Capítulo 14

216 45 8
                                    




-Marie, Marie, escúchame- reclamó Jenny y la miré

-¿Que decías?

-Que quiero que salgamos mañana, es nuestro día libre en la quincena, vamos a un bar- pidió.

Tenía la mente en cualquier lado, estaba agotada física y mentalmente y pedía no ver al señor Kim nuevamente, no luego de tan acalorado sueño.

-Quiero ir al orfanato

-Te acompaño, vamos juntas en la tarde y luego nos arreglamos en tu casa para la fiesta, será como una pijamada- dijo emocionada y como mi tiempo de descanso para la cena que había terminado solo asentí rendida para ir a mi lugar.

...

Habíamos pasado una tarde muy amena en el orfanato y ahora estábamos en mi cuarto arreglándonos para ir a un bar de élite según me dijo Jenny, un amigo suyo le había conseguido entradas y solo debíamos pagar los tragos.

Me vestí de blanco, un vestido sobre las rodillas de tirantes que Jenny había traído para mi y que aseguró usaría ya que sabía que no tendría nada tan revelador, y tenía razón, no vestía así, incluso me sentía incómoda. Pero aquello no impidió que me sintiera bonita.

Salimos del pequeño departamento cuando estuvimos listas, esta iba de negro y botas hasta las rodillas, me había colocado un labial rojo para según ella combinarlo con mi cabello.

Tomamos un taxi que nos dejó justo en la entrada.

Cuando esta pasó las entradas nos dieron paso inmediatamente, nos adentramos al lugar y comencé a mirar detenidamente todo a mí alrededor.

Luces de colores que te cegaban, musica que te podría privar de la facultad de oír y todo abarrotado de personas bailando provocativamente, no era mi lugar.

Jenny fue por dos cervezas ignorando mis negativas, así que cedí cuando estuvo frente a mí y tomé de ella, primero un trago y luego otro y así hasta que me tomé toda la botella.

Me sentía más suelta, era como si otra yo había tomado dominio de mi cuerpo; nos movimos a la pista de baile y luego de varias canciones donde estaba más que acalorada pero que a su vez me sentía libre, vi algo que me dejó inmóvil.

Él estaba aquí.

Llevaba un traje caro como de costumbre mientras era tomado del brazo por una chica, y se adentraban a pasillo que da hacia los baños.

-Voy al baño y regresó- grité para que Jenny me escuchara, asintió y lo seguí.

¿Porque?

Ni idea

Me encontraba en el pasillo el cual estaba en penumbras por la falta de luces de la discoteca, abrí la puerta del baño de mujeres y nada, a un lado estaba la puerta del de los hombres y empujé la misma con nerviosismo, lo que vi me hizo arrepentir siquiera de visitar el bar.

Los ojos del señor Kim dieron con los míos, estos se encontraban rojos y sus manos se encontraban con sangre, la chica que hasta ahora lo acompañaba estaba tirada en el suelo.

Salí corriendo como si mi vida dependiera de ello y así era. Necesitaba buscar ayuda.

Corrí tan rápido como pude y me acerqué a un guardia que se encontraba en la entrada del pasillo, grité y pataleé para hacerlo ir a ayudar a la chica, le dije que un hombre la había lastimado y que continuaba aún con ella ahí.

La música se detuvo, las personas se acercaron al lugar y Jenny vino a mi lado con preocupación.

Comenzaron a grabar con sus celulares para capturar el momento en el que salieran con el responsable, pero eso nunca pasó. El guardia vino a nosotros solo, sin haber encontrado a nadie.

Las cámaras se posaron en mi y comenzaron a decir que estaba drogada, que por eso el alboroto.

Jenny me defendió y pidió que revisaran las cámaras, hablaron con el administrador y luego de unos minutos de espera en los que se me miró como mentirosa vimos las grabaciones, aparecía yo dirigiéndome al baño, abriendo ambas puertas y gritando, pero nada más.

Retrocedieron y nadie había entrado antes que yo, él no estaba aquí.

Había enloquecido.




.

Gritó LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora