17. ¡¡BILLY!!

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Ambos se llevaron una pastilla a la boca y luego la tragaron. Jake había convencido a Billy de también tomar los suplementos de ira al verlo explotar en cólera al no encontrar su suéter verde (el cual lo tenía puesto), pero antes de decirle que tomará la zapatillas había consultado con el Doctor Meléndez acerca de eso, el hombre aceptó y le recetó otras pastillas las cuales tendría que ir a buscar, pero eso lo haría más tarde. Jake se estaba sintiendo a gusto estando al lado de Billy, no se conocían muy bien pero ese extraña relación que habían formado no era necesario ello, el mayor era demaciado extrovertido y se la pasaba dándoles abrazos y besos cariñosos, simples actos de cariño que si no le ponía un alto los toques "inocentes" dejaban de ser inocentes, el chico sabía desde el primer día en el que respondió una de las llamadas de Billy que era un degenerado a quien no le importaba lo más mínimo que fuera un hombre ni que fuera menor de edad, o al menos lo sería hasta el quince de marzo cuando cumpliría al fin sus dieciocho años, quien sabe de lo que seria de él cuando ese día llegará, ¿Billy cumpliría con lo que dijo el otro día en el baño? Pensar en ello hacia que su cara ardiera y un cosquilleo surgiera en su intimidad, ¡Estúpido y sensual Billy! Siempre provocaba esas emociones en él.

Un suspiro salió de entre sus labios a la vez que dejaba un libro en el estante de su tía Mac, hablando de ella, se suponía que llegaría esa mañana a casa, tal vez se había retrasado su vuelo, supuso el muchacho.

Buscando entre los libros que leer sintió la pesada respiración de Billy chocar contra su cabello que lo hizo estremecer, sintió como tomaba uno de sus cabellos, aspirando su aroma. Su cuerpo se tenso al sentir como Billy lo abrazaba por la cintura uniendo todavía más sus cuerpos, Billy siempre hacia eso, bueno, la normalidad se extinguió cuando sintió algo rozar en sus muslos, algo duro presionaba entre estos-C-Cerdito-le susurró al oído-, Billy no pu-puede e-esperar más... Billy quiere sentir tu interior.

Esto era el colmo, un rojo se había apoderado por completo de sus mejillas con aquella confesión, no pudo evitarlo, fue algo instintivo... Le dio un puñetazo en la cara a Billy, tirándolo al suelo por el golpe.

-¿Billy p-portarse m-mal? -pregunto horrorizado acariciando la zona golpeada.

- ¡No es eso! Sucede que...-no sabía que decir, dejando que las palabras tan sólo fluyeran conforme a lo que sentía su corazon en esos momentos cuqndo estqba con Billy-Es que todo esto es nuevo para mi, jamás me había sentido de esta forma, mucho menos con un hombre, y tengo miedo, no se de que, pero tengo miedo.

Billy tan sólo le sonrió con calidez al muchacho, comprendía lo que le pasaba, ya había pasado por esto antes, y tal vez jamás le hubiera sucedido si no lo hubiera conocido, porque fue Jacobo quien hizo surgir esos sentimientos en su interior; el chico se había sentado a su lado, abrazando sus pierna del busca de consuelo en ellas.

-Enti-tiendo p-por lo que pa-pasas-admitio, abrazando al chico por los hombros-, tu m-me haces se-sentir de la mi-misma for-rma.

- ¿En serio? -inquirio, a lo que el mayor asintió- ¿Y no te asusta?

-Me a-asusta-confeso, mirando hacia la nada-, pe-pero me asust-ta más que t-te al-lejes de mi lado, Billy no quie-ere pe-perder a su Jake.

El muchacho hundió su cara en aquel hueco que había en el cuello del mayor, dejándose abrazar por este, necesitaba sentir ese cariño que sólo Billy le transmitía. Aquella atmósfera tan acogedora que cubría a ambos se se quebro con el repentino sonar del teléfono, lo dejaron sonar, si era algo importante volverían a llamar. Y así fue, extiguiendose por completo esa atmósfera tan calida. Billy permaneció allí sentado en el suelo mientras Simmons iba a responder al llamado, esperaba paciente allí, deseando que cuando volviera su chico tal vez si hacia bien sus siguientes jugadas, conseguiría resolver el problema que permanecía latente en sus pantalones, ya ni le importaba si era menor de edad o no, quería satisfacer ese deseo de tener sexo con Jake, un deseo que tenía cultivando desde el instante en el que hablo por primera vez con el chico. Pero al ver la expresión en la cara de Jake supo que ya no seria resuelto ese problema, y no fue necesario preguntar, él hablo por si sólo.

-Era Jess-anuncio-, va a venir en un rato más a...

- ¡¿Vas a tener una cita con ella?! -exclamo horrorizado, interrumpiendo el hablar del chico- ¡ME VAS A DEJAR Y SALDRÁS CON ELLA!

- ¿Que...? -pregunto confundido-Billy calma, no voy a tener una cita con ella-aquello puso en pausa aquel berrinche que estaba armando Lenz, quien permaneció callado esperando que el chico le explicará-, ella dice que olvidó algunas de sus cosas cuando cambió de fraternidad y que vendría a buscarlas, además que ella tiene novio, Peter.

- ¿No vas a dejar a Billy? -inquirio un poco más calmado, acercándose con lentitud al chico.

-Ya te lo eh repetido varias veces, no voy a dejarte, te promero que hamas voy a dejarte-espeto con firmeza, abrazando al de mayor altura, intentando reconfortar al mismo, y un malestar surgió en su estómago al decir aquello, le estaba mintiendo en la cara, se tenia que ir, él debía de volver a casa con su familia y tendría que dejar á Billy, las clases ya estaban por iniciar y él ya estaba cursando su último año... Pero no debería dejarse abrumar por ello, aún podrían seguir en contacto después y lo vendría a visitar en vacaciones-Tengo hambre.

-Yo también.

Aún así ninguno de los dos hizo amague de ir a satisfacer esa nesesidad, permanecieron abrazados por un rato más, les gustaba estar de esa forma con el otro, sin tener idea de que pronto todo se iría a la mismísima mierda por la aparición de Jess en la casa, al parecer no sólo venía a por sus cosas, ella quería desahogarse, y Jake resultó ser el único amigo je le quedaba aún con vida, Barb, Phyl y Clare estaban muertas, ya no le quedaban muchos amigos a su lado; ella le contó a Jake que su novio Peter había terminado con ella luego de que abortará al bebé, ella había roto en llanto a su lado y él tan sólo hizo lo que cualquiera haría en su lugar, y la abrazo, consolando a la chica sin tener idea de que aquella escena era presenciada por Billy, y en cuanto la chica se marchó luego de la cena, el mayor quería respuestas de lo que acababa de suceder.

- ¡¡DIJISTE QUE NO ERA UNA CITA!! -exclamo en cuanto el chico terminó de subir las escaleras.

-No era una cita-reafirmo, con gran cansancio.

- ¡¿Y PORQUE LA INVITASTE A CENAR CONTIGO?! -contraataco furioso, elevando los brazos al aire, haciendo ademanes con sus manos- ¡¡Y PORQUE HICIESTE ESO!! ¡¿PORQUE LA ABRAZASTE?!

- ¡Porque ella lo nesecitaba!

- ¡¡NO ME GUSTA ESO!!

- ¡NO TE HAGAS LA VÍCTIMA AQUÍ, BILLY! -le grito de igual modo, pisando con fuerza el suelo, marcando autoridad- ¡Y YA DEJA DE GRITAR QUE ME DUELE LA CABEZA!

Pero él hizo caso omiso a lo pedido y continuó gritando furioso- ¡¿Y QUÉ, AHORA TE IRÁS Y ME VAS A DEJAR?!

- ¡YA TE EH DICHO QUE NO! -grito, intentando acercarse al mayor, pero este lo empujo.

- ¡ME DEJARAS Y TE IRÁS CON ELLA!

- ¡NO, BILLY, NO!

- ¡SI LO HARÁS!

El chico intento acercarse de nuevo al mayor pero fue empujado, está vez con más fuerza que no pudo mantenerse de pie, retrocediendo varios pasos hasta qué sucedió lo peor. Y tal vez no fue culpa de Billy lo que sucedió a continuación, tal vez, tan sólo Jake se encontraba desprevenido en ese momento, ¿y si todo los he sucedió fue culpa de que Jess allá ido a la casa? En verdad ya no importa, todo sucedió tan rápido que Billy no pudo reaccionar a tiempo y...

- ¡¡BILLY!!

Un golpe en seco se oyó a continuación, al asomarse por el barandal un nudo se formo en su garganta y se le fue imposible el poder controlar las lágrimas que comenzaron a brotar de sus ojos, como agua que fluye. Corrió rápido hasta en donde yacía inconsciente el chico, aquel líquido escarlata que salía de la cabeza del chico cubrió todo el suelo y mancho sus ropas de igual modo cuando tomo el cuerpo inerte del menor, estaba comenzando a desesperarse al ver como no reaccionaba a sus llamados-Jake... Despierta... Por favor, Jake...- repitió su nombre innombrables veces, pero él no decía nada, su respiración se aceleraba a la ves que se desesperan todavía más, la sangre no dejaba de salir y Jake no reaccionaba, aferró el cuerpo del menor al suyo, en un inútil intento de que dejará de sangrar, pero era inútil-Por favor... No me dejes, no ahora... Jake, prometiste que no me dejarías... Lo prometiste.

Esferas rotas ᴮⁱˡˡʸ ᴸᵉⁿᶻDonde viven las historias. Descúbrelo ahora