Visitantes (Chaelisa-Jensoo-Seulrene)

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Pov. Lisa

Comimos todo lo que nos permitieron, estamos en pleno desarrollo y no nos quieren alimentar bien. Dicen que comemos mucho, pero eso no es cierto... bueno si, es cierto, lo bueno es que no engordamos, porque si no protagonizaríamos «Liberen a Wily» segunda parte.

Estamos en nuestras respectivas camas viendo «Paraiso de infieles», esta gente está muy loca, se acuestan con otras personas en la misma casa donde se encuentran sus novios o novias. Esto es divertido, pero solo es para dar tiempo a que la abuela de Jisoo se duerma, ahí empezará la verdadera diversión.

Ya eran las 3:00 am y por fin la abuelita insoportable se había dormido.
Le tiré la almohada a Rosé la cual minutos antes se había levantado para ir al baño. Me miró y se que pudo ver mis intenciones por la manera malévola en la que me sonrió. Miró de reojo a Jennie, la vi sonreír para acto seguido aventarle la almohada a la cara. El rostro de Jennie es un verdadero poema, Rosie y yo estallamos en carcajadas.
Y ahí empezó nuestra pelea, poco después se sumaron Jisoo e Irene, volaron almohadas, cobijas y hasta pantuflas.

–¿Y Seulgi?-preguntó Rosé. Por inercia todas volteamos a la cama que compartían Irene y la anterior mencionada. La encontramos profundamente dormida.

–¿Podemos hecharle pasta dental-indagó su compañera en un tono falsamente inocente.

–¿Por qué no?, de todas formas es una pillamada, todo se vale-le contesté guiñándole un ojo de forma coqueta.

–Yo voy a ir por ella al baño-habló Jisoo para salir corriendo en dirección a este. A los pocos segundos regresó junto a nosotras.

–Yo quiero echársela primero-dijo mi rubia amiga haciendo un puchero, es muy tierna, parece una ardillita.

–Está bien, pero deja para las demás-sentenció Jennie  cruzándose de brazos. Rosé se acercó lentamente a la cama para no despertar a la bella durmiente.

–Quien diría que eres la mayor de nosotras, pareces una niña de cinco años-comentó Irene en dirección a Rosie.

–Pero ustedes no se quedan atrás, además, solo me gusta divertirme porque cuando seamos adultas serán muchas responsabilidades y no podremos volver a actuar como niñas pequeñas porque dirían que es falta de madurez-masculló la futura artista retirando la tapa del tubo plateado.

–Si, entonces, ¡seguiremos haciendo el ridículo todo el tiempo que podamos!-celebré dando pequeños saltos en mi lugar.

–Shhh-me callaron las chicas poniendo un dedo sobre sus labios.

–Está bien, está bien, me callo-dije rendida.

–Terminé-gorgojeó Rosé en un susurro.

Le hizo unas lindas gafas a Seulgi, así seguimos una detrás de la otra haciéndole bigotes, barba y todo lo que se nos ocurría. Seul duerme como un tronco, si le tiran una bomba al lado apuesto todo a que no se despierta.

La noche transcurrió muy bien, nos disfrazamos de animales salvajes y muñequitos animado, jugamos a las escondidas en toda la casa sin que la abuela se despierte, a verdad o reto, pero todo muy normal, sin nada caliente, ni atrevido. A las 6:00 am nos encontrábamos saltando de una cama a la otra y Seulgi al fin se despertó y se dió cuenta de lo que le habíamos hecho, se lavó la cara y se unió a nosotras en la diversión. Virgen, la abuela de Jisoo entró en el cuarto y todas nos tiramos a las camas inmóviles, como si así evitáramos que nos viera, nos regañó porque era muy temprano y los vecinos necesitaban dormir. Nos acostamos en nuestros respectivos lugares y a los pocos minutos nos quedamos dormidas.

Pov. Rosé

Abrí lentamente mis ojos y vi a la chica más hermosa frente a mi, su rostro reflejaba serenidad, ¿con qué estaría soñando? Ambas estábamos en la misma posición lo que volteadas en sentido contrario, nuestras frentes unidas y en posición fetal, estamos tan cerca que puedo sentir su tranquila respiración, y con esa bella imagen volvía cerrar mis ojos y caí profundamente dormida otra vez.