POV Lauren.
Soy una cobarde al no decirle a Camila lo que en realidad siento por ella. Soy una cobarde por no arriesgarme a intentarlo, pero es que tengo miedo de que no funcioné. Tengo miedo de sufrir. Tengo miedo de lo que las demás personas vayan a pensar acerca de mi saliendo con otra mujer. Por más de que aparente ser una chica "ruda" y " fría", soy alguien muy sensible. Me preocupan mucho los; ¿Qué dirán?
Siempre me muestro; "segura de mí misma", pero en realidad irradian muchas inseguridades en mí.
Fui muy idiota al haberle hablado de aquella forma a Camila, pero yo sólo lo hice con la intención de parar todas esas ideas que rondaban por su mente. Creí que diciéndole esas grandes mentiras; " (No me gustas. No quiero una relación contigo. Si besas bien, pero nada más) ya no insistiría más, y funciono, pero funciono mal. Cuando vi las lágrimas acumuladas que tenía en aquellos orbes color chocolate, sentí como sí apuñalaran mi corazón. Quería secarle las lágrimas y decirle; "Tú también me gustas más de lo que imaginas, podemos intentarlo", pero no, simplemente no pude. Estúpida distancia, estúpida inseguridad, estúpido miedo.
Me gusta más de lo que pensé. He tenido mucha confianza en ella y eso que sólo nos conocimos a través de una red social. Nuestra amistad se forjo tan sólo con palabras y cariños sinceros. Me ha dado ese apoyo incondicional. Me ha dicho tiernos " Te quiero", los cuales se han pronunciado en la madrugada, cuando el no dormir deja de importar y en medio de la oscuridad sonríes porque alguien así existe para ti. Ella es de esas personas que viven en otros lugares y sin embargo, están más cerca que aquellos que te rodean.
Camila es la persona correcta en la distancia equivocada.
Pero no sé si pueda soportar;
La lejanía de nuestros cuerpos,
los kilómetros que nos separa,
sus abrazos que no llegan,
sus besos que no rozan y
la piel que no siento.
No creo poder soportar el tenerla lejos de mí, o más bien el no tenerla cerca de mí.
Taylor: — Suspiró decepcionada. — ¿Por qué?
— ¿Por qué, qué? — Me hice la desentendida.
Taylor: — Rodó los ojos. — ¿Por qué actuaste de esa manera con Camila? Y no me digas que no te gusta, porque eso ni tú te lo crees.
— Porque soy una idiota. — Vociferé.
Taylor: — Negó con la cabeza. — Eso ya lo sé. Pero quiero una respuesta coherente. — Tenso la mandíbula.
— Suspiré. — Simple; porque soy una cobarde.
Taylor: — Al menos lo aceptas.
— Fruncí el ceño. — Gracias por tu apoyo. — Respondí sarcástica.
Taylor: — Podrías haberlo intentado. — Reprochó.
— Resoplé. — No tiene chiste. Las relaciones a distancia no funcionan.
Taylor: — Tú sólo tienes miedo de que no funcione y salir lastimada.
— Me encogí de hombros. — ¿Y sí es así, qué? ¿Eso está mal?
Taylor: — No lo está.
— Fruncí los labios. — ¿Y entonces?
Taylor: — No me pareció que le dijeras mentiras y mucho menos que le gritarás. — Refunfuño.