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UN MALDITO TROLL

Al día siguiente, como siempre salieron a desayunar al gran comedor

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Al día siguiente, como siempre salieron a desayunar al gran comedor. Donde muchos preguntaban sobre lo que había pasado con Harry. Resulta que la profesora McGonagall había metido a Harry al equipo de Quidditch de Gryffindor.

Matt se encontraba algo molesto, no porque no recibiera un castigo, sino porque aquí había injusticia. Él también había querido entrar al equipo pero se le nego por ser de primer año.

¿De que servían las reglas si iba haber una excepción? Dejó de lado su enojo para pensar que era por algo y que era estúpido sentir celos de Harry, después de todo no creía que él lo hubiese querido así.

Luego de unas clases se encontraba solo, vagando por los pasillos. No tenía mas deberes, en cambio a Blaise que se quedo en la sala común con la compañia de Theo. Matt había decidido a salir y mirar los pasillos para aprenderse cada lugar del castillo.

Al llegar a la sala de trofeos se encontró con Harry, Ron y la chica castaña de su casa.

—Hola Harry, Ron ¿Quién es su amiga? — preguntó al llegar

—Es Hermoine esta en nuestra casa —explicó Harry, mientras Ron giraba de nuevo sus ojos

—Mira el padre de Harry fue buscador —señaló Ron desviando el tema de Hermione

—Claro que te nombraron buscador de tu equipo —dijo un poco con tristeza

—Sí ¿Dónde estuviste en la cena de anoche? No te vi —dijo

—Estaba en mi habitación, no tenía hambre. ¿Dónde estabas tú hoy en el desayuno?

—Desayune temprano —respondió mientras Hermione se despedía para irse

Antes de poder hacer lo mismo que Hermione, llegó Malfoy, flanqueado por Crabbe y Goyle.

—¿Qué tal te va? Potter ¿Listo para romperte el cuello jugando? —dijo sonriendo

—Cierra la boca Malfoy, sin tus gorilas no podrías decirle lo mismo —defendió Matt mirando a los chicos

—¿Quieres apostar? Potter —dijo Malfoy —Esta noche, si quieres. Un duelo de magos. Sólo varitas, nada de contacto ¿Qué pasa? Nunca has oído hablar de duelos de magos, ¿verdad? —dijo mirando a Harry ¿por qué lo mira a él? Yo dije que no era valiente sin sus gorilas, pensó.

—Por supuesto que sí —dijo Ron, interviniendo —Yo soy su segundo ¿Cuál es el tuyo?

Malfoy miró a Crabbe y Goyle.
—Crabbe —respondió —A medianoche, ¿de acuerdo? Nos encontraremos aquí mismo. Este salón nunca se cierra con llave

Heredero GrindelwaldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora