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¿Las cosas que odiaba de Satoru? Podía hacer una lista increíblemente grande sobre todo lo que odio de el, una de ellas sería el echo de que no se tome nada en serio

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¿Las cosas que odiaba de Satoru? Podía hacer una lista increíblemente grande sobre todo lo que odio de el, una de ellas sería el echo de que no se tome nada en serio.

—La verdad no entiendo porque estás molesta, Itadori está vivo ¿No es lo que querías? Ahí lo tenías, con el pene al aire, no sé que signifique estar vivo pero el si que lo está.

Rodeé mis ojos molesta.

—No era necesario recordar lo de su esa cosa, solo me molestó el echo de que no me dijiste nada.

—¿Su esa cosa? — Pregunto burlón.—Dilo como se tiene que decir, su pene.

—Eso no tiene nada que ver con lo que te quiero decir, podemos saltar el tema de como le digo a su eso e ir directo al grano.

—Si lo dices como es tal vez podamos hablar mejor del tema— Sonrió burlón.

—Pene.

El dió una sonrisa aún más grande y burlona que las anteriores.

—Comes.

Rodeé mis ojos molesta y solté un ligera risa.

—¡Ves! Nadie puede hablar contigo en paz.

—Bien, tal vez pudo haber muerto pero no creo que sea totalmente malo, ahora podré entrenarlo, yo solo, sin tu ayuda o la de otra persona.

También odio que sea muy egocéntrico sin hacerlo notar demasiado.

Bueno.

Y salí de ahí, por supuesto que no me iba a necesitar el muy idiota, es el más fuerte.

En el camino al cuarto de Itadori no pare de arremedar a Satoru "Ni nicesiti de ti ni di superiores" obvio que el nunca iba a necesitar más personas que las que el quisiera.

—¿A quien arremedas?— Escuché su voz.

—A quien tú creas.— Respondí sin parar mi camino.

—¿Estás enojada?— Pregunto divertido.

Lo ignore y continúe con mi camino, no estaba enojada, sería una tontería pero creí que me tenía la confianza suficiente como para tomarme en cuenta en sus planes.

Al llegar a dónde estaba Itadori note que el idiota seguía a un lado de mi. Antes de que pudiera tocar la puerta, Itadori la abrió y me invitó a pasar.

Al ver que Satoru tenía intención de entrar lo empuje y trate de cerrar la puerta aunque el empujaba la puerta con su cuerpo y yo me empujaba con la punta de los pies para poner más fuerza.

—¡Nadie te invito a pasar!— Dije con voz un poco más chillona de lo que esperaba.

—¡Tampoco me negaron la entrada!

—¡Pues ya lo estoy haciendo yo!

—Puede pasar.—Hablo Itadori alegremente.

Al oír sus palabras tuve que dejar de empujar la puerta y dejar que Satoru entrara.

Hubo un silencio incómodo, estaba tan concentrada intentando que Satoru no entrara que olvide a que vine.

—¿Cómo te sientes?— Pregunté al pelirosado.

—¡Oh! Me siento muy bien, la verdad es que siento como si nunca me hubiera pasado nada.

—Me alegro.— Dije con una sonrisa.

Antes de entablar una buena conversación con Itadori, Satoru me saco del lugar; claro, el si puede sacar a las personas de lugares pero yo no.

No tenía nada que hacer así que me pasee por todos los lugares por haber y me encontré con Maki.

Ni siquiera le di tiempo de que se diera cuenta que yo estaba a unos metros de ella y corrí a abrazarla. Hace tiempo que no la veía a ella y a los demás porque había estado un tanto ocupada.

—Creí que no eras mucho de abrazar a las personas.

—Solo cuando se trata de mi.— Escuché su molesta voz de nuevo.

—¿No deberían estar en luto? Hace un rato Fushiguro y Nobara lo estaban.

—Yo no estoy en luto porque yo no sufro por las personas, ellas sufren por mi.

Aunque eso no fuera gracioso, debo admitir que me saca algunas sonrisas cuando hace eso.

Serendipia || Satoru GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora