POV Camila.
En estos últimos días me la pase debatiendo internamente. No sabía si hacer lo que mi corazón me decía, o simplemente dejarlo pasar. Yo pienso que siempre es mejor decir lo que sientes, que quedarte callada. Pero esto para mi es algo totalmente nuevo. Me gusta Lauren y me gusta mucho. Yo nunca pensé que me fuese a gustar una persona en tan poco tiempo, pero paso. Últimamente no puedo sacarla de mi mente. Cuando estoy con ella me siento muy a gusto. Cada vez que me sonríe, no puedo evitar sonreír de la misma manera. Cuando me dice cosas lindas, mi corazón se derrite. Cada que estoy cerca de ella, siento una especie de mariposas revoloteando en mi estómago. Cada que me toca, me besa y me abraza mi corazón empieza a latir demasiado rápido. Son tantas nuevas sensaciones para mí, que incluso a veces me asusto. El "problema" aquí es que yo quiero tener una relación con ella, algo serio. Y digo problema por qué para empezar vivimos lejos una de la otra, y para acabar, yo sé que ella teme a lo que los demás piensen al hecho de que tenga una relación con una mujer. Ayer platique con Dinah y ella me animo a que hiciera lo que mi corazón me dice. La frase que últimamente tengo en mi mente es; "El que no arriesga no gana". Si no lo intento, entonces no sabre con certeza que es lo que pudo haber sucedido. La distancia es algo difícil y creo que sería el principal obstáculo, pero ya tenía pensadas algunas "soluciones" a ese problema.
Aquí estoy, con los nervios que me carcomen. Quería traerle algún detalle a la ojiverde, pero lamentablemente no me dio tiempo. Ni si quiera sé que le voy a decir, acaso será algo como; " ¿Lauren quieres ser mi novia?", no y no, eso es muy estúpido debido a las circunstancias.
— Lauren ¿Podemos hablar? — Jugaba nerviosamente con mis dedos.
Lauren: — Me miro desconcertada. — Emm... Sí.
Me di media vuelta para ir a la mini terraza y ella de inmediato me siguió.
La ojiverde se sentó y yo me quede de pie.
Suspire con nerviosismo. Lauren me miraba expectante y su mirada en cierta forma me intimidaba. Bien, no me quería acobardar, así que reuní el valor necesario para hablar.
— Te quiero proponer algo. — Tartamudeé.
Pero qué manera de empezar la conversación. Si Camilita, siempre tan inteligente.
Lauren: — Conecto su mirada.— ¿Qué cosa? — Se rasco la cabeza.
— Respiré hondo. — Quiero tener una relación contigo. — Fui directa al grano.
Su rostro estaba sin expresión alguna. Sólo me miraba, como si estuviera procesando lo que acababa de decir, o más bien lo que le acababa de proponer.
Lauren: — Torció la boca. — ¿A qué te refieres? ¿Qué tipo de relación?
— Me refiero a que quiero tener una relación contigo. Quiero que seas mi novia. — Me mordí los labios con nerviosismo.
Lauren: — Desvío su mirada. — Ya te había dicho lo que pensaba de las relaciones a distancia. — Se sentó con la espalda erguida.
— Me senté en la silla que estaba delante de ella. — Lo sé, pero quiero intentarlo.
Lauren: — Suspiró. — No va a funcionar.
— Si no lo intentamos, ¿cómo lo sabremos?
Lauren: — Negó con la cabeza. — ¿Sabes lo que implica una relación a distancia?
— Asentí. — Pero quiero intentarlo. — Repetí.
Lauren: — Frunció el ceño. — Se sufre mucho en las relaciones a distancia.
