24 | 𝐜𝐚𝐦𝐢𝐥𝐥𝐞.

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𝟎𝟐 𝐝𝐞 𝐟𝐞𝐛𝐫𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟐.

𝐌𝐚𝐫𝐚𝐧𝐞𝐥𝐥𝐨, 𝐈𝐭𝐚𝐥𝐢𝐚.




—¿De verdad te gusta?

La castaña asiente, dándose media vuelta para mirar al chico a los ojos.

—Es precioso, mi amor.

—Bueno, pensé que en un futuro... podríamos... —Leclerc guarda silencio y se pierde en los ojos de la castaña.

—Podríamos... —lo alienta a seguir, pero Charles sacude la cabeza y la mira con una sonrisa.

—Vivir aquí. —termina, finalmente.

Julie lo mira con una ceja levantada y con su brazo derecho rodea la cintura del chico, que afianza su agarre sobre los hombros de la castaña.

—¿Estás insinuando que quieres vivir conmigo? —él asiente y deja un beso sobre la cabeza de la ojiazul.

—Supongo... primero debería hablar con Arthur para que me de algunos consejos para la convivencia pero creo que puedo soportarlo. —bromea, provocando que la chica suelte una carcajada. —Es lo que hemos querido desde pequeñitos ¿a ti no te gustaría?

—Claro que sí, pero...

—Siempre hay un pero. —murmura Charles un tanto desanimado, pero Julie rápidamente niega con la cabeza. Claro que es una idea que la ilusiona muchísimo, pero primero tiene algunas cosas pendientes en Mónaco que, aunque quisiera, no puede dejar.

—¡No te quejes! Aún me quedan un par de exámenes finales en la Uni, y además tengo que terminar el departamento de Hanna y Noelle. Las obras están muy avanzadas pero tengo que supervisar todo allí y...

Leclerc no la deja terminar y la calla con un beso. Julie suele desesperarse fácilmente con cualquier cosa que desestabilice sus planes, pero Charles siempre sabía cómo calmarla.

—No te desesperes, Ju. No quiero que vengas ya mismo, entiendo que tenemos nuestros espacios y... aquí estarás sola la mayoría del tiempo.

La castaña asiente y suspira. La mano del monegasco sube hacia la mejilla de su chica, dejando un par de caricias allí.

—No me importa estar sola aquí, Charles. Yo quiero estar a tu lado el tiempo que sea. Si es un día, será un día. Si es media hora, será media hora, pero estaré feliz porque será a tu lado.

—¿Puedes, por favor, dejar de ser tan bonita aunque sea por un segundo?

—Me sale naturalmente, creo que no puedo.




speak now - charles leclerc.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora