explosivamente adictivos

Empezamos Fuerte

POV BAKUGO

El multicolor este, ya tenía la cara más moratada de lo que podía ser posible, no se si peor que yo, o no, pero ya estaba echo, tendríamos que fingir un choque o algo para explicar esos golpes sin tener que dar tanta lata, ni que nos expulsen en el intento. Tsh, puto mitad y mitad.

—No entiendo a cual de los dos quieres, si a él o a mi —dije entre dientes.

—No se para que quieres entenderlo —murmuró él—; no va a cambiar nada. Tú no sentirías nunca algo por mí, quizá. Mientras que Izuku, pues bueno, creo que ya lo confundí más de lo que quería.

Ciertamente, podía estar equivocado, además se había interpuesto en mi brócoli y yo. ¿Si quiera era posible perdonable eso?

—Estas siendo un idiota, si no te hubieras puesto en medio, yo...

—Tú, nada, si no fuera por mí, ni siquiera te hubieras atrevido a darle ese beso —Giro su cabeza para mirarme. Ambos estábamos recostados en su cama, con las cabeza una al lado del otro, mientras que uno tenía los pies hacia la cabecera de la cama y yo a los pies.

—¿Quieres que te agradezca acaso? —desvíe la mirada.

Me estaba causando un estrago en la cabeza, podía sentir su sonrisa sin verlo, era ardiente. No podía mentir, Deku siempre a estado en mi cabeza, pero hubo noches en las que este idiota también provocaba algo más. Siempre creí que se debía a que estaba ahí para escucharme cuando me sentía mal, cuando me daba vueltas la cabeza, cuando mi corazón gritaba ayuda, estaba él. Kirishima también, pero no era lo mismo, de cierta forma, Todoroki es más sabio al dar consejos, tampoco me critica, solo escucha y jamás a dicho una sola palabra de esto a nadie más. Pudimos ser mejores amigos, si no fuera por esto.
Además sus ojos siempre delataba una pena tan profunda, antes era aún mayor, hasta que empezamos hablar, pero nunca me quiso contar nada de su pasado.

Pero para ser sinceros, tampoco estoy seguro de si solo sentía eso.

—¿Sabes? Escuche miles de veces tus jadeos por él —dijo de repente.

Trague salida, avergonzado, porque no todas las noches fue pensando en él.

—Me sentía bien, no me molestaba escucharte, no me sentía incómodo —esta vez, me tomo del pelo para mirarlo—; también quería participar. Estabas ahí, a unos pasos de mi cama, e incluso dudaba que te pudieras negar en ese estado.

—¿Cuál es tu punto? —estaba seguro de que estaba muy sonrojado, pero traté de verme hostil.

—Que me dejaste esperando bastante, ahora no puedes pedirme que me quede sin hacer nada —se acercó—. Bakugo, tú y ese chico verde, me tienen perdido. Estoy dispuesto a más de lo que crees por ustedes dos. Sin embargo, su unión es más fuerte que la mía con él, pero la nuestra es aún más.

—No estoy dispuesto a compartir —mentí, tenía que mentir, porque no estaba seguro de si necesariamente se refería a eso o si se refería a provarnos y luego irse.

Él sonrió, ni a Todoroki ni a Izuku e sido capaz de mentirles tan bien como para que me crean. ¿Por qué es tan difícil ser rudo con ellos dos? Hasta donde sabía, ni fachada siempre estuvo bien, nunca me importo lo que dijeran los demás de mí, y ahora, estaban ellos mostrando como podía derrumbar me en tan solo un segundo.

—Yo si se compartir, te puedo enseñar, solo tienes que Besarme, y luego veremos si repites lo que dijiste —y vasto eso para que se me subiera, me mirara como si fuera más que una mierda, un desastre, y se acercó a besarme.