Harry llegó a casa durante la tarde-noche, cansado pero con una sonrisa aún dibujada en el rostro. A su lado caminaba su amigo rubio, quien no dudó ni por un instante en acompañarlo hasta la puerta de su hogar para asegurarse de que el ojiverde llegara sano y salvo después de la jornada. Las luces de la calle destellaban débilmente en la oscuridad, iluminando su camino mientras el reloj marcaba una hora más tardía de lo habitual. A pesar del cansancio, la sensación de haber compartido momentos únicos durante el día mantenía a Harry en un estado de ánimo radiante.
La demora en su llegada se debía a que, después de que el misterioso hombre de ojos azules lo dejara en casa de su mejor amiga, Amelia y Niall, siempre ansiosos por escuchar sus aventuras, no pudieron resistirse a la tentación de pedirle que les contara todos los detalles. Con una risa y una mirada cómplice, Harry aceptó con gusto.
Harry les contó a sus amigos desde el momento en que dejó el lugar donde había cantado para el hombre de ojos azules, omitiendo los detalles más íntimos y personales, por supuesto, hasta el momento en que este último lo dejó en la casa de su amiga.
Ambos chicos gritaron de emoción al escuchar cómo Harry describía su tiempo con el misterioso hombre. A pesar de haber pasado poco tiempo juntos, el rizado estaba encantado con el trato que recibió. La forma en que Louis lo trató lo había dejado impresionado y deseaba sinceramente volver a verlo. Las dos semanas que habían acordado parecían una eternidad para él; necesitaba verlo lo más pronto posible.
—Mamá, ¡Ya llegué!— exclamó Harry, irrumpiendo en la casa con un brillo de emoción en los ojos, seguido de cerca por su amigo Niall.
La mujer castaña de ojos verdes, que estaba ocupada en la cocina, escuchó la voz de su hijo y sonrió ampliamente. Dejó a un lado la tarea que tenía entre manos y se apresuró a salir para recibirlos. Lucía un mandil amarillo adornado con flores de colores, atado a su cintura, que contrastaba con el tono de su blusa. Traía puestos un par de guantes del mismo color y su rostro estaba manchado con un poco de harina, un rastro que evidenciaba de lo que estaba haciendo en la cocina.
Sus ojos verdes brillaron con ternura al ver a su hijo y su amigo, y una cálida sonrisa iluminó su rostro. A pesar de las pequeñas marcas del tiempo que se podían percibir en su rostro, su belleza y elegancia natural seguían siendo evidentes.
—Harry, cariño, llegan justo a tiempo. Estoy terminando de hacer un pastel de chocolate, el que tanto te gusta— dijo la madre con una sonrisa radiante, anticipando el placer de ver la alegría en el rostro de su hijo al recibir la noticia de su postre favorito. Sin embargo, su expresión se tornó un tanto perpleja al notar las bolsas negras con letras doradas que Harry llevaba en sus manos. Frunció el ceño, incapaz de recordar que su hijo se hubiera ido con ellas.
Decidió no hacer preguntas por el momento, sabía que Harry le contaría cuando estuviera listo. Por ahora, prefería disfrutar de la compañía de su querido hijo y escuchar cómo le había ido mientras compartían el delicioso pastel que había preparado con tanto cariño para él.
—Hola señora Styles— saludó Niall con un cálido tono de voz, mostrando una sonrisa amistosa al entrar en la casa.
La mujer le devolvió la sonrisa con ternura. —Ya hablamos de esto, Niall. Puedes decirme solo Erin— dijo con amabilidad, mientras se encogía de hombros con gesto despreocupado. —Después de todo, ya eres como de la familia.
Niall asintió con una sonrisa agradecida. —Lo siento, la costumbre— respondió, mostrando una expresión de disculpa sincera.
—No pasa nada— dijo Erin con un gesto de mano casual, transmitiendo una sensación de calma y hospitalidad.
—Mamá, ¿Y papá?— preguntó Harry, curioso por la ausencia de su padre, que generalmente estaría en casa a esa hora.
—Oh, fue hacer unas compras— explicó la ojiverde con tranquilidad, mientras preparaba el pastel en la cocina. —Harry, cariño, si quieren pueden subir a tu habitación mientras yo termino de darle los últimos detalles al pastel.
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Be My Daddy [L.S] [Completa] [Edición incompleta]
De TodoEn su búsqueda por escapar de la monotonía que caracteriza su vida como exitoso empresario británico, Louis decide aventurarse en una noche fuera de lo común en un bar en las afueras de Londres, acompañado de un amigo. Lo que no espera es encontrars...