CAPÍTULO CATORCE: SECUESTRO

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Abrí los ojos lentamente. No recordaba nada de lo que había pasado, lo último que sentí fue un dolor agudo en mi cuello. Después de eso, solo hubo oscuridad.

No sabía a dónde me habían llevado. Estaba todo muy oscuro y frío. No veía nada, no oía nada, no sentía nada. Todo era silencio y oscuridad.

Estaba atada a una silla, mis muñecas en mi espalda y un palo en mi boca imposibilitado que mis gritos salieran de mi garganta. Sólo eran sollozos ahogados que al parecer únicamente yo podía escuchar.

De repente, una voz que sabía que había escuchado antes habló entre las sombras.

-¿Cómoda? - preguntó.

-No mucho. - Le respondí.

-Una pena. - Me dijo, al parecer divertido. - Supongo que no sabes ni quién soy, ni por qué estás aquí. - No le respondí. - Has hecho cosas malas, ¿Verdad?

-Ve al grano. - Le grité, harta de tanto misterio.

-Tienes algo que nos pertenece. Y te lo has llevado.

-¿Nos? ¿Qué se supone que os he robado? - Estaba bastante confusa. No entendía nada.

-¿No te acuerdas de lo que pasó en Sokovia?

¿Sokovia? Eso era el nombre de los acuerdos que firmó mi padre.

-No sé de qué hablas. Sokovia es el nombre de unos acuerdos.

- Estás muy equivocada, querida. Sokovia es tu casa, era tu casa. - Ahora si que estaba confundida. - Hasta que te fuistes. Y posteriormente, tu querido papá acabo con la ciudad. ¿No te han contado como creó un robot que arrasó con miles de personas?

Eso no podía ser verdad.

-Te fuistes de tu hogar. Ahora vas a pagar, Lyra Stark. - Siguió hablando la voz. - Vamos a hacer que el mundo entero sepa quién eres de verdad, y lo que has hecho. ¿No te acuerdas de tus abuelos, verdad?

-Mis abuelos murieron hace mucho. - Le contesté.

-No murieron. Los mataste tú.

-Eso no es verdad. - Dije firmemente, con lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos.

-¿Ah, no? Mira esto.

Una pantalla se encendido delante mía. Por fin veía algo más que oscuridad. Un vídeo en blanco y negro comenzó a reproducirse en la pequeña televisión. Al parecer era una grabación antigua. Una niña pequeña apareció, se parecía mucho a mí. Atracó el coche de mis abuelos, disparó a mi abuelo y ahogó a mi abuela con sus manitas. Después, miró fijamente a la cámara y le disparó. No podía creer lo que estaba viendo.

-Esa no soy yo. - Le contesté con voz temblorosa.

-Sí que eres tú, querida. Mira estas fotos.

-¡DEJA DE LLAMARME ASÍ! - Grité, haciendo que toda la habitación retumbase, y desplazando la televisión de sitio con mis poderes. Iba a seguir gritando hasta que vi que la pantalla se encendía de nuevo, proyectando unas fotos de una niña pequeña.

La primera foto mostraba a una niña pelirroja, vestida con una bata y sentada en una silla con cables en todo su cuerpo. La segunda, enseñaba a la misma niña tumbada en una camilla llena de vías con distintos líquidos.

Lo siguiente que se mostró fueron videos. Un vídeo de la pequeña peleándose a puñetazo limpio con tres adultos, los cuales parecían ser soldados con superfuerza, ya que no era normal como peleaban aquellos hombre. ¿Cómo era capaz esa niña de derrotar a los tres, siendo tan pequeña? Mi pregunta fue respondida cuando vi como la chica usaba sus poderes para enviar a cada uno contra una de las paredes de la habitación.

SECRETS - SHERLOCK BBCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora