Capítulo 12

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Después de cerrar la puerta-estantería y quedarnos a oscuras cogímos las linternas y empezamos a caminar por el mismo camino de esta mañana.

Esto daba más miedo por la noche sin duda, y nadie decía nada, nadie hablaba y eso me asustaba más. Estaba nerviosa y me temblaban un poco las piernas al igual que las manos y no sabia el porqué.

Supongo que Darrel se dio cuenta, o entró en mi mente (dios que siniestro suena), y me cogió la mano izquierda con la que no sujetaba la linterna.

–Ponte tranquíla, es lo mismo de esta mañana.–se había acercado a mi y me lo susurro en la oreja. Sin poder-lo evitar un escalofrió recorrió mi medula osea, solo esperaba que no lo hubiera notado peró al escuchar como sonreía supe que sí lo había notado.

Pasamos todo el pasillo en silencio y al llegar al final Sahale empujó la piedra y el suelo templó, otra vez, bajo nuestros pies. No pude evitar sujetar más fuerte la mano de Darrel hasta que paró todo de templar y la escalera ya estaba toda bajo nosotros.

Bajamos uno a uno las escaleras y llegamos a Apple Town. Era de noche aquí también, las calles estaban oscuras y apenas había farolas, solo pude llegar a contar tres de camino a la casa.

Entramos y Oneida encendió las luces y la chimenea de gas.

–Que frió hace fuera por dios, necesito un té caliente ¿Alguien quiere?–Aurora y los demás habían dejado las chaquetas junto los zapatos en la entrada.

–Yo quiero uno porfavor.–No me vendria para nada mal algo caliente.

Aurora fué a la cocina que había al lado de la sala de estar y los otros se fueron sentando. Lesly y Oneida estaban en el sofá grande, Sahale se sentó en uno de los sillón individuales mientras que Darrel obtó por sentarse en la alfombra de pelo del suelo. Si tengo que ser sincera me gustaba ese lugar, me sentía bien en el, era como estar en la casa de la abuela con la decoración rustica y el rico olor a té, sin olvidar la chimenea que había encendido Sahale.

Creo que me podré adaptar a esto.

Me senté en el sofá junto a Oneida. Ellos hablaban de no se que sobre história, yo no quería entrar en la conversación así que solo escuchaba e intentaba captar algún comentario.

Aurora llegó con la tetera y las tazas y se sentó en el otro sillón individual luego de dejar la bandeja encima de la mesita.

–Bueno pues...¿Vamos al tema?–Oneida me sirvió una taza de té y me la tendió.

–Esta noche vamos a explicarte un par de cosas de Apple Town. –Oneida prosiguió– Aquí vive gente "especial", como nosotros. Todos tienen algo peculiar, unos pueden tener pequeñas visiones del futuro no muy lejano, otros pueden manipular las mentes de los demás, algunos pueden mover las cosas si se concentran mucho y así un montón de cosas más. La gente de aquí es como la del mundo real cuarenta años atrás, peró saben perfectamente todo lo que hay en el verdadero Londres, muchos de ellos vienen de allí.

A partir de ahora esta será tu llave de esta casa, puedes venir cuando quieras por mucho que nosotros no estemos. La única condición, tienes que venir sola, aquí no pude entrar nadie que no sea de Apple Town. Como dirían en HarryPotter, no queremos Muggles.

Mientras ella me explicaba todo eso yo daba pequeños sorbos de mi té y dejaba que mis ojos se fueran abriendo por la impreción.

–No te preocupes t'he irás acostumbrando a todo esto, poco a poco se te irá haciendo normal.–Lesly m'he golpeó encima del hombro y bebió de su té.
Ellos empezaron a hablar mientras yo no prestaba atención alguna a esa conversación y tenía una interna conmigo misma.

Dios...¿Donde me he metido?, ¿Porqué yo?, ¿No le podía regalar el libro a otra chica? Pues no, porqué me lo regaló a mí. Todo esto me llenaba de intriga, y la verdad es que me gustaba eso de estar en una parte no descubierta de Londres, creo que nadie sabía nada de Apple Town y eso me excitaba aún más. Peró al mismo tiempo me daba miedo, no me sentía del todo convencida y en alguna parte de mi interior aún pensaba que todo esto era una broma de mal gusto, de muy mal gusto o que despertaría en cualquier momento.

–¿Gwen?–Oneida llamó mi atención pasando la mano por delante de mí cara repetidas veces.

–Si,perdón ¿qué decíais?

–¿Eres alumna del colegio de Saint Germain, no?–Darrel volvió a formular la pregunta.

–Exacto, toda la parte de la família de mi abuelo ha ido a ese colégio, así que es como una obligación ir.

–¿Tu família es conocida?–preguntó Aurora.

–Si lo quieres llamar así–dige encogiéndome de hombros– Soy de los Bridge del gobierno Británico, des de mis tatarabuelos hasta mí madre.

–¿Tu abuelo era Charles Bridge?–por lo que se veía Darrel estaba bastante impresionado.
Todos parecían estarlo menos Sahale, solo miraba su té i daba pequeños sorbos. Hasta cuando no hacia nada era insoportable.

–Así es, Charles era mi abuelo y  Marggaret era mi abuela. Mi abuela era francesa.

Y así hablando de todo un poco nos pasamos bastante tiempo, hasta que se nos hizo tarde.

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