CAPÍTULO DOCE: BODA

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Era el día. El día de la boda.

Mientras Sherlock y la señora Hudson hablaban sobre el matrimonio, yo miraba mi vestido y revisaba que todo estaba en orden.

Tenía que vestirme e irme con Mary, tenía que estar con ella. Estaba muy emocionada.

Sabía que era un día un poco duro para Sherlock, iba a echar de menos a John.

Me vestí con mi vestido, me peiné y me maquillé. La verdad, estaba muy guapa.

Fui a despedirme de Sherlock, y entré a su habitación. Me quedé helada cuando le vi vestido de chaqueta, estaba guapísimo.

En ese momento, ambos nos quedamos mirándonos el uno al otro, hasta que Sherlock habló.

-Estas... Muy guapa. - dijo, intentando encontrar las palabras para elogiarme. Se notaba que no decía muchos cumplidos.

-Tú también. - me acerqué a él, poniéndole bien la corbata. Él se puso recto, le di un corto beso y salí de la habitación, no si antes dedicarle una sonrisita.

...

La ceremonia había sido muy bonita. Mary estaba preciosa, todo había sido hermoso.

Habían recibido a los invitados, y todos estábamos sentados y comiendo. Yo estaba en la mesa principal, al lado de Sherlock. Le tocaba dar el discurso, y debía admitir que estaba un poco nerviosa.

Y me puse aún más nerviosa cuando se quedó en blanco.

-Los telegramas. - Le susurré. Él me miró agradecido.

Empezó a leer, pero de repente los tiró todos y siguió a su rollo.

Al final, acabó dando un discurso con el cuál todos lloramos. Incluida yo. Entonces me miró y algo asustado me preguntó.

-Que ocurre, qué pasa, ¿Por qué hacen eso? ¿He dicho algo malo?-

No pude evitar sonreírle, y más aún cuando John se levantó y le dio un gran abrazo.

...

Tras el discurso y toda la movida del general de John, llego la hora de bailar. Sherlock y yo tocamos lo que habíamos compuesto para John y Mary, él al violín y yo al piano.

-Un último detalle antes de que empiece la noche como es debido. - Dijo Sherlock al terminar. - Perdonadme por lo de antes, hubo un pequeño problemilla y teníamos que solucionarlo. Y lo que es más importante, hoy hay dos personas que han hecho promesas, yo no he hecho una promesa en mi vida y no creo que vuelva a hacerla. - Me miró y siguió hablando. - Así que aquí, delante de todos vosotros, va mi primera y última promesa. Mary y John. Sea como sea y pase lo que pase, a partir de ahora prometo que siempre os apoyaré. Siempre. A los tres. Digo, a los dos. Es decir, a todos... Bueno he contado mal y... - Sabía lo que estaba pasando.

-En fin, ¡Poned la música, a bailar! - Me levanté y hablé, tratando de sacar a Sherlock de aquel apuro. Este me miró de forma agradecida, y los dos bajamos del escenario.

Obviamente, mis poderes no habían pasado el hecho de los antojos de Mary, sus vómitos, cambios de humor o su ganancia de peso. Y creedme que Sherlock tampoco.

-Lo siento, he hecho una deducción de más. - Dijo Sherlock.

-¿Deducción? - Preguntó Mary confundida.

-Aumento del apetito, cambio de gusto, esta mañana estabas mareada, pero supusiste que era por los nervios de la boda y te enfadaste conmigo cuando te lo dije. Tienes los síntomas. - Mary no lo pillaba.

-Los síntomas de ser tres. - Aclaré yo.

-¿Qué? - Mary estaba atónita.

-Te recomiendo que te hagas una prueba de embarazo. - Le dije a Mary poniendo una mano sobre su hombro.

SECRETS - SHERLOCK BBCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora