Visitantes (Chaelisa-Jensoo-Seulrene)

7

Pov. Irene

–La chica que encontré es Lisa, ella es igual que yo-nuestras expresiones quedaron congeladas al escuchar sus palabras, mi mente quedó en blanco con esa noticia, no sabía que pensar sobre esto ¿tomarlo como un chiste, tomarlo en serio?

–¿Lisa?-Seulgi soltó la única pregunta que rondaba en nuestras cabezas, fue la primera en lograr reconectar su cerebro a su cuerpo.

–Sí, y sospechamos que ustedes también lo son, por eso nos reuniremos esta tarde en casa de Rosie, probaremos el localizador con las cuatro-informó Lis sosteniendo la mano de la rubia en señal de apoyo, eso era lo que la tenía tan mal, no quería preocuparnos por algo que no estaba segura, fui hasta ella y la abrazé besando su mejilla.

–Gracias unnie-sonreí y correspondió de la misma forma entendiendo a que me refería. El timbre sonó y pasamos al salón, recibimos las clases y por primera vez en más de una semana nos reunimos todas en la cafetería compartiendo risas y comida, las cosas estaban volviendo a ser como antes. Al terminar el horario escolar regresé a casa no sin antes pasar por el mercado a comprar todo lo necesario para la comida de los gemelos.

–¡Hermanita!-Chanmin llegó corriendo y rodeó mi cintura con sus pequeños brazos–¿Crees que me paresco a mamá? Abuela me dijo que sí-la cargué y planté un beso en su frente mirando sus brillantes ojos.

–Eres idéntica a mamá-sonreí acariciando su rostro, la misma piel pálida, esos ojos color miel tan cálidos, su sonrisa, sus gestos–y Chenyeol es igualito a papá-su cabello castaño oscuro completamente lasio, sus labios gruesos y ojos negros, su fascinación por los aviones y amor por la pesca.

–¿De verdad?-Chen salió de la habitación y se acercó a nosotras, bajé a mi hermana y apreté el hombro de ambos.

–Así es, estarían demaciado orgullosos de tener hijos como ustedes-mis ojos se cristalizaron, diez años no fueron suficientes para conpartir con ellos, deberían estar aquí con nosotros, viendo crecer a los gemelos, dándome consejos sobre la vida y el amor, siendo felices como antes.

–Estamos seguros de que también están orgullosos de ti-me abrazaron y las lágrimas comenzaron a salir, no me había dado cuenta de cuanto los extrañaba, las tardes de películas, las salidas al lago, los besos y mimos, incluso las noches de pesadilla donde terminaba durmiendo con ellos en la cama.

–No tienes por que llorar hermanita, ellos no están pero nosotros sí y nunca te vamos a dejar-limpiaron mi rostro con sus manos y me regalaron una sonrisa.

–¿Ustedes no estaban enfermos?-inquirí alzando la ceja y cruzándome de brazos, bajaron la mirada jugando con sus pies ¡me recuerdan tanto a mi cuando mamá me regañaba!

–Es que nos aburríamos en la cama-susurró Chen y Chan asintió con un puchero.

–Bien, pero ahora regresen allí en lo que preparo su sopa-mandé y obedecieron, preparé su cena y la nuestra, mi abuela llegó poco después y luego de decirle que iría a casa de Chaeng me dirigí al lugar del encuentro.

–¿Cómo siguen los gemelos?-indagó Seulgi mientras subíamos las escaleras hasta la habitación.

–Están mejor, pronto podrán regresar a la escuela-sonreí conectando mis orbes con los suyos, tan hermosos, todo en ella es hermoso.

–¡Hasta que al fin llegan!-reclamó Jisoo colocándose en posición de jarra–Casi no tenemos que esperar un año para que las señoritas aparecieran-comentó con sorna y las demás rieron.

–Ya déjalas en paz Soo, lo buenos es que llegaron-Jennie acarició su brazo para tranquilizarla y su rostro se puso peor que un tomate, aguanté la risa mordiendo mi labio inferior, es demaciado entretenido ver a Chu intentendo ocultar los sentimientos de los que ya todas sabemos excepto Jen, porque es un poco lenta a veces.

–Bueno, bueno, ya déjense de tonterías y pasemos a la verdadera razón por la que estamos aquí, tendrás suficiente tiempo después para seguir peleando-calmó Lisa, nos encogimos de hombros y nos sentamos en el sofá y en el suelo con algunos cojines.

–¿Qué es lo que tenemos que hacer?-preguntó Seul abrazando a Henry, un oso rojo gigante de Rosie.

–Se sentarán de una en una en la cama, tomarán el localizador en sus manos, cerrarán los y pensarán en algo que les traiga muchas emociones, de cualquier tipo, y si brilla ya se lo informaremos cuando terminen-explicó Rosé caminando de un lado a otro, Lisa no quitaba sus ojos de ella, parecía hipnotizada, son muy tiernas, si solo se dijeran lo que sienten dejarían de sufrir por no estar con la otra, pero como dicen «no se debe forzar nada, cada cosa llega a su tiempo» miré a Seulgi frente a mi y acaricié su cabello haciendo que me mirara, le sonreí e hizo lo mismo volviendo su vista a la mayor.

–¿Y tú en que pensaste Lis?-indagó Jennie con malicia y Jisoo contuvo la risa tapándose la boca con la mano.

–Yo..bueno..yo...en nada importante-balbuceó bajando la cabeza avergonzada.

–¿Pero no tenía que ser algo o alguien que signifique mucho para nosotras?-esta vez fue Jis, querían que explotara, nos encanta ver a la tailandesa perder los estribos con el tema de Chaeng.

–¡Ya basta! Solo presten atención-murmuró lo último y no lo pudimos evitar, estallamos en sonoras carcajadas recibiendo miradas asesinas de la rubia, a ella también le gustaba molestarla, pero no cuando no entiende de que hablamos–¿Quién será la primera en intentarlo?

–Yo-Jen levantó su mano como en el colegio y Rosé asintió pidiéndole que tomara asiento en la cama, colocó sus manos en copa y sostuvo el localizador con los ojos cerrados, a los pocos minutos la luz plateada volvió a cegarnos y la tensión aumentó en la habitación–¿Y bien?

–Eren una de nosotras-informó Lisa con expresión seria, no sé a donde nos lleve todo esto, pero debo confesar que tengo algo de miedo.

–¿Por qué presiento que todas somos extraterrestres?-solté sin pensar y recibí miradas frías de parte de todas, no es el mejor momento para un comentario de ese tipo.

–Eso ya lo veremos ¿quien es la próxima?