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Ver a los chicos felices hacia que mi corazón brincara de felicidad y al verlos tan felices con los recuerdos que Satoru les acababa de traer -Que sabra dios de dónde son- era un estallido de felicidad para mi.

–¡Y a ti también te traje algo!–Se dirigió a mi mientras buscaba algo en la bolsa en la que traía sus recuerdos.

Cuando por fin encontró lo que tanto buscaba me ordeno que cerrará los ojos y coloco algo que parecía ser de algo del tamaño de un huevo y de plástico.

–Solo espero que no lo mates de amargura.

Al abrir mis ojos le di una mala mirada antes de ver lo que me entrego y al verlo, ví que era un Tamagotchi rojo que parecía ser de Hello Kitty.

Solte una gran sonrisa en contra de mi voluntad, había tenido un Tamagotchi cuando entre a mi segundo año en la preparatoria de hechicería junto con Satoru, Shoko y bueno... Suguru. Mi pobre Tamagotchi de ese entonces murió a sus 23 días porque el par de idiotas me lo escondieron, olvidaron dónde lo dejaron y cuando lo encontre con ayuda de Shoko, ya había muerto. Ese día llore porque había hecho lo posible para mantenerlo vivo a duras penas y aún así murió.

–Creo que te debía uno.

–¡Yo tuve uno de esos de pequeño!... Lamentablemente se murió a la semana.– Comentó Itadori mientras borraba su sonrisa conforme iba hablando.

–¡Y no crean que ella lo podrá mantener vivo! El último que tuvo solo sobrevivió por qué Shoko la ayudo, así que como buena gente que soy, yo la ayudaré a cuidar este.— Dijo sonriente.

Mire al peliblanco con indignación, es más probable que muera por su culpa que por la mía., debe estar bromeando.

—Ni lo pienses Satoru, el pobre no durará ni cinco días.

Nobara me había quitado el tamagotchi y comenzó a cuidarlo mientras yo hablaba con Satoru.

–¡Literalmente yo he mantenido vivos a estos tres!— Replicó mientras señalaba a Megumi, Nobara e Itadori.— Tiene más posibilidades de sobrevivir si te ayudo.

–Pero Itadori se murió una vez, y la verdad es que seguimos vivos de pura suerte...—Agrego Megumi.

Satoru le dio una mala mirada y suspiro mientras negaba con la cabeza.

–Aqui se ve quienes son mis leales alumnos y quiénes no.

–La verdad, dudo que usted pueda mantener vivo a un ser "vivo" aunque este sea virtual.– Comentó Nobara, ganándose una mala mirada del contrario.

Y a pesar de tener ese vendaje sobre los ojos, todos podíamos sentir las miradas que lanzaba a través de ellos.

–Soy bastante capaz de ello. Y para demostrarlo, Kyoko y yo lo vamos a cuidar juntos, un día ella y un día yo.– Hizo una ligera pausa.– Y caso cerrado, si a uno de los dos se les llega a morir deberá hacer lo que el otro diga.

Lo mire dudosa mientras acercaba su mano a la mía para formar un tipo "pacto". Bien, tal vez ahora comenzaba a dudar de mis habilidades de mantener algo vivo, el hecho de que lo diga tan seguro me pone nerviosa.

–Hecho.– Finalmente hablé y estreche su mano.

–¡Bien! Es un trato.– Acordó mientras movía nuestras manos estrechadas de arriba a abajo de una forma muy brusca.

–¿Quién ganara?– Preguntó Nobara dramáticamente con su mano en su barbilla.– ¿Quién perderá? – Continuo Itadori de la misma forma que la chica.– ¿Ganará el gran Satoru Gojo? ¿O ganara la grandísima e increíble Kyoko Hanari? – Termino Nobara.

Serendipia || Satoru GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora