Obsesión

2K 27 3
                                    

¿Quién no se ha obsesionado con un chico o chica? Ese amor platónico, ese cruch que no nos deja vivir, no soy nadie para decir o hablar por personas que no conozco, pero si puedo hablar de la pequeña obsesión que tuve cuando era una adolescente, aún recuerdo el momento exacto en el que me tropecé con aquel joven evidentemente mayor que yo, era muy atractivo al menos ante mis ojos lo era, empecé a tener curiosidad por él y averiguar un poco sobre tu vida — lo típico—, nombre, edad, fecha de nacimiento, color favorito, a que familia pertenece, a que dedica el tiempo libre, todo de manera sana, pero como la mayoría de las obsesiones no paso nunca, ni siquiera llegué a cruzar palabra con aquel chico que me traía toda embobada en mis tiempos de preparatoria, cabe decir que con el tiempo aquello se fue olvidando y seguí mi vida.

Y un día de fiestas me volví a tropezar con aquel chico, estaba muy cambiado, pero seguía siendo guapo y sexy, ya habían pasado diez años creo desde la última vez que lo había visto, los años le fueron de perlas, se veía más alto, más musculoso y su rostro era más atractivo y varonil. Estábamos en una discoteca de la ciudad, una no muy conocida, me extraño encontrarme con él en ese sitio, yo solía venir muy a menudo con mis amigas y nunca lo había visto, pero como no podía ir mejor la noche, una de mis amigas se acercó.

— ¡Por fin llegaste! — mi amiga se abalanzó sobre él y beso sus labios de manera rápida, cabe decir que no es la mejor amiga de nadie, es una zorra.

— Es el chico que me contaste— hable alto, casi gritando para que mi amiga me pudiera escuchar, la música estaba muy alta.

Ella asentó, mis esperanzas se fueron al demonio, pensé por un momento que algo podría haber pasado, pero como siempre me toca echarme a un lado y dejar mis deseos en un profundo silencio.

— Se llama Samuel— ya sabía su nombre, bueno realmente se muchas cosas sobre él.

— Un placer Samuel— extendí mi mano para agarrar la suya.

Me sorprendió que al tomar mi mano se acercó, dejo dos besos en mis mejillas y susurró cerca de mi oído derecho — Cuanto tiempo sin verte, has cambiado mucho.

Se alejo y siguió tras mi amiga hasta la mesa donde estaban los demás, yo en cambio me quedé estática sin saber que hacer ¿Cuánta posibilidad había que el supiera de mi pequeña obsesión? Siempre traté de ser sutil, ni les conté nada a mis amigos más cercanos por miedo a que pudiera llegar a los oídos de él, más aún por la diferencia de edad.

La noche estaba pasando muy normal, música, baile, alcohol, una que otra mirada, que siempre era devuelta, pensé que tal vez estaba todo en mi mente, pero alejé ese pensamiento cuando todos se habían ido y mi amiga que estaba con él salió unos segundos, según ella tenía que hacer una llamada importante y él decidió quedarse.

El ambiente era incómodo no sabía que decir, ni que hacer.

— Te has vuelto muy guapa— rompió el silencio, quería preguntar dónde me conocía, pero me asustaba escuchar la respuesta.

Trague duro— Gracias.

— ¿Qué te parece una noche indecente conmigo? — pronunció con picardía.

Sentí mis mejillas arder en cuestiones de segundos, como podía decir eso luego de dejar en claro que se estaba acostando con mi amiga, quien por cierto se acostó con mi ex.

— Yo...— balbuceé palabras incoherentes y me salí disparada al baño de chicas. Sin duda alguna ya nadie respeta nada, ni a nadie.

La puerta del baño se abrió y entro con una seguridad imponente, mis nervios se dispararon nuevamente ahora si sabía que no me escaparía de esta, aunque ¿Esto no era lo que quería? Intencionalmente me vine al baño para comprobar lo que él quería, y por supuesto tener más intimidad, elevó la comisura de sus labios en una sonrisa de medio lado luciendo muy sensual y varonil.

23 Orgasmos © [Relatos Eróticos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora