Después de disfrutar de un desayuno reconfortante, Louis tomó la decisión de acompañar a Harry hasta la casa de su amiga. No quería dejarlo solo, especialmente en un lugar que no conocía bien; temía que algo pudiera sucederle. Por el bienestar mental de ambos, optó por llevarlo personalmente. Le recomendó a Harry que llamara a sus amigos para informarles que él se encargaría de llevarlo.
Harry aceptó con agrado la oferta de Louis. No había considerado que era su primera vez en esa ciudad y se dio cuenta de que no recordaba cómo llegar a casa de Amelia. Aunque inicialmente había pensado en tomar un taxi, Louis le expresó su desconfianza hacia ellos y le aseguró que se sentiría más seguro si aceptaba su ofrecimiento de llevarlo personalmente. Además, la apariencia de Louis, con su atractivo rostro, hizo que Harry no pudiera resistirse. Quería aprovechar al máximo el tiempo juntos, especialmente después de que Louis le mencionara que al llegar a Londres tendría que ocuparse de algunos asuntos de negocios en su empresa y que no lo vería durante dos semanas.
—¿Tienes la dirección de la casa de tu amiga?— preguntó Louis una vez que estuvieron cómodamente instalados dentro del automóvil.
Harry, mientras se acomodaba la falda que se le había subido un poco al sentarse, levantó la vista al escuchar la voz grave y reconfortante del ojiazul.
—Sí, la tengo en mi celular. Déjame ponerla en el GPS— respondió Harry con una sonrisa, mientras buscaba la ubicación en su dispositivo. Su expresión era una mezcla de determinación y concentración, con la punta de su lengua asomando ligeramente por el lado derecho de una de sus comisuras y su ceño fruncido en un gesto adorablemente concentrado.
Louis, observando la escena con una sonrisa indulgente, no pudo evitar sentirse cautivado por lo tierno que lucía el chico ojiverde en ese momento.
—Listo, aquí está— exclamó Harry emocionado, extendiendo el móvil hacia Louis con una sonrisa radiante que iluminaba su rostro, revelando los adorables hoyuelos que adornaban sus mejillas.
Louis no pudo evitar pensar en lo increíblemente bonito que era Harry en ese momento, con su entusiasmo contagioso.
—Bien, ponlo en ese soporte para que no lo tengas que sostener— indicó Louis de manera amigable, señalando hacia un pequeño soporte en el tablero del auto diseñado especialmente para sujetar teléfonos móviles.
Harry asintió con entusiasmo y rápidamente colocó su celular en el lugar que el magnate le había indicado, agradecido por la atención y cuidado de Louis.
La distancia hasta la casa de Amelia implicó un trayecto un tanto prolongado, así que Louis y Harry pasaron más de quince minutos en el auto antes de llegar a su destino. Al detenerse frente a la residencia, una chica castaña y un chico rubio los esperaban afuera, con expresiones de asombro al ver el lujoso automóvil que se acercaba.
Con un movimiento ágil, Louis se desabrochó el cinturón de seguridad y salió del vehículo, con la intención de ayudar a Harry a bajar. Le pidió que esperara dentro del auto mientras él cruzaba al otro lado para abrirle la puerta al rizado, extendiéndole una mano amable para ayudarlo a descender con cuidado.
Mientras tanto, Amelia y Niall observaban la escena con ojos llenos de sorpresa y curiosidad. Desde el elegante auto que acababa de estacionarse frente a ellos hasta el atractivo hombre del que su amigo descendía, todo les parecía digno de atención y admiración. Aquel hombre irradiaba una presencia imponente, con un porte elegante y masculino que capturaba la atención de todos los presentes.
—Hazzie— saludó Amelia con un tono de voz chillon dirigiendo su curiosa mirada hacia el monton de bolsas que el hombre sostenía con su otra mano.
Harry sonrió.
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Be My Daddy [L.S] [Completa] [Edición incompleta]
DiversosEn su búsqueda por escapar de la monotonía que caracteriza su vida como exitoso empresario británico, Louis decide aventurarse en una noche fuera de lo común en un bar en las afueras de Londres, acompañado de un amigo. Lo que no espera es encontrars...