Luego de despertar no pude pegar un ojo, así que me levanté y lavé ropa, eso siempre me calma.Debía estar en el café en el que trabajo en las mañanas a las 8:00 am, y eran apenas las 5, así que luego de lavar organicé un poco, lavé mi cabello, tomé una ducha, maquillé ligeramente mi rostro pero no demasiado para dejar mis pecas a la vista (siempre me han gustado) pero lo suficiente para no verme demacrada.
Cuando estuve lista me dispuse a hacer mi desayuno, siempre me gusta comer algo dulce en las mañanas, es algo que tengo como tradición. Así que preparé unos panqueques con mermelada de fresas y batido de guineo, le puse un poco de crema por encima y comencé a comerlos con hambre, cuando estuve satisfecha lavé todo lo más rápido que pude, tomé una barra de avena de la despensa y salí del pequeño departamento.
Este tenía solo una pequeña habitación, baño y una especie de sala cocina, el espacio es bastante reducido, pero a mi no me molesta, además de que estoy sola en este mundo y nadie me visita.
Si tengo amistades, pero nada de frecuentarse o salir juntos, más bien son amistades de mis trabajos, conversamos y comemos juntos en el caso de los que trabajan conmigo en el hotel por las tardes, pero nada de contarnos nuestra vida privada, al menos para mi no es así.
Cuando salí del departamento tomé las escaleras ya que el elevador no siempre está en condiciones y desde la vez que me quede atascada hace 3 meses no volví a subirme, le tomé pavor, además de que sólo eran 4 pisos y estoy acostumbrada a caminar más que eso.
No conozco a nadie en este edificio a pesar de que vivo aquí desde hace 2 años, cuando salí del orfanato en el que me crié, las monjas me alquilaron aquí, pagaron el primer mes y me dieron algo de efectivo, cosa que no les correspondía, pero se apiadaron de mí y me ayudaron más de lo que debían.
En estos dos años he conseguido algunos trabajos, el primero fue lavando platos en un comedor, luego en una tienda de conveniencia por las noches, duré 7 meses llevando ambos al mismo tiempo. Luego de eso un cliente habitual de la tienda de conveniencia me comentó que un amigo suyo tenía un bar, y le habló de mí para que le ayudara a servir los tragos.
Así que dejé la tienda de conveniencia y el comedor, ya que llegaba al amanecer del bar, me quede un tiempo en el bar y luego el mismo dueño asegurando que ese no era lugar para mí, me ayudó a conseguir trabajo en la cafetería de su novia y luego me recomendó con un amigo suyo dueño de un hotel de lujo para hacer de recepcionista.
Ahora tengo 1 año en estos dos últimos trabajos, llevando ambos a la vez porque el dinero es mayor y por agradecimiento a quien me ayudó a conseguirlos, además de que prefiero estar fuera todo el día y la noche que regresar a mi desolado departamento.
Mis padres murieron en un incendio cuando era niña, según me dijeron las monjas la policía me llevó allá cuando tenía cinco años, lo extraño es que no recuerdo nada de mi niñez o siquiera los rostros de mis padres, no quedó nada de la casa donde vivíamos, así que no habían fotos de ellos o alguien cercano, no habían vecinos cerca o siquiera que los conocieran, era como si nadie supiera que una pequeña familia vivía a la entrada del bosque hasta el incendio, al menos eso fue lo que me dijeron las monjas cuando tuve la edad suficiente para preguntar, además de que estaba el interrogante del porque solo yo había sobrevivido, siendo encontrada jugando bajo un árbol cerca de la casa hecha cenizas.
Mi estadía en el orfanato fue buena, siempre estaba ayudando con cualquier cosa que podía ya que siempre me ha gustado mantenerme ocupada, así que cuando cumplí los 18 y estos me vieron marchar hubo lágrimas por todos lados.
Estaba tan metida en mis pensamientos que no noté cuando ya me encontraba frente a la cafetería, saludé a mis compañeros y me puse el uniforme, que consistía en un pantalón negro y camisa blanca con manga corta y un pequeño delantal a rayas.
Recogí mi rojizo cabello en un moño para trabajar, y lo cansados que se encontraban mis brazos luego de lograr sujetarlo me hizo saber que debía cortarlo.
No perdí más tiempo y me puse a trabajar, la dueña no vendría en esta semana, así que solo seríamos Jackson y yo atendiendo los clientes y preparando los cafés, sin duda será muy agotador.
...
Y así fue, justo como lo predije.
Mis pies dolían, mis ojos picaban y mi barriga hacía ruidos grotescos por él hambre.Así que cuando salí de la cafetería entregando el turno de la tarde a otra compañera me dispuse a caminar al hotel mientras comía de mi barra de avena.
En el hotel nos daban el almuerzo y la cena a los empleados que cubrían el turno de 1 a 11pm ya que es el más largo, mientras que los otros son de 11pm a 6am y de 6 am a 1 pm.
No me quejo en realidad, la paga es doble, y los beneficios son más, ya que casi nadie quiere ese turno.
.En la imagen nuestra protagonista 💜
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Gritó Lobo
FanfictionY caperucita gritó lobo, pero nadie le creyó. Saga Paranormal Primer libro Gritó Lobo Segundo libro En Las Sombras