CAPÍTULO TRES: ¡BUM!

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-¡Aburrido! - decía Sherlock mientras le disparaba a la pared. John le quitó la pistola. - No sé que les pasa a los delincuentes, menos mal que no soy uno de ellos.

-¿Y lo pagas con la pared? - Le pregunté yo entrando al 221B.

-La pared se lo merecía. - Me respondió.

- ¿Y el crimen del bielorruso? - pregunta John.

-No merece mi tiempo. - Vaya hombre.

Se pusieron a hablar de la cabeza del frigorífico y del blog de John. Yo no hacía más que pensar en mi padre.

-¡Qué importa que la tierra gire alrededor del sol! - Le miré asombrada.

-¿No sabes que la tierra gira alrededor del sol?

-Este es mi disco duro, y únicamente pongo en el cosas útiles, útiles de verdad. La gente se llena la cabeza de cosas basura, y yo lo lleno con cosas de verdad.

-¡Pero es el Sistema Solar! - dijo John divertido, no pude evitar reír. Sherlock se hizo una bolita y se acurrucó en el sofá.

John salió del piso a "tomar el aire". La señora Hudson entró.

-Debería abrigarse más, hace frío fuera. - dijo la señora Hudson cuando vio salir a John. Me llegó un mensaje.

Nos vemos en la pastelería de la calle de al lado, es urgente.

JM

-Yo también voy a salir a tomar el aire. - Les dije a ambos, y salí sin entretenerme más.

Sí, debería haber cogido un abrigo. Aún así, caminé hacia la pastelería nerviosa por lo que me tenía que contar James.

...

-No tuvimos mucho tiempo para hablar en el aeropuerto. - Me contaba Jim. - Solo quería verte un rato y que me contases tu llegada a Londres.

-Nada interesante, pelea con mi padre y poco más. - hablé mientras engullía un pastel de chocolate. - Tuvo un par de líos con el gobierno, y tuve que elegir bando. Digamos que no me conformaba con ninguno de los dos y me piré. - conté sin más.

-¿Qué te parece si damos un paseo? - me preguntó mientras ponía un billete encima de la mesa y llamaba al camarero para que lo recogiera. Accedí y salimos de allí.

Fuimos a un parque cercano, y el empezó a contar.

-Yo debería contarte algo, pero promete que no vas a salir corriendo, que no me vas a pegar o que no te vas a ponerte a gritarme como si fueras mi madre. - Me dijo con una sonrisa algo maliciosa, pero divertida. 

-¿Qué has hecho ahora Jimmy?

-Digamos que mi trabajo no te va a hacer mucha gracia. - Le miré sin saber de que hablaba. - Tras salir de aquel odioso internado y de la universidad, sentí que al mundo le faltaba... Picante. - hizo una pausa, para dramatizar aún más el discurso. - Por eso, después de algunos contactos y llamadas me convertí en un criminal consultor. - Me separé de él.

-¿De qué hablas, James? - No me gustaba el rumbo que estaba cogiendo la conversación.

-Sherlock es un detective consultor, yo soy un criminal consultor. La gente tiene problemas y yo los soluciono. - Me dijo sin rodeos.

-¿Matas gente? - Le pregunté.

-Tampoco es que tú hayas sido santa, gatita. - le miré de frente.

-A mi me obligaban, idiota. - De repente, me cogió del hombro con fuerza.

-Conmigo déjate de bromas, Olivia. Dile una sola palabra a la policía o a Sherlock y no te va a gustar lo que te pasará. - Me amenazó.

SECRETS - SHERLOCK BBCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora