POV TODOROKI
Después de ver la llama en los ojos del rubio, algo se encendió, dándome satisfacción. Molestarlo siempre fue divertido, aunque prenda con agua, sus ojos siempre me han sido una ventana a su alma. Transparente a un caos, lleno de dolor y pena, pero tierno, amable, admirable.
Nunca sería capaz de decirle cuánto me encanta su esfuerzo diario por todo, ni el como puede enfrentarse a situaciones con tanta devoción y energía. Ahora mismo, sólo estoy ayudándolo en uno de esos obstáculos que lo absorben. Pero lo que jamás me creo capaz de confesar, es que mi corazón se a dividido entre estos dos idiotas desde que tengo noción de su existencia.
Bakugo siempre me ha gustado, pensaba usar a Izuku para atraerlo a mí, pero desde que ese pelo verde llegó, creo que me a mantenido muy confundido. Por el momento, esto no va mal, podré estar cerca de ambos, aunque pronto tendrán que escoger...
¡JODER!, ¿será muy difícil quedarse con ambos?
Supongo que soy más codicioso de lo que me gustaría admitir, ¿qué pensaría mi padre sobre eso? Sobre cómo su hijo quiere cogerse a dos estudiantes, en una escuela homofobica.
—Quítate, imbecil —y plop, caí al suelo de mi propia cama.
Recién es el segundo día, pero ya me di cuenta como Bakugo va a empezar hacerme el día emposible cada vez que pueda. Será idiota, yo también puedo.
Me levante del suelo, dolorido y dormilado, pero podía ver su trasero desde esta altura de forma muy perfecta y sin tener que disimular, de todos modos, el que estaba frente a mí, en bóxer, era él, aún consciente de que ambos somos gay.
—Pensé que era guerra, no un coqueto indirecto —me mordí el labio con una sonrisa.
—Serás imbecil —me pateo en la cara.
Esta bien, esta vez si fue mi culpa.
No solía ser pacifista, de hecho, si fuera otra persona, ya le hubiera devuelto el golpe. Sin embargo, me había acostumbrado tanto a provocarlo, que no sentía la necesidad de devolverle el gesto. Podía hacerle más daño sin eso, él lo sabía perfectamente, sobre todo cuando me vio sonreír tras el golpe.
—Eres masoquista —bufo casi asustado.
No pude evitarlo, me reí, me reí con tantas ganas que sentía como punzaba el golpe en el labio y la ceja. Sí, dolía, también creo que me dejaría un moretón durante una semana, pero bueno, me lo busqué. Cuando en realidad si sea por su culpa, se lo devolveré con muchas ganas. Además no lo admitiría, pero si era masoquista. Podía ser una perra cuando quería en la cama, aunque no solía decir nada a mis parejas porque nunca fue buena su reacción, me veían como a un bicho raro.
—No, pero tus golpes son tan suaves que parecen brisa —me levante del suelo y me quite la polera, para luego tirarcela en la cara.
—¡Toca de nuevo al brócoli, y te juro que no serán brisa de verano! —grito irritado. Le di en el ego, eso era más doloroso que un golpe.
—¿Y si me acerco a ti que? —me acerque hasta su lado.
Me miraba asustado, contraído extrañado y confundido. Sonreí, si provocaba algo en él, quizá no todo estaba perdido.
Retrocedía con lentitud, veía como se contrariaba en golpearme o solo irse corriendo.
—Ninguna opción es buena —cerré la puerta tras de sí, pasando el brazo por sobre su hombro, a la altura de su cabeza—; porque ya te tengo, oveja explosiva. Además sigues en bóxer.
—No entiendo a que estas jugando —trago saliva sonrojado—; primero besas al verde, y ahora estas jugando conmigo ¿acaso quieres cogerte todo lo que tenga una cosa colgando entre las piernas?
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explosivamente adictivos
FanfictionMi corazón está algo perdió, pero con mucho más calor que nunca. No se como, pero al parecer los dos chicos más lindos de la UA están detrás de mí, lo extraño, es que pareciera que ambos están dispuestos a todo por estar conmigo, ¿estarán dispuestos...