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QUIDDITCH Y UN ESPEJO

Su padre había tenido que volver al Ministerio el día siguiente por lo que prometieron verse hasta Navidad, donde también recibiría su regalo de cumpleaños atrasado

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Su padre había tenido que volver al Ministerio el día siguiente por lo que prometieron verse hasta Navidad, donde también recibiría su regalo de cumpleaños atrasado.

Luego de despedirse, había ido a desayunar. Hoy se abría el Torneo de Quidditch, sería Slytherin contra Gryffindor, donde Gryffindor estrenará su nuevo buscador, Potter.

Esto tenia molestos a muchos Slytherin's, incluyendo un poco a Matthew, pues el también quiso llevar su escoba a Hogwarts, pero estaba prohibido y no hablemos de querer estar en el equipo. Lo cual tendría que esperar como el resto de niños de primer año.

—Solo espero Flint les de una paliza a esos Leones —dijo Blaise mientras comía sus huevos revueltos

—Creo que estas siendo muy entusiasta con el Quidditch, Blaise —le dijo Theo

—Theo tienes razón, pero por favor es Quidditch. Si no eres entusiasta prácticamente le regalas la victoria al contrincante —dijo Matthew, recibiendo asentimientos de Blaise

—Me gusta el deporte, pero a veces son unos locos —volvió a su libro

—¿Qué te dijo tu padre antes de irse? —preguntó Blaise curioso

—Que me debía mi regalo de cumpleaños y nos veríamos en Navidad —encogió los hombros

—¿Fue tu cumpleaños...

—...y no nos dijiste? —completaron la pregunta entre ellos

—Si

—Matt ¿Por qué no nos lo dijiste? —dijo Theo como si fuera una ofensa

—No le veo relevancia a que sepan mi cumpleaños. Me gusta la privacidad

Theo y Blaise le siguieron regañando con la mirada el resto del desayuno. En las clases siguieron con el tema en susurros y notas. No dejaron de molestar hasta que Matthew les dijo la fecha de su cumpleaños y por fin, ambos fueron felices.

Bajaron a dejar sus cosas y volvieron a subir para ir a ver el juego. Toda la escuela estaba en las gradas, que se dividían de los colores de las casas participantes.

La envidia les pico un poco al mirar al equipo de Gryffindor con pancartas que apoyaban a su equipo, aunque no lo admitieran se veía increíble.

Matt aún se encontraba algo molesto por la inclusión de Potter al equipo de Gryffindor, pero tampoco es como si pudiera exigir que también pudiera jugar.

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