¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝟏𝟔 𝐝𝐞 𝐨𝐜𝐭𝐮𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟏.
𝐌𝐨𝐧𝐭𝐞𝐜𝐚𝐫𝐥𝐨, 𝐌𝐨𝐧𝐚𝐜𝐨.
—Aún no me recupero de mi cumpleaños. —murmura Arthur batiendo su café. A pesar de que tenían una cafetera, él rara vez la usaba. Le gustaba tomarse su tiempo para hacerlo tal cual le gustaba.
—Yo tampoco. —dice la chica bostezando y estirando sus brazos. —¿Qué harán hoy?
—Iremos a comer por ahí y luego no lo sé, supongo que a algún club. ¿No vendrás?
La castaña niega con una mueca. Aunque quisiera, sentía que no era su lugar. Menos estando cerca de Anna.
—Tengo planes.
—Oh, vamos, es sábado. Hay 364 días en el año en los que puedes hacer planes ¿de verdad tienes uno justo hoy?
—He cancelado uno el día de tu cumpleaños así que debo cumplir con este. —Leclerc asiente con la cabeza y bosteza. No dice más nada porque tampoco quiere insistir. Tal vez las excusas de Julie fueran un poco tontas, pero eso significaba que no quería ir.
—¿Es bonito?
—Un poco, no tan espacioso como me gustaría, por eso veremos si podemos hacer algunas mejoras.
—Estoy tan contento de verte lograr tus sueños, Ju.
La castaña sonríe y lo mira con detenimiento.
Arthur ha sido su gran apoyo en los últimos días. Luego de lo ocurrido con Charles, había elegido refugiarse en la seguridad de su habitación sin tener contacto con nadie. Pero claro que el menor de los Leclerc no lo había permitido, le había casi exigido que saliera de allí, que, sin importar lo que hubiera pasado, la vida seguía y no podía pasársela encerrada.
—¿Luego me envías alguna foto? Quiero ver qué tan bonito es, quizás pueda mudarme ahí. —dice en tono de broma porque sabe que la castaña enloquecería si no lo tuviera cerca.
—Te enviaré las fotos, pero no te mudarás, Arthur Leclerc.