CAPÍTULO DIECISIETE: POR TI

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Había llegado la época "más bonita del año". Decidí pasar las Navidades con la familia Holmes y Año Nuevo con mis padres en America.

John y Mary seguían peleados. Supongo que John solucionaría las cosas pronto, la Navidad no suele ser una época de peleas. En cambio, Sherlock no ha sacado más el tema. Nunca quiso leer el pen, solo me contestó diciendo que "ya sabía suficiente". Aún así, nunca se enfadó conmigo. A pesar de haberle escondido tantos secretos, nunca me dijo nada. De hecho, me llevo a pasar las navidades con su familia, haciendo oficial nuestro noviazgo.

La Señora Holmes estaba loca de contenta. Y no paraba de preguntarme por bodas o por nietos. También me había enseñado un montón de fotos de Sherlock y Mycroft de bebés, cosa que no pareció agradarle a los hermanos. No pude evitar reírme a carcajadas cuando vi las mejillas rojas de Sherlock al verme ojear sus álbumes.

Mycroft no paraba de quejarse indignado sobre la Navidad. Se notaba que no hacían esto muy a menudo.

Debo decir que yo estaba entusiasmada. Adoraba las navidades, era el único momento que podía pasar con las personas que amaba.

Mary estaba en el salón hablando con los padres de Sherlock. Decidí sentarme a hablar con ella un rato y hablar del bebé, o mejor dicho, la bebé.

Pero entró John.

Decidí darles espacio, presentía que se iban a disculpar. Salí de la habitación para ir con Sherlock.

Me senté a su lado, estaba leyendo el periódico. Me hizo espacio en el sofá y me acurruqué con él.

-¿Quieres ponche? - Me preguntó.

-No, gracias. No me gusta.

-¿Nada de beber? - Estaba insistiendo mucho.

-No, Sherlock. Acabo de beber agua y no tengo ganas de nada. - Le conteste volviéndome hacia él. Aquí pasaba algo, no paraba de mirar el reloj.

Necesitaba saber qué ocurría.

-Voy a salir a fumar, ¿Vienes? - Me dijo dándome la mano.

-Me duele un poco la cabeza, ahora salgo. - Le contesté, recibiendo un beso en la frente.

Sherlock y Mycroft salieron a la puerta principal.

-Voy a comprar un par de cosas que se me han olvidado, volveré en un rato. - Dijo la señora Holmes entrando de repente a la sala.

-Iré yo. - Respondí rápidamente. Necesitaba pensar un poco, y tomar el aire. No me vendría nada mal.

Salí de la casa para encontrarme con una curiosa conversación entre los hermanos Holmes.

-Un mata dragones, ¿Así me ves?

-¿Estáis fumando? - Gritó la señora Holmes cuando les vio.

-No.

-Mycroft. - Dijeron los dos al unísono escondiendo los cigarros detrás de sus espaldas. No pude evitar reír.

-Cuídamelos, que no hagan ninguna tontería. - Me susurró Wanda sonriendo, dándome un achuchón.

-¿A dónde vas? - Me preguntó Sherlock.

-Al supermercado. A vuestra madre le hacen falta un par de cosas, y me he ofrecido para ir.

Sherlock asintió y me dio un pequeño beso. Me despedí de los dos y me monté en el coche para ir en dirección al supermercado. Me paseé por los pasillos hasta encontrar todo lo que necesitaba. Pagué y volví a casa.

Cuando abrí la puerta, todo estaba demasiado silencioso. Aquí había pasado algo.

A medida que entraba a la casa, una lesión en el pecho me consumía. Y eso no era nada bueno.

SECRETS - SHERLOCK BBCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora