Capítulo 30

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Desperté aturdida. Me dolía la cabeza a horrores y notaba pinchazos en la espalda. Abrí los ojos pero todo estaba oscuro, no podía ver absolutamente nada, lo único que podía intuir por mí misma era que estaba completamente sola dentro de una habitación que olía a humedad, tumbada en una cama. Ignorando el dolor de cabeza intenté incorporarme, pero un dolor intenso atravesó mi pecho y me impidió poder sentarme. Seguía llevando el vestido del baile y, al comprobar mi cuello pude notar que la llave seguía allí. Antes de que alguien me la pudiera quitar, la desenganché y la escondí otra vez dentro de mi escote del vestido.

Intenté volver a incorporarme y ese dolor en el pecho volvió, intenté ignorarlo y me incorporé del todo. Forcé los ojos para llegar a ver algo, no llegué a ver mucho más que cuatro paredes y que, como había supuesto, estaba completamente sola.

Pasó poco más de una hora cuando una puerta, la que no había ni visto, se abrió. Por ella entró un hombre de mediana edad, alto y delgado. Iba completamente vestido de negro y llevaba una media melena muy blanca.

-Al fin despiertas. Ya me habías asustado.-Se acercó a la cama donde yo estaba sentada. - ¿Necesitas ayuda para levantarte?

Asentí débilmente. El hombre pasó uno de sus brazos por mi cintura y yo recargué el peso encima de sus hombros. Todo el cuerpo me dolió al levantarme y unas pequeñas lágrimas, que no pude controlar, empezaron a bajar por mis mejillas.

Con su ayuda salí de aquella habitación para entrar a un pequeño salón con un sofá y una grandiosa chimenea. El hombre me sentó delicadamente en el sofá y luego se sentó el a mi lado.

-¿Estas bien? -pregunto con voz preocupada.

-No lo se. Me duele prácticamente todo. ¿Qué ha pasado, y quien es usted?

-Perdón por no presentarme. Soy Voltaire Fontaine. Hace dos días que te encontré en medio de Apple Town. Estabas mal herida así que te cogí y te llevé conmigo. Te limpié las heridas que te vi y cada poco te he curado la de la cabeza.

-¿Perdone, pero ha dicho dos días? -Voltaire asintió.

-Era de noche, bastante tarde. Yo volvía a casa después de jugar mi partida de cartas con los amigos. Al girar la esquina te encontré en medio de la calle.

-Necesito salir. Tengo que decirles que estoy bien y saber si ellos lo están. -Dije a la vez que intenté ponerme de pie.

-No puede salir. Está muy débil, debe descansar. — Dijo a la vez que tiraba de mí para que me volviera a sentar.

Acepté la petición de Mr. Fontaine y con su ayuda caminamos hasta la calle. Al caminar me dolí todo a horrores. Estaba segura de que algo tenia roto, y no estaba exagerando. La cabeza me retumbaba y todo me daba vueltas. Iba cerrando y abriendo los ojos para así no marearme tanto, pero la cosa no servía de mucho. Tuvimos que caminar durante más de 15 minutos para encontrar la casa, donde esperaba que estuvieran mis amigos, pero, sobre todo, esperaba que estuviera Darrel. 

Ni tan solo golpeé la puerta, solo la abrí y entré de golpe. Todos estaban sentados en el salón alrededor de la mesa del té. Al oír como entraba se giraron y al verme abrieron los ojos como platos. Ninguno de ellos reacciono al principio, pero a los segundos Sahale se levantó y caminó hacia nosotros. Sin pensar en nada me dejé caer encima de el a la vez que me levantó y me llevó hasta el sofá. Darrel y Lesly se levantaron de él y yo me tumbé.

–  ¡Oh Dios mío! – Aurora se arrodillo a mi lado. – ¿Qué ha pasado?

– Creo que debe descansar. – escuché a Voltaire hablar.

–Y ¿Se puede saber quién es usted? – habló Darrel.

–Mi nombre es Voltaire Fontaine. Vivó a un par de calles de aquí.

–¿Qué hacia Gwenny con usted? – volvió a hablar Darrel.

–La encontre hace dos días tirada en medio de la calle cuando volvía hacia casa. Estaba mal herida, y lo sigue estando. Tiene una herida en la cabeza, se la he curado como he podido. No he querido mirar si tiene más golpes, pero por así como se queja y camina, creo que debería ir a un médico.

–Yo me encargaré de eso.  –Darrel se había agachado justo a mi lado y me había cogido de la mano. – Ahora, solo descansa.

Cerré los ojos y no escuché nada más. 

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⏰ Última actualización: Apr 20, 2015 ⏰

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