SECRETS - SHERLOCK BBC

CAPÍTULO CINCO: CELOS

Tras la escenita de la piscina, todo estaba tenso. Al pobre John casi lo mataban, y el hecho de que yo conocía a Moriarty no les hizo mucha gracia.

-¿De qué lo conoces? -pregunta Sherlock.

-Yo no conozco a ese Moriarty. - dije fría.

-¡De qué lo conoces! - Sherlock se acercó peligrosamente a mi.

-Era un antiguo amigo mío. Pero ese no es él, ahora es un psicópata. - dije mirándolo a los ojos. Miré a John. - Siento no haber podido hacer nada. Debería haberos avisado. - dije apenada.

John me respondió con una sonrisa débil. Miré a Sherlock, le sonreí un poco y subí a mi habitación. Sabía que estaban enfadados y lo entendía.

...

Los días habían pasado. La vida con Sherlock y con John era normal (dentro de lo que es vivir en el 221B). No había ningún caso muy especial, todos eran aburridos para Sherlock.

-Buenos días chicos. - les saludé cuando entraron a lo cocina. - ¿Qué tal habéis dormido? - pregunté. Sherlock hizo un ruido extraño y John respondió.

-Bastante bien. - miró la bandeja que tenía en la mano. - Gracias por el desayuno. - me dijo sonriendo.

Me senté con ellos y empezamos a charlar. Por supuesto, Sherlock estaba sumido en sus pensamientos.

-Yo me tengo que ir, tengo un caso al que Sherlock no quiere ir. - habló John. - Adiós Liv. - dijo dándome un abrazo. Se había convertido en un gran amigo.

-Yo voy a salir. - dije levantándome de la mesa, cuando John se había marchado.

-¿Dónde? - pregunto Sherlock mirándome.

-¿Para eso sí me hablas? - Sherlock se levantó.

¿Por qué Sherlock está en sábana?

Le estaba mirando mucho a los ojos. De repente, perdí el equilibrio y me resbalé. Caí encima de Sherlock y casi hago caer su sábana.

- Pe- Perdón. - dije roja como un tomate.

- No pasa nada. - contestó. Sorprendentemente, también estaba rojo como un tomate.

Cada uno se fue por su lado. Yo salí del apartamento.

¿Por qué me he tenido que tropezar? ¿Por qué?

...

Llegué a su puerta. Sabía que estaba aquí, mi mente me lo decía. Llamé, y un hombre vestido de traje me abrió la puerta.

-Pase. - me dijo, dejándome espacio para pasar.

Tímidamente, crucé la puerta. No veía a Moriarty por ningún sitio, así que empecé a dar pequeños pasos para observar la casa.

Era muy bonita, James era un buen decorador. De repente, se escucharon unos pasos bajando por la escalera. Era Jim.

-Qué haces aquí. - me dijo serio.

-¿Encima te enfadas? - Estaba muy cabreada. - La que debería estar enfadada soy yo. ¡Casi me matas!

Se empezó a reír. Muy fuerte.

-¿¡DE QUÉ TE RÍES!? - Le grité. Su cara cambio a una confusa y de sorpresa al escucharme gritar tan fuerte.

-Ehhh, relájate. - Dijo dando pasos lentos hacia mi. - Todo estaba planeado.

-¿Planeado? - dije con sarcasmo. - Vi tu cara cuando me viste. No me esperabas allí. ¿Te recuerdo que leo mentes?

El solo se acercó y me miró fijamente. Seguí hablando.