teléfono para ver si tengo algún mensaje de Jake. Cuando lo hago y observó que no tengo ninguno, eso hace que me sienta un poco triste. Ahora lo que me preocupa es mi hermano y lo que le voy a decir cuando me pregunte acerca de lo que vio ayer.

En toda la mañana me la paso evitando a mi hermano para que no me cuestione. Al caer la tarde, me salgo afuera de mi casa con mis audífonos, y al estar ahí veo que Jake también sale de su casa. Al momento en el que el sale, yo bajo mi cabeza y me pongo a observar mi teléfono para disimular que no lo he visto. Mientras estoy observando mi teléfono, me llega un mensaje de Jake:

Jake:

Hola... En este preciso momento te estoy viendo.

Cuando veo el mensaje, lo ignoro y no le respondo, aunque por dentro muero por hacerlo. Al ver Jake que ignore su mensaje, me vuelve a mandar otro:

Jake:

¿Con que me estas ignorando verdad?

Al leer su mensaje, nuevamente lo vuelvo a ignorar, y sigo observando mi teléfono mientras escucho música. Cuando Jake ve que no contestó, me grita desde afuera de su casa: «Jaja, que gracioso». En ese momento hago como que no lo escucho, y nuevamente me vuelve a gritar: «Ah, ¿Sí?». Al ver que sigo sin voltearlo a ver, cruza la calle, y al llegar conmigo, se pone enfrente de mí, me quita los audífonos y me pregunta:

— ¿Me vas a seguir ignorando?

— ¿Disculpa? —le respondo un poco molesto.

— Ok te disculpo por ignorarme —lo dice bromeando para romper el hielo.

— Jaja, que gracioso.

— Ya enserio Leo, yo soy el que te debe una disculpa por no responder el mensaje que me mandaste en la noche, pero hay una explicación del porqué no lo hice.

— ¿Así? ¿Y cuál es?

— Ayer después de que me fui de tu casa, me fui con Robert a beber, y terminamos bastante ebrios. Por esa razón se me olvidó por completo revisar mi teléfono, hasta hace un momento que vi tu mensaje —lo dice mientras se sienta en la banqueta.

— Oye que buena excusa, haré como que te creo —se lo digo bromeando.

— ¡Es enserio!

— Ok, está bien...

— Y respondiendo a tu mensaje... Yo tampoco quiero que nuestra amistad termine, y mucho menos que tú salgas lastimado —me voltea a ver.

— Tú siempre sabes cómo contentarme...

— Aunque debo confesarte que lo que me dijiste ayer si me dolió.

— Lo se Jake, y en verdad te ofrezco una disculpa. Lo que te dije ayer lo dije sin pensarlo, aparte estaba muy nervioso y un poco molesto.

— No te preocupes Leo, te entiendo, yo también estaba muy nervioso y algo molesto. Por cierto, ¿Qué pasó siempre con Calvin?

— No ha pasado nada con él, todo el día lo he evitado y así lo seguiré haciendo.

— Pero estas de acuerdo que en algún momento te va a preguntar ¿Verdad?

— Si lo sé, pero no te preocupes que en ese momento se me ocurrirá algo —le guiño el ojo.

— ¡Oye, solo yo puedo guiñar el ojo!

— Ah, ¿Sí? ¿Quién lo dice, o qué?

— ¿Quién crees tú?

— No lo sé, ¿Tú?

Una historia de amor diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora