Visitantes (Chaelisa-Jensoo-Seulrene)

Epílogo

–¡Necesito unas vacaciones!¡Esa universidad va a matarme!-vociferó Seulgi captando la atención de varios transeúntes, aunque quién la culpa, han sido los dos semestres más largos de su existencia.

–Chicas sigan ustedes, yo les prometí a los gemelos que les enseñaría a conducir y me están esperando-les anunció Irene mientras se acomodaba la mochila a punto de desviarse de la calle principal–regresaré a la casa en la noche-concluyó lanzando besos al aire, definitivamente de las seis, la que mantiene mayor relación con su antiguo hogar, sin dudas, es Joo; tanto con su abuela como con sus hermanos, que entendieron realmente bien la necesidad de su hermana de proteger su vida y la dejaron ir, quizás por esa relación especial es que termina volviendo cada día.

–Vale, solo espero que no manejen como tú-se burló la rubia devolviéndole el gesto–¿Y tú Seul a dónde vas?-indagó ahora observando a su amiga unirse a la pelinegra en el desvío «También quiero aprender a conducir» le restó importancia aferrándose al brazo de su novia. Las otras dos que quedaron buscaron a la tercera integrante de su pequeño núcleo en casa de la familia Park dirigiéndose luego a su propio hogar.

–Cariño ¿que te parece si preparo una lazaña para la cena?-cuestionó al llegar a la cocina manteniendo el frigorífico abierto de par en par sopesando sus opciones, Lis la abrazó por detrás mirando por encima del hombro la gran variedad de alimentos–Podemos acompañarla con un vino-sugirió girándose entre sus brazos rodeándole el cuello–una música suave, y podríamos terminar haciendo el amor-le rozó la nariz con la suya manteniendo los ojos cerrado embriagándose de su aroma–muchas veces.

–Eso es más que perfecto-la besó con ganas imaginándose ya el culminar de la jornada, con sus cuerpos desnudos sobre las sábanas, la sensación placentera la piel ardiente bajo sus dedos, el sabor de sus labios en un momento tan íntimo... –pero tengo que encargarme de una abejita revoltosa ahora-habló cortando la escena y se encogió de hombros escuchando el llanto proveniente de una de las habitaciones perdiéndose en el pasillo en cuestión de minutos.

–¡Rosie, necesito tu ayuda!¡Hazme invisible o algo!-un chillido en forma de susurro fue lo que alertó a la dueña de la casa sobre la presencia de una de sus amigas haciendo que esta se agarrara el pecho con fuerza ante la repentina aparición. «Conque aquí te ocultas Kim Jisoo» esta vez fue su novia la que ingresó en la estancia con los brazos en jarra–¿Yo, esconderme?¿Como voy a esconderme de ti cariño?-la mayor la miró tratando de aguantar la carcajada que amenazaba con escaparse, Soo siempre será una dominada sin remedio.

–¡Pero que guapas están!¿Tendrán una noche romántica?-Lisa apareció con la bebé en brazos dando suaves saltos para calmarla, cuando la pequeña se aburre o nota que ninguna de sus madres está a su alrededor, hace hasta lo imposible por llamarles la atención sin importar la hora o a cuantos vecinos pueda despertar.

–Papá nos invitó a cenar-Jen no tardó en responder dejando anonadadas a la pareja contraria, que al salir de su estupor lo único que pidieron hacer fue exclamar «¡¿A las dos?!» en un perfecto coro de dos voces–Sí, parece que quiere arreglar las cosas entre nosotros, o al menos eso espero-ellas sabían perfectamente por el gran dolor que estaba pasando Jennie a causa del comportamiento de su padre, por más que se negara a aceptarlo él es la única familia consanguínea que la morena conoció, el que la cuidó al enfermarse y al que acudía en busca de cariño; tenerlo volteándole la cara cada vez que se encontraban o como respuesta un silencio cada vez que le dirigía la palabra empaña la felicidad que ahora tiene.

–Verás que sí, tu padre te ama Nini, siempre has sido su niñita-Chaeng le apretó las mejillas consiguiendo que esbozara una leve sonrisa–y entenderá que Jisoo es una gran chica y te hace feliz-sujetó la mano de la nombrada propiciándole un apretón en señal de apoyo, sin duda alguna la noche será bastante difícil para ella, porque sinceramente no saben a que atenerse. «Solo dale tiempo» agregó la castaña y ambas chicas asintieron despidiéndose después, deseándoles una feliz noche y permitiendo que regresaran a sus labores anteriores.

–¿A quien le toca quedarse con Emy mañana cariño?-investigó colocando la bandeja con la cena en el horno antes de colocar el temporizador.

–A mis padres-contesta la menor al mismo tiempo que deja a la niña en el suelo acomodando los bloques y tableros de colores a su alrededor–Sí vieras todos los juguetes que le compraron te sorprenderías, ni yo tenía tantos y era una consentida-rió Lalisa apoyándose en la isla de la cocina esperando a que Rosé terminara de ajustar la temperatura de cocción.

–Pero Emily es su primera y única nieta, siempre representará más que nosotras para ellos-se arrodilló y besó la coronilla de su hija provocando que riera, al incorporarse le hizo señas a su contraria para que la siguiera hasta el mueble.

–Amor, he estado esperando para preguntarte algo desde hace varios meses-comentó Lisa recostándose contra el brazo del sofá y atrayendo a la pelinaranja contra su cuerpo. Rosé descansó la cabeza sobre el hombro contrario entrelazando sus dedos «¿Qué es?» inquirió rodeándose con los brazos de su amante para acallar sus propios pensamientos, presentía de alguna forma el tema que tocaría–Tú mencionaste algo de un bebé, de que estabas embarazada en el momento en que moriste-las palabras que había pronunciado Chaeyoung antes de decapitar a Jungkook no salían de su cabeza, se repetían una y otra vez en bucle preguntándose si había escuchado bien, si esa posibilidad fue real aunque sea en una vida que casi no recuerda.

–Así era, horas antes de que todos se enteraran de nuestro plan para huir me enteré de que seríamos mamás-le confesó llevando por instinto su mano libre a su vientre, había sido feliz en esos momentos previos a la ejecución, había imaginado un futuro mejor que el que alguna vez hubieran podido tener en ese planeta; deseaba mucho más que imponer miedo mediante un título del brazo de un hombre que solo le provocaba repulsión. Quería congelar esos escasos momentos que disfrutaba del amor más puro que un ser viviente podría conocer, y al final, o al principio de su historia, lo han conseguido–No tuve tiempo de decirte.

–Sin embargo el destino nos compensó en esta vida-murmuró la ahora rubia para luego besar la mejilla de la mayor mientras observaban a Emily luchar en el suelo con una de sus medias de patito. Sus caminos regresaban a su curso como si nada hubiera pasado, aunque muchas cosas lo hicieron durante ese año; descubrieron quienes son y quienes quieren llegar a ser, la vida les había puesto las pruebas necesarias para que crecieran y pudieran revelar esos sentimientos que por miedo mantuvieron ocultos. Aprendieron a disfrutar de la compañía de otros, que nadie tiene el futuro asegurado y el tiempo es muy corto en verdad.

Que la realidad es que todos somos diferentes en cierta manera, no actuamos, pensamos, ni lucimos iguales; no podemos decir que es normal porque la normalidad no existe, lo común sí, lo corriente, lo que la mayoría expresa y dicen querer, pero eso no lo convierte en un hecho. Estamos prestados en estos cuerpos y en esta tierra por un período terriblemente limitado, y sin embargo lo perdemos intentando interferir en el destino de otros en vez de ser felices con el nuestro. Al final todos somos visitantes en esta vida, luchando por encajar en un mundo donde cada pieza pertenece a un rompecabezas distinto.

Holis🙋
Ahora sí es el final definitivo y no quería despedirme sin agradecerles inmensamente por leer esta historia. Es en realidad la que más tiempo he tardado en escribir y los que están aquí desde un principio saben que por una razón u otra me tomó cuatro años concluirla; así que debo agradecer otra vez a los que estuvieron desde el inicio y a los que se sumaron en el camino❤️‍🩹. Es un placer escribir para ustedes y deseo sinceramente verlos en otras historias🤩. Los amo🥰😘.

Byebye🙋.