Habían pasado ya algunos días desde que hablé con Satoru y por alguna razón, el peliblanco no había hecho ningún acto de presencia. Empezaba a preocuparme porque era cierto que era un molesto, fastidioso y todo lo que quisieran, pero lo quería y no saber de él era extraño.
—Shoko.—Llame a la castaña que se encontraba a un lado mío.— ¿Sabes algo de Satoru?
—Debe estar por algún lado, es imposible no verlo.
Asentí con la cabeza dándole la razón, miraba a Shoko atender a un hechicero que sabrá Dios que le habrá sucedido pero llegó muy herido.
—Iré a ver si los chicos necesitan ayuda.
Después de horas de estar con la castaña, me retiré de aquel lugar y caminé por los pasillos de la escuela, recordando aquellos lugares en los que hace unos años había jugado y bromeado con mis amigos.
Solté un gritito al escuchar como se abría la puerta de la que alguna vez había sido mi habitación, decidí asomarme para encontrarla vacía, hace años que no habia alguien ocupándola. No es que la escuela de hechicería tuviera tantos alumnos como para ocuparla.
Pero algo llamó mi atención; los rastros de energía maldita de cierto peliblanco que reconocería a kilómetros y una caja de donas en medio de la cama.
No tenía ni idea si debía acercarme y huir con las donas.
Si, lo voy a hacer.
No era como si alguien más en esta escuela adorara las donas tanto como yo, lo único que podía salir mal es que cierto ojiazul me quisiera jugar una broma.
—No juegues.—Hablé justo cuando al tener la caja de donas en mis manos vi la marca de la caja y una nota.
"Deberías de dejar de enojarte conmigo, mira lo que me haces hacer para que estés contenta"
Sonreí, ni siquiera estaba molesta con el.
—Dijiste que las querías probar, así que fui a las Vegas y compré una caja.—Escuché su voz detrás de mí.
Es que no eran solo unas donas, eran donas de Saint Honoré. Hace un tiempo las había visto en internet y de verdad, tenía muchas ganas de probarlas, pero no había tenido la oportunidad de ir a ninguna de sus locaciones.
—Eres todo un...
—¡Acabo de llegar y ya me estás insultando!—Dio un suspiro para después sentarse a mi lado en la cama.—Disfrútalas en tu departamento, no aquí.
—No voy a poder aguantar, es como si las donas me hablaran y me dijeran "Cómeme"—Le dije mientras sacaba una de las donas y hacía como que hablaba.
El albino a mi lado soltó una risa y le dio una mordida rápida a la dona.
—Me iré de aquí antes de que termines comiéndolas todas, tengo muchas donas que degustar el día de hoy.—Le dije despidiéndome desde la puerta con la caja en mis manos.
Creo que nunca había llegado a mi departamento tan rápido como hoy, agradecía no haber comido desde el desayuno, así tendría todo el espacio que quisiera para comer cada dona.
Comí cada una de las donas mientras miraba una película, cuando quise agarrar otra me di cuenta que ya me las había acabado, con molestia tomé la caja para irla a tirar pero me llamó la atención las letras que estaban escritas en una hoja pegada detrás de la caja.
"Querida Kyoko sé que he hecho de tu vida un infierno, aunque probablemente sea la mejor persona que conocerás en tu vida (También el más guapo) pero eso no tiene nada que ver con lo que voy a escribir a continuación; estás invitada a una cita conmigo. Si comiste todas las donas es un si pero si no lo hiciste es un no"
"Sé que lo hiciste, así que el día de mañana pasaré por ti a las 4:00 pm, báñate por favor"
Maldito Satoru.
Tomé la nota y la guardé en el bolsillo de mi pantalón, qué creativa forma de invitarme a salir sin que yo supiera, ¿Y si no hubiera girado la caja? Satoru se aparecería mágicamente en mi departamento y yo no tendría ni idea.
Quizás una forma de evadirlo sería salir de mi casa antes de las cuatro y así cuando él llegara yo ya no estuviera aquí
Te encontrara.
Si, probablemente lo haga pero nada pierdo con intentar huir de él.
✩
Eran las cuatro de la tarde y contrario a lo que había planeado el día anterior, yo seguí aquí. En mi departamento, esperando a que Satoru llegara.
Tomé al tamagotchi y comencé a alimentarlo mientras esperaba al peliblanco, sabía perfectamente que no era tan puntual como solía alardear. De pronto, el sonido del timbre interrumpió mis pensamientos y por primera vez en años, me encontraba un poco... ¿Nerviosa?
—Crei que ya estaba muerto.—Me dijo refiriéndose al tamagotchi cuando abrí la puerta.
—Lo estoy cuidando yo, claro que sigue vivo.—Comencé a defenderme mientras cerraba la puerta del departamento y guardaba las llaves en mi bolso.
Que por cierto, no era ni mi favorito ni el peor que tenía, era solo un bolso que usó cuando no tengo otro. Porque claro, mi favorito lo arruinó cierto peliblanco que camina a mi lado.
—¿Desde cuando tienes auto?
—Desde siempre.—Me contestó mientras abría la puerta de copiloto.
Ya que estábamos ambos en al auto, se estiró para tomar una caja que se encontraba en los asientos traseros y me la entregó.
—Creo que te debo uno.—Me dijo con una sonrisa.—Y por si ese no te combina, compre otros. Están en la cajuela.
Abrí mis ojos con sorpresa y se me hizo imposible ocultar la sonrisa que se formó al ver un bolso igual al que anteriormente había arruinado.
—Sigo un poco molesta.—Bromee mientras le daba un ligero abrazo.—Gracias Satoru.
El viaje en auto fue normal, hablamos, reímos y cuando llegamos reímos aún más porque yo no encontraba el tamagotchi que anteriormente presumía del hecho de que seguía vivo en mis manos.
La comida igual fue excelente. Quizás no me arrepentía de no huir.
Reviví de nuevo, ya estoy a nada de terminar esta historia, no pienso escribir de Shibuya (Al menos en este fic) porque tengo otra idea en la que si escribiré sobre elloCambiando de tema, estoy publicando un fan fic de Atsumu Miya así que léanlo pk nadie lo pela JAVDKAJA
Nuevamente yo promocionando mi cuenta d tik tok, síganme xfa es
idkapp_chaito 💕
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Serendipia || Satoru Gojo
FanfictionSerendipia. Encontrar algo bueno sin buscarlo. "¿?? ??? ?? ????? ??? ?? ??? ?????? ?? ?? ?????? ??????? ???? ??????? ?????????????"