CAPÍTULO ONCE: FAMILIA

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Me desperté, Sherlock no estaba conmigo. Me levanté de la cama, me puse mis zapatillas y salí de la habitación, no si antes mirarme de reojo en el espejo y peinar un poco mi pelo con los dedos. A medida que avanzaba por el pasillo, oía voces conocidas.

Cuando llegue al salón, vi a Mycroft y a Sherlock uno frente al otro. Y Sherlock llevaba un gorro extremadamente ridículo.

-Buenos di... ¿Pero que narices llevas puesto en la cabeza? - dije riéndome, y los dos hombres se giraron para verme.

-Buenos días Lyra. ¿Qué tal la noche con mi hermano? - Me saludó Mycroft con picardía. - Me vuelvo a trabajar si no os importa.

...

Iba andando de vuelta a casa. Habían sido unas semanas algo revueltas en Scotland Yard, todos estaban algo alterados por el regreso de Sherlock (y por supuesto no pararon de interrogarme.)

Había estado muy ocupada últimamente, pero aún así quede con Mary para aclarar cosas. No sabía dónde había estado ella, y Mary me daba por muerta desde hace tiempo. Todos los demás habían muerto, y no la volví a ver cuándo el gobierno les "despidió". Solo me contrataron a mi, porque Mycroft me tenía cariño, porque era de las mejores y porque tenía poderes.

Las últimas semanas, me había dedicado a ocupar el puesto de John. Ahora resolvía casos con Sherlock, aunque no nos duraban mucho ya que juntos éramos imparables.

Mi relación con Sherlock seguía en "algo más que amigos pero sin etiquetas". Realmente, no le veía con demasiada intención de ser algo más, pero al fin y al cabo, es Sherlock.

E incluso cuando muy de vez en cuando me da un abrazo o un beso, cuando me deja dormir con él, cuando me da un beso en la frente, cuando me alaga durante los casos o como me mira, me sorprende. Y mucho.

Con todo el tema de la pelea de John y Sherlock, estaba llevando una "triple vida". Por un lado ayudaba a Holmes con los casos, iba al gobierno cada dos por tres a trabajar, y por el otro intentaba convencer a John o hacer un plan con Mary para que los dos compañeros se volvieran a juntar.

Después del incidente donde casi queman a John, le llevamos al hospital para que le atendieran. No sabíamos quién le había secuestrado, ni quién le había drogado. No había sido cosa de Jim, ¿Quién habría podido hacer eso?

...

A la mañana siguiente, salí del trabajo temprano. Mycroft me había dado algunos días libres, por lo que fui a casa contenta para proponerle a Sherlock de ir a comer juntos.

Saludé alegre a la señora Hudson, y subí las escaleras. Entonces oí voces las cuales no reconocía.

-... Había un gran debate. - dijo una mujer de ojos claros y pelo gris, que estaba charlando animadamente con Sherlock.

Escaneé la sala por completo. Sherlock estaba montado encima de la mesa, mirando su tablón lleno de fotos. Una pareja, cuyas caras me sonaban, estaban viendo como Sherlock pensaba. En ese momento, los tres individuos se giraron hacia mi, y deduje de qué ''conocía'' aquellos rostros.

Eran los padres de Sherlock. Iba muy muy a menudo ya que mi padre y la madre de Sherlock eran muy amigos, pero aún así, estaban cambiados. Tuve que utilizar mis poderes para averiguar quienes eran.

-Siento interrumpir...- Empecé a decir.

-No, no, no, ya se iban. - Me interrumpió Sherlock arrastrando a sus padres fuera del salón.

-Sherlock no pasa nada.

-No, no. Ya se van. - Me volvió a contestar dejando a sus padres fuera de la sala.

SECRETS - SHERLOCK BBCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora