CAPÍTULO NUEVE: LA CAÍDA

85 9 2
                                    

-¿Myc? - Pregunté.

-¿Lyra, qué ha pasado?

-Me han cogido. Scotland Yard, me han interrogado. Sherlock ha huido con John, no sé a dónde han ido. Lo saben todo, Mycroft.

-Voy a intentar sacarte de ahí, pero me costará un par de horas. No hagas ninguna tontería, ¿Vale? Confía en mí. - Me dijo Mycroft.

-Vale, gracias. De verdad. - Le respondí colgando la llamada.

...

Pasó aproximadamente una hora y media. Me estaba empezando a aburrir, seguía encadenada a aquella silla

De repente, escuché un ruido extraño por parte del guardia de la puerta. Me quedé en silencio absoluto para ver si conseguía identificar de donde provenía, y en ese momento la puerta se abrió fuertemente.

Y apareció Jim, cosa que no me esperaba para nada.

-¿James? ¿Qué haces aquí? - Le pregunté.

-Vengo a despedirme. - Dijo serio.

-¿Despedirte? James Vivian Moriarty, más te vale no hacer ninguna tontería.

-Va a terminar el juego con Sherlock. Todo va a acabar, para ambos. Es un final justo. - De repente, se acercó a mi y mágicamente las esposas que retenían mis brazos se abrieron. Sobé mis muñecas para intentar aliviar el dolor que la presión de los amarres me había provocado. - Vete. Pero no vengas a por mi, ni a por Sherlock. - Me exigió muy serio. - No te interpongas. Por favor. Deja que las cosas pasen, Lyra.

-¿Qué tiene que pasar? - Le pregunté.

-Tengo que morir. - El sueño volvió a mi mente. Los cadáveres de Jim y de Sherlock rodeados de sangre. Corrí hacia James y le apreté los hombros con fuerza. Las lágrimas amenazaban por salir.

-James por favor. No hagas nada estúpido. No hagas nada de lo que te puedas arrepentir. - Dije con la voz quebrada. - Sabes que yo no puedo influir en tus decisiones, pero sabes que si te ocurre algo me destrozarías. Jim, eres como mi hermano. No puedo perderte por una pelea estúpida e infantil que tengas con Sherlock.

Vi la mirada de Jim, sabía que iba a pasar algo y que no podría evitarlo, me lo decían mis poderes. Un cosquilleo para nada agradable recorría mi cuerpo de arriba a abajo. Sabía que estos dos idiotas iban a acabar mal, los dos.

Los ojos de Jim expresaban tristeza. Por primera vez, su mirada transmitía preocupación. Iba en serio.

Comprendí que no tenía nada que hacer. Sabía que era el fin y que era hora de acabar con esto. Leí su mente, y vi que al final Jim comprendió que había hecho demasiadas cosas y que su vida no tenía solución. Sus crímenes habían llegado demasiado lejos.

-Adiós Ly. - Se despidió esbozando una pequeña sonrisa. No pude hacer otra cosa que soltar las lágrimas que estaba reteniendo y darle un fuerte abrazo. Sorprendentemente, Jim correspondió el abrazo. - Te quiero mucho. - Me susurró al oído. Se separó de mi y ahuecó mi cara con sus manos. - Huye. Se lo que te ocurre con los rusos, corre Lyra. Durante un tiempo. Hazlo por mi, sé que sabes esconderte. Si quieres, ve con Moran. Le he dicho que te proteja cuando me vaya.

Me dejó la puerta abierta y salió, asomándose antes de irse para regalarme una pequeña sonrisa tímida mientras asentía con la cabeza.

Me queda paralizada un par de segundos, no sabía que hacer. Tenía la puerta abierta justo en frente de mi, pero algo en mi cuerpo me impedía salir. ¿Miedo? Tal vez.

...

Corría despavorida por la calle. Había conseguido robar mi teléfono de las pruebas y Lestrade se había dado cuenta, por lo que me estaba llamando como un loco.

SECRETS - SHERLOCK BBCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora