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Pov. Rosé

Nunca creí que inspiraría lo suficiente a alguien para que hiciera algo tan hermoso como esto en una ocasión tan sencilla y especial como lo es la primera cita, todo es tan natural y poco cargado de accesorios, de personas o de dinero invertido que lo convierte en perfecto, en el lugar y momento ideal para enamorarse más y aventurarse a comenzar una relación; oficialmente nos habíamos convertido en novias y no gracias a Lisa. Creo que fue tanto el tiempo que estuvimos reprimiendo nuestros sentimientos que terminaron explotando, desbordándose por cada uno de nuestros poros, y juro que no estaba planeado mas fue tanto el deseo que nos abarcó al pasarnos de tono con los besos que terminamos haciendo el amor con solo el firmamento como testigo.

–Pensé que te gustaban las estrellas-comentó acariciando mi espalda sin despegar la vista del cielo nocturno, yo me acomodé aún con los ojos sobre ella dejando un pequeño beso en su mejilla, me miró y le sonreí besando ahora sus labios con mayor dedicación.

–Me encantan, ahora mismo me están mirando las dos más hermosas, las más brillantes y mis favoritas entre millones, se podría decir que son de otra galaxia-me senté a horcajadas sobre su regazo sintiendo el frío erizar mi piel–un par que quisiera ver durante toda mi vida y que me vean con tanto amor como lo hacen ahora-inclinándome sobre su cuerpo capturé su labio inferior entre mis dientes tirando ligeramente de él–unos que quisiera ver justo antes de dormirme y nada más despertarme, los únicos luceros que brillan durante el día, y que me hacen la más afortunada porque solo me miran a mi-bajé hasta su cuello besando y succionando su pulso, le sujeté las manos por encima de su cabeza bajando mis labios por su pecho que ahora se movía de forma irregular–esos que pertenecen a la mujer más hermosa del universo y que amo incluso desde antes de nacer en este mundo, porque esto que estoy sintiendo es demaciado intenso para que sea producto de una sola vida-alzó su cadera rozando nuestros centros, reí por su desesperación y clavé mis ojos en los suyos bajando más la velocidad de mis caricias «¡Juro que si no acabas ya no me volverás a tocar en mucho, muchísimo tiempo!» vociferó soltando varios jadeos, subí besando sus labios con dedicación para luego seguir más abajo, «¡Roseanne Park, joder!» gritó cuando lamí y mordisqueé uno de sus pechos, atendí de la misma forma al otro deslizando después mi lengua por su abdomen y vientre dejando besos húmedos por toda su piel. El timbre del celular de Lisa me distrajo de mi labor haciéndola reclamar casi a alaridos, tendremos problemas cuando hagamos esto donde hayan otros seres humanos–Es tu madre, Lili-anuncié sentándome a su lado y entregándole el teléfono móvil cuando se incorporó, resopló antes de contestarlo.

–Si mamá... ya sé que es la tercera vez que marcas pero es que... podrías dejar que te explique-levantó las voz a lo que sea que le haya dicho su madre, acaricié su muslo para que se calmara y suspiró dedicándome una cálida sonrisa–vamos para allá mamá... sí, dije vamos, mi novia irá conmigo-entrelazó su mano con la que yo tenía sobre su cuerpo uniendo nuestros labios separándolos bruscamente cuando su progenitora volvió a hablar–Ya resolveremos eso en casa, y no hay nada que discutir sobre mi relación-colgó lanzando el celular a la canasta y acostándose de nuevo en la manta.

–Creo que deberíamos ir recogiendo las cosas-comenté tomándola de la mano para levantarla pero solo conseguí un «no quiero» por respuesta y un tirón que me hizo caer a su lado, me envolvió entre sus brazos enterrando su rostro en mi cuello–Lis, tu madre odiará más a tu novia si nos seguimos retrasando, no te dejará verla ni salir con ella, o sea, que te alejará de mi, todos estos años cayéndole bien no servirán de nada si nos demoramos más tiempo-besé su hombró obteniendo un resoplido de su parte y que se pusiera de pie, imité su acción y después de vestirnos y guardar todas las cosas en la canasta y el bolso emprendimos nuestra caminata en dirección a la casa Manoban–No sé como tomarán mis padres la noticia de que estamos saliendo ni todas las cosas que digan, de lo único que estoy segura es de que no será nada bonita su reacción, así que te pido disculpas de antemano-escuché su voz luego de varios minutos de camino abrazé su brazo recostando mi cabeza en este.

–No tienes por que hacerlo, desde un principio supe que no lo tomarían bien, al menos no a la primera y nunca me ha importado; además mi padre tampoco te trató de la mejor manera y solo era una suposición, ¿te imaginas cuando le contemos que ahora es real, qué nos amamos, cuándo nos vea besándonos o si se entera qué ya hemos tenido relaciones sexuales?-bromeé con algo muy real, mi papá no es el más abierto que digamos a que su hija, su «pequeña princesita» tenga pareja, ni siquiera una chica sabiendo que no puedo quedar embarazada «el simple hecho de que compartas el amor que es solo mío con alguien más me enferma» decía cada vez que mamá mencionaba el tema, siempre ha sido sobreprotector, a veces demaciado.

–Me mata y después te obliga a entrar en un convento, sería gracioso ver la cara de las monjas cuando le diga que eres lesbiana, que tu hermano es gay y que él mató a tu novia porque no le gusta compartir el amor de su hija; de una le hacen un exorcismo a toda la familia o los encierran en el loquero-rió y pellizqué sus costillas con un pechero en mis labios.

–Tú también eres parte de la familia ahora, realmente me gustaría estar en un manicomio contigo, así haríamos el amor como locas-le guiñé un ojo estallando en carcajadas acompañada de ella–Los que sí estaran felices serán Yoongi y Jimin, no dejarán de molestarnos hasta que fallescamos ¿estás preparada para eso?

–Por ti estoy preparada para todo.

Visitantes (Chaelisa-Jensoo-Seulrene)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora