12. Cautivo

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Muchos de los oficiales de la policía a la tarde siguiente tuvieron que lidiar con una histérica mujer, que les dio una paliza a todo aquel que la intentará esposar, ella pedía respuesta, quería saber en donde estaba su amado bebé, de aúna mujer joven, se veía bastante joven, no pasaba de los treinta, su cabello era de un negro brillante y sus ojos eran de un azul profundo, sus labios eran pequeños y redondos pintados de un rojo vivo, era una mujer bella a la vista de cualquiera, y aun estando enojada o alterada (como lo estaba ahora), seguía siendo bella; el teniente Fuller no comprendía lo que sucedía, ¿se había perdido o le habían robado a su bebe? Estaba bastante confundido, llevando a la mujer a su oficina se llevó una gran sorpresa cuando esta comenzo hablar un poco más calmada-Soy Carla Foster, la madre de Jacob-informo- ¿Quiero saber en donde está mi bebé? La señora MacHenry me informó que él estaba desaparecido, y volé lo más pronto posible desde New Jersey.

- ¿Vino desde allá?

-Es mi hijo-bramo con agonía-una madre hace hasta lo imposible por su hijo. Y yo quiero saber que sucedió con el mío, ¿eso es mucho pedir?

La presencia de la madre de Jacobo Simmons fue una gran sorpresa para muchos, y de seguro que para ustedes también. No muchos conocían a la madre de Jake, era una mujer bastante reservada que se preocupaba mucho por el bienestar de sus hijos, y se culpaba cada día por haber estado trabajando el día del accidente de Jake. El teniente Fuller le explico la situación a la mujer, angustiandola todavía más. Temía por su hijo. Nadie sabía en donde estaba y la última persona que lo había visto, decía que se había enfrentado con el asesino. No se sabía si el muchacho seguía aún con vida, pero su madre se aferraba a ello como chicle al asfalto. La madre de Jacobo, como se habrán dado cuenta, no compartía el mismo apellido que su hijo, ya que ella jamás acepto cambiar su apellido al de su esposo, quedando siempre con su apellido de soltera, y cuando este falleció, ella tuvo que hacerse cargo de todo, buscando otro trabajo para lograr así pagar la educación de su hijo. JJ, Jacobo, Jacob, Jake, o como fuera que le dijeran, él se hallaba dormido en el ático de la casa, con su cuerpo apoyado en el pecho del mayor. Esto se podría considerar un secuestro, pero él chico conocía a su secuestrador, además aún seguía en la casa de su tía Mac, y ahora que estaba desatado podría salir caminando de allí, pero no lo haría, se supone que está dormido.

Anoche había sido un mar de emociones, un mar se emociones que aún permanecía dentro suyo. Había perdido memorias de como había llegado al ático, sabía que estaba peleando con alguien, cae inconciente y al despertar estaba con Billy, que lo beso, pero la emociones fueron tantas que se desmayó en los brazos del mayor.

Ahora se encontraba acostado sobre el pecho del mayor, sintiendo el suave latir su corazón, tan relajante que lo estaba volviendo a dormir, pero las caricias sobre su cabello lo hicieron reaccionar. Bien, ahora sabía que no era el único que fingir estar dormido, Billy también lo estaba haciendo.

- ¿Por cuanto tiempo me vas a tener aquí preso? -indago.

En verdad no le molestaba estar allí, desde que están con Billy sus cambios repentinos de humor habían desaparecido casi por completo, y sus arrebatos ya no eran tan potentes como lo eran hace unos días.

Perooo, no podía seguir allí, tenía frio, tenía hambre y quería darse un baño, apestaba, pero eso no parecía molestar al contrario.

-No-se negó aferrandose al cuerpo del menor, no quería que se fuera y lo dejará sólo. Jamás se había sentido de esta forma con alguien, y sabía que no sólo era algo físico y sexual, él lo quería, lo quería como jamás hubiera querido a alguien. No podía dejarlo irse, debe buscar una forma de que se quede con él-No es seguro. Debes quedarte aquí, conmigo-Jake estaba apunto de decir algo, pero el hablar del mayor fue más rapido-Quedate conmigo, al menos por hoy... Sólo eso te pido, por favor.

-Solo por hoy...-murmuro apenas. No pudo negarse, se le hizo casi imposible hacerlo, además, en el fondo quería seguir pasando tiempo con Billy, quería saber más de él, quería saber la razón por que lo tenía preso. Aún así, el hambre prevalecía en su interior-Tengo hambre.

- ¿Que quieres desayunar?

-Comida.

El mayor tan sólo rio por lo obvio que había sonado aquello- ¿Pero dime, que comida?

-No se-suspiro pesadamente-algo dulce.

-Ya vuelvo.

Se levantó con lentitud y desapareció de sus vista al verlo bajar por la entrada del ático. Esa era una oportunidad para salir de allí, escapar, y no la iba a desaprovechar. Se levantó de su lugar y con cuidado de no hacer ruido, bajo las escaleras del ático. No fue la mayor hazaña a decir verdad.

Fue hasta su cuarto en donde comenzó a cambiarse de ropa, por la misma de siempre, a excepción de que ahora utilizaba un cardigán color mostaza. Se arregló un poco el cabello y cuando se dio vuelta, Billy estaba parado en la puerta, sosteniendo un paquete de galletas con las manos, este se acercó de forma amenazante al chico y...- ¡Bebe! -exclamo alguien a sus espaldas, y Billy detuvo su caminar- ¡Jacobo, eres tú mi niño bonito! -La mujer paso a su lado, abrazando al instante a su chico, llenándolo de besos y caricias en el cabello...

¿Quien era ella y porque actuaba tan cariñosa con su chico?




































[NOTA DEL AUTOR]

¿La aparición de la madre de Jake traerá problemas? ¿Tal vez si? ¿Tal vez no? Ustedes díganme que piensan✨✨✨

Esferas rotas ᴮⁱˡˡʸ ᴸᵉⁿᶻDonde viven las historias. Descúbrelo ahora